black swan || bts; jimin [book #1]

Epilogue: Descubrimos que llorar no es suficiente para reír.

— ¿Crees que venga? — la pregunta fue directamente a la chica a su lado. Ahri miraba la entrada del local con impaciencia, pero nada de lo que ella esperaba pasaba.

Ella suspiró fuertemente, mirando su reloj en la muñeca, ya había pasado más de cuatro horas y no se aparecía. Mordió su labio y miró a Goohyul con un poco de tristeza, sabiendo que toda esperanza estaba perdida.

— Ya es tarde, deberíamos volver — la voz resignada de ella salió a la luz, rindiéndose ante la idea de que Jimin no sería participe de una de las noches más especiales. No le interesó si Goohyul la seguía o no, solo quería dejar de pensar en la persona que claramente nunca llegaría.

Empezó a caminar de vuelta al interior del local, pero su espalda se erizo al escuchar una voz impidiéndole avanzar.

— ¿Ahri?

Ella tragó grueso cuando escuchó un ahogó de parte de Goohyul, impresionado por la nueva presencia.

Al voltear no se encontró con la persona que esperaba, pues su llamado había sido emitido por nada más y nada menos que Namjoon. Paso sus ojos por el grupo de personas ahí, aquellos amigos de su en ese entonces mejor amigo estaban parados en la entrada con unas sonrisas leves. Ahri sintió el corazón palpitar con fuerza, sabiendo que a pesar de que ella misma había enviado las invitaciones, no estaba preparada para hacerle frente.

Sin embargo, solo contaba seis personas.

— Chicos, hola... — trato de calmar su voz, pero poco podía hacerlo. Era una alegría verlos luego de tanto tiempo, después de todo había vivido con ellos en algunas ocasiones cuando estaba con Jimin.

Sus ojos buscaron a esa persona faltante, pero no hizo falta buscar más respuestas cuando la decepción y vergüenza inundó los ojos de cada uno. Ahri miró a Seokjin, buscando algún tipo de respuesta usualmente el mayor siempre sabía qué decir, suspiró y sonrió como pudo.

— El no creyó que lo mejor sería venir.

Sintió un pequeño peso en su pecho, tan molesto y amargo. Quería llorar no mentiría, pero trato de componerse frente a los chicos, Hoseok le sonrió y estiró una caja frente a ella.

— Trajimos un regalo — su voz trató de romper la tensión, el era bueno en eso, tenía que admitir.

— Muchas gracias por tomarse la molestia de venir, Ahri lo aprecia muchísimo. ¿Cierto? — Goohyul tocó el hombro de la chica y solo ahí se dio cuenta que estaba falta de palabras.

Taehyung no era bueno ocultando lo obvio de la situación, por lo que una ligera mirada le transmitió que quizás estaba siendo muy obvia con su estado de ánimo y lo decepcionada que se sentía por no tener a Jimin a su lado.

— Estamos felices de verte otra vez. — Taehyung le sonrió.

— Yo igual... Sé que están ocupados y me alegro que hayan podido venir — agradeció en lo más profundo de su corazón, reverenciado ligeramente.

Jungkook dió un paso adelante, posicionándose frente a ella y con una sonrisa estiró su mano, mostrándole un pequeño sobre en sus manos.

— Felicitaciones en su compromiso, noona.

Ella sonrió y tomó el sobre, entre sus dedos y suspiró de manera pesada sabiendo que aquel regalo no iba de parte de los chicos presentes.

— Vengan conmigo, adentró está más divertido — Goohyul, su futuro esposo, sabía que ella necesitaba un momento a solas. Ahri bajo la mirada, adolorida del alma.

Los chicos rodearon a la muchacha, dándole un par de palabras de apoyo sabiendo que estaba a segundos de quebrarse. Escucho los pasos alejarse de ella con dirección a la recepción, alzó su vista solo para darse cuenta de que no todos se habían ido.

Yoongi la miraba con suavidad. Había convivido con el lo suficiente como para saber que él sabía lo que en su mente abarcaba.

Ahri sé quebró frente a él y antes de que pudiese darse cuenta cubrió su boca con su mano, Yoongi supo que iba a doblarse, pero se lo imidioy deteniendo sus hombros. El odiaba el contacto, pero cuando el estaba en la misma posición que ella, era lo único que necesita. Por eso no le molestó cerrar suano en su hombro y hacerla levantar la mirada.

— El todavía te ama, Ahri.

Ella lo sabía.

Aunque no lo viera ahí.

Aunnque hace tanto tiempo que no hablaba con él, no escuchaba su risa o su voz.

Aunque no sabía lo que pasará con el, ni el de ella.

Aunque había llorado tanto por él.

Aunque el ignorara sus llamadas y mensajes.

Aunque el la dejaba a un lado.

Ella lo sabía, porque mirar por él mismo no es ser egoísta.

Ahri sollozó apenas y estrecho sus ojos para mirar a Yoongi.

— Yo también lo amo.

Amarlo dolía, saber que él la amaba también, pero dolía aun más estar juntos y a la vez separados.

A pesar de todo quería que las cosas fuesen diferente, la realidad la había golpeado hace tanto que su sensibilidad se había perdido con el tiempo, pero por alguna razón dolía aun más esperar el golpe.

Ahri sabía que su historia tuvo su final, pero leería la historia todas las veces que quiera, recordando aquel chiquillo que calló en sus rodillas en su clase de baile.

Recordaría cada risa, cada abrazo, cada roce y cada te amo.

Recordaría a Park Jimin.

Y sabia que él también la recordaría a ella.

FIN