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Jimin se tiró en el suelo de la sala de ensayo, con sus brazos abiertos y sus piernas separadas, recuperando el aire que se había querido escapar de sus pulmones todo este tiempo en que había estado practicando, pronto harían una gira y no quería empezar con el pie izquierdo.

Con los ojos cerrados sintiendo como la temperatura de si cuerpo subía y el sudor empezaba a ser presente, se obligó a si mismo a respirar con tranquilidad, imaginando que eso lo haría sentir mejor. Su mente le jugó una mala pasada y mientras escuchaba el sonido relajando del aire acondicionado, relajandolo de por medio. Acabando de bailar se dio cuenta de lo conocido que se le hacía el ambiente.

El totalmente cansado, autoflagelandose luego de una jornada de casi diez horas, diciéndose a si mismo que necesitaba aún más de sí... Es como si volviera a tener catorce años. Hace años el lloraba en los suelos de la sala de ensayo porque no era suficiente, le parecía gracioso como las cosas no cambiaban aún después de casi ocho años llorando por lo mismo.

Sin embargo, su corazón se estrujó al recordar las maneras de como sus males desaparecían, y es que todo mejoraba cuando Ahri aparecia. Con su sonrisa, su tacto, su voz diciéndole que todo estaría bien, que no dudará en seguir y que ella se quedaría con él para siempre.

Sus manos se hicieron puños al saber que sus palabras fueron sinceras, pero que ahora parecían solo eso... Palabras. Y en el mejor sentido del mundo porque en el momento mirándose a los ojos y sonriendose luego de sellar su pacto de amor en una noche que solo ellos sabrán y recordarán sabía que lo que Ahri decía, lo decía con amor puro. Lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas al recordarla tomar de su mano y verla ser ella.

Sun Ahri era su alma gemela, indiscutiblemente. Era lo mejor que le pudo haber pasado en la vida, era la chica con la que el quería estar para siempre. Recordarla ser ella misma, incluisve con sus mejores amigos. Su corazón bombeaba al mirarla reírse junto con Seokjin, estar concentrada mientras que Yoongi le hablaba de sus interesantes temas, opinar y concordar en muchos tópicos de interés general con Namjoon, divertirse mientras Hoseok y ella inventaban coreografías, verla pasar el tiempo hablando de arte con Taehyung y finalmente verla ser mejor en los videojuegos que Jungkook. Eso la hacía tan especial, que encajara a la perfección en su vida.

Pero cuando abrió los ojos y miró al techo, solo pudo sentir la soledad del ambiente. Cuánto daría por volverla a ver, pero se estaba haciendo cada vez más díficil.

black swan || bts; jimin [book #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora