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Pero ambos eran buenos ignorando lo obvio. Ahri seguía en su departamento, un poco cansada por haber bailado todo el día y llegar de su trabajo, que a pesar de ser uno soñado y a la vez cansón le servía para pagar su renta, ese mismo día su padre le había contactado para pedirle dinero porque las reservas de whiskeys se habían acabado, por mucho que le hubiese encantado negarselo, no se lo podía permitir... después de todo era su padre.

Pero nuevamente le calmaba escuchar la voz de Jimin, susurrando en su oído a través de su auricular.

— Te llamaré todos los días a esta hora.

— ¿Y si estás en Rusia y son las tres de la mañana?

— Me levantaré solo para decirte lo mucho que te extraño.

— ¿Y si te quedas dormido?

— Tengo una alarma, me recordará.

Ahri suspiró de manera feliz, asimilando que aquel niño que estuvo con ella su adolescencia correspondía a sus sentimientos más puros.

— ¿Como haz estado, Ahri?

La pregunta le tomo por desprevenida. Quería decirle tantas cosas pero poco se atrevía a lanzarla la bomba de la berdad., ¿era lo correcto? Park Jimin era la persona más perfecta que había conocido. El no necesitaba saber acerca de su deplorable vida, su padre alcohólico, su trabajo apretado y su falta de vida social.

Sin embargo, sonrió como si el la pudiese ver a través del teléfono.

— De maravilla.

black swan || bts; jimin [book #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora