Página dieciséis

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Tras terminar la clase en la no habían faltado alguna que otra furtiva mirada y también tímidas sonrisas por parte de ambos, Liam salió tras su profesor.

-Ya tienes una respuesta, Zayn- susurró tras él.

El morocho se giró y rodó los ojos.

-¿Por qué sigue insistiendo señor Payne?

-Quedamos en que soy Liam fuera del aula.

-Aún estamos en la Universidad, así que sigue siendo mi alumno, por lo tanto lo trataré como a los demás.

-Eso es muy cruel, aunque te lo pasaré por alto porque tu pose de profe rudo me pone mucho.

-Mi clase empieza en tres minutos, dese prisa por favor- apuró el docente.

Liam sonrió con picardía.

-Necesito tu respuesta.

Zayn cogió un trozo de papel de su portafolios, escribió unas líneas y tras entregárselo al ojimiel echó a andar.

Liam lo siguió con la mirada y acto seguido miró con extrañeza el papel.

Una gran sonrisa ilumino la cara del muchacho el cual besó el papel con fervor y luego lo guardó celosamente en su bolsillo de su pantalón

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Una gran sonrisa ilumino la cara del muchacho el cual besó el papel con fervor y luego lo guardó celosamente en su bolsillo de su pantalón.

Hasta que llegó la hora señalada, el tiempo transcurrió muy lento y cuando el timbre al fin sonó, el ojimiel salió disparado sin apenas despedirse de Louis y corrió hasta el aparcamiento y se sentó a esperar.

Pasados unos diez minutos, el morocho apareció.

-Hola- saludó.

-Hola Zayn.

Los dos se miraron en silencio hasta que el profesor hizo un gesto a Liam para que este subiese a su coche.

-Sube aquí no me siento cómodo.

El ojimiel asintió y se subió algo nervioso.

Tras arrancar el coche y conducir durante unos metros, el profesor rompió el tenso silencio.

-¿Te importa si vamos a mi casa?

Liam lo miró sorprendido pero acto seguido negó.

-No, vamos a donde gustes.

-Bien, allí podremos hablar tranquilamente, Shawne no llegará hasta mañana.

-¿Shaw-Shawne es tu pareja?-preguntó preocupado el ojimiel.

Zayn lo miró y sonrió pero no dijo nada.

Ante eso, Liam ya no se sintió tan entusiasmado como anteriormente ya que quizás el morocho lo estaba llevando a su casa para mostrarle su feliz vida con esa otra persona y aunque eso le parecía cruel, probablemente era lo más efectivo para lograr apartarle de su vida y que dejase de insistirle.

Ante eso, Liam ya no se sintió tan entusiasmado como anteriormente ya que quizás el morocho lo estaba llevando a su casa para mostrarle su feliz vida con esa otra persona y aunque eso le parecía cruel, probablemente era lo más efectivo para lograr...

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33. Hasta que nos volvamos a encontrar. TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora