Gestos [JinNam]

Octavo Gesto

          Namjoon y Seokjin tenían opiniones diferentes sobre una gran cantidad de cosas la mayoría de las veces.

           Pero en lugar de molestarle, Namjoon pensaba que eso era bastante interesante, y sabía que Seokjin creía lo mismo.

           Siempre podían debatir y hasta tener discusiones por distintos temas, logrando que se conocieran más y afianzaran sus conocimientos sobre el otro. Era divertido y hasta reconfortante para ambos hablar con el contrario y nunca se aburrían.

           Para Namjoon podía resultar algo insípido que alguien estuviera de acuerdo con todos sus pensamientos y filosofías, ya que no habría mucho de qué hablar o profundizar llegados a un punto de la conversación si eso era así.

          En cambio, con Seokjin podía hablar y enfrascarse en una charla de lo que fuera y sabía que lo disfrutaría al máximo.

           -Sigo pensando que las películas son mejores que los libros y no vas a lograr cambiar mi opinión.

           -No planeo hacer eso –rió Namjoon-, pero si le dieras una oportunidad a los libros, te aseguro que no te arrepentirás.

           -La única razón por la que leo algún libro es porque tú me lo recomiendas. E increíblemente, esas pocas veces me han gustado los que me has dado.

           -Eso es porque te conozco y sé qué tipo de lectura podría llegar a gustarte.

           Seokjin entornó sus ojos entretanto Namjoon se giraba y buscaba entre los estantes de un librero algo que podría llegar a ser del gusto de su hyung.

           El mayor había sido arrastrado por Namjoon hasta esa biblioteca durante el corto descanso de sus actividades porque el moreno le había pedido que lo acompañara al ser sus descansos en horas simultáneas.

           Ahora Jin se encontraba viendo cómo Namjoon estaba agachado enfrente de él pasando su dedo índice por el lomo de los libros con una expresión concentrada.

           -¡Encontré algo! –exclamó Namjoon. Se escuchó un "shhh" sincronizado de las personas en la biblioteca debido al grito de Namjoon, avergonzándolo en el proceso- Disculpen –dijo esta vez en un susurro para todos los presentes, aunque estos no pudieran escucharlo-, es que estoy emocionado porque es la primera vez que traigo a alguien a la biblioteca conmigo.

           -Qué tierno eres –comentó Seokjn tratando de ocultar su risa - ¿Qué encontraste?

           -Un libro que podría gustarte –Namjoon le extendió el libro a Jin y este lo tomó con una expresión confundida.

-¿"Me alegra que hayas vivido como BonoBono"?

           -No te voy a decir de qué se trata. Tendrás que descubrirlo por ti mismo –sonrió al ver la expresión enfurruñada de su hyung por lo que había dicho- ¿No hay alguno que me quieras recomendar a mí?

           -Ya te dije que no soy de leer muchos libros... aunque...

           Seokjin salió de ese pasillo y emprendió rumbo hacia otras estanterías bajo la mirada confundida de Namjoon. El moreno esperó unos momentos a que el otro volviera, y cuando estaba dispuesto a ver a donde había ido, este regresó plantándose enfrente de él.

           -Toma –agarró una de las manos de su amigo e hizo que tomara el tomo en su mano-. Fue más difícil conseguirlo de lo que pensaba.

           -Hyung –susurró Namjoon viendo detalladamente lo que tenía en manos-. Este es el tomo de un manga.

           -No hace falta que resaltes lo obvio –Jin sonrió y señaló el tomo en manos del peligris-. Lo escogí pensando en ti, así que estoy un cien por ciento seguro de que te gustara.

           El menor bajó su mirada hacia el manga: "Steins;Gate" se leía en la portada. Por el título, la portada con una chica linda que simulaba mirarlo fijamente, y con el hecho de que Seokjin haya sido el que se lo recomendara tenía varias razones para pensar que en serio le encantaría.

           -Gracias, Jin-hyung –agradeció con una sonrisa-. Estoy seguro de que me gustará.

           -Lo escogí yo por lo que es probable –asintió-. Si nuestras salidas van a ser así, deberíamos venir más seguido aquí.

           Namjoon se sorprendió por ese comentario. Sin embargo, no lo quiso contradecir y en su lugar se sintió estallar de la emoción mientras seguía a Seokjin al cajero para pagar por sus respectivos libros.

           Jin insistió por pagar el manga y Namjoon pagó el nuevo libro del castaño, regresando al trabajo juntos y satisfechos con una bolsa distinta cada uno.

            A penas tuvo un tiempo libre, Namjoon abrió el manga y comenzó a leerlo a su propio ritmo. Luego de un rato sonrió con ternura y con un sutil sonrojo pensando en lo que su hyung le había dicho: ciertamente Jin lo conocía muy bien, y aunque tuvieran gustos distintos, se complementaban perfectamente el uno al otro.

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