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Después de su conversación con Eliza fue directo a su cueva donde surgía la magia.
Estaba ajustando tornillos de un dispositivo aburrido en su inmenso laboratorio en completo silencio.
Un incensante tintineo apareció de repente llamando su atención.
Agarró el teléfono fijo acallando por fin ese continuo sonido. -Diga?
-----------------------------------------------------------Todos en la mansión empezaban su día trabajando sin descanso, incluso el dueño de aquellos dominios.
En una de las salas más grandes de la mansión se encontraba aquel demonio mencionado, vestía de una gabardina blanca igual que el chaleco y corbata, también poseía una camisa a botón celeste que combinaba perfectamente con su mirada brillosa medianamente oculta con un monóculo, poseía un sombrero de copa blanco con una cinta celeste a su alrededor. Recargaba sus codos sobre su extenso escritorio perfectamente ordenado, a su costado izquierdo había una estantería con un montón de libros y el derecho habían archivadores de metal con pequeñas planteras con captus encima. White Hat se veía completamente desganado girando su bolígrafo sobre el eje de su mano pasándola por sus dedos y apretar el botón de dicho objeto unas cuantas veces mirando unos resivos y pedidos sobre su escritorio que leía con total pereza y desinterés.
El sonido de la puerta ser abierta capturó su atención alzando la mirada encontrándose con su subordinado de más confianza y mano derecha en la compañía, se levantó de su asiento para fijar su mirada en él. -Doctor, qué puedo hacer por usted? -dijo formando de manera involuntaria una sonrisa al verlo.
-White Hat, perdona mi insolencia. -dijo acercándose a su escritorio. -Pero llamaron del Departamento de Seguridad, división de crímenes, etc, tienen a varios agentes de la CIA pero no les basta. -dijo con desinterés restándole importancia. -Los estúpidos de Cooper y C.L. marcaron y como puedo ver descolgaste la línea telefónica, con razón me llamaron. -el doctor se cruzó de brazos viendo a su jefe acusador.
White Hat arqueó sus cejas cerrando sus ojos embosando una sonrisa nerviosa y llevó sus manos detrás de sus espaldas, es cierto descolgó la línea para no recibir más llamadas, estaba exhausto y eso que apenas empezaba el día. -Cuál fue el motivo de su llamada? Por qué la CIA se involucra? -decía recobrando su interés en el tema.
-Es sobre el supuesto complot que se está creando en Inglaterra contra el Rey Peter, creen que el Dr. Flug esta detrás, te buscaban a ti. -White Hat suspiró cansado y abrió la boca para hablar pero Slug alzó la mano dándole un alto. -Pero debido a tu trabajo y preparaciones del aniversario de la organización, yo acepté la misión.
-Eso... Me parece maravilloso que se preocupe por mi, pero doctor, qué hay de los pedidos?
-Están todos terminados mi señor, es más el almacenamiento está lleno.
-Y qué hay del aniversario? Debes asistir, eres mi mano derecha. -dijo con la expresión completa de preocupación.
-No te preocupes, estaré presente pero luego de la fiesta me iré. -respondió tanjante.
-Pero... No descansarás? Cuanto tiempo estarás fuera...? -White Hat se preocupaba demasiado por el doctor y eso lo halagaba y le parecía tierno pero hasta cierto punto, luego era algo molesto.
Slug se acercó a él y pozó su mano en el hombro del demonio. -Oye, estaré bien... -dijo en tono serio con cierta empatia reflejada en su bolsa y sus visores.
White se sobresaltó pero emboso una sonrisa dándole la razón a su científico. -Esta bien doctor, pero cuidese la espalda. -dijo desapareciendo delante de sus ojos y acariciándole ambos hombros desde atrás. -Hay muchos traidores. -susurró cerca de su bolsa y oreja provocándole un escalofrío al doctor, como un reflejo transformó su brazo a un cañón apuntándolo. White Hat bajó el cañón volviendo a hablar. -Cualquier información que se entere la consultará primero conmigo que con cualquier otro, me escuchó?

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La Afortunada Vida De Un Desafortunado ¦ PaperHat Heroic
FanficVida... Dolor... Decepción... Amor... Procreación... Paz... Muerte... Todos estos hechos son el ciclo de la vida de un individuo... Así fue la mía... Fue una aventura completamente loca y mereció la pena, todo mereció la pena por él. -Alexander Slug...