Gestos [JinNam]

Noveno Gesto

          Estaban saliendo de una corta sesión de fotos luego de una entrevista para una revista de moda. Jungkook se había despedido de ellos al salir debido a sus próximas actividades al igual que Jimin y Hoseok, dejando a los otros atrás sin ningún plan por el momento.

           -¿Qué van a hacer ahora? –preguntó Taehyung acercándose con sus hyungs.

           -Estaba pensando en ir a mi estudio para terminar unas letras que dejé inconclusas –explicó Yoongi con la mirada en su celular.

           -¡¿Puedo acompañarte, hyung?!

           -No creo que sea lo mejor... Prefiero estar solo para concentrarme mejor.

           Taehyung hizo un pequeño puchero por la respuesta del pelirrosa, haciendo reír a Jin que veía toda la escena en silencio con Namjoon a su lado.

           -Puedes venir con nosotros, Tae –habló Jin con una sonrisa- Sejin, Namjoon y yo vamos a ir a cenar en un rato. Te puedes unir si quieres.

           No supo por qué, pero Namjoon se sintió levemente disgustado por esas palabras, especialmente cuando Taehyung sonrió mientras asentía emocionado por la propuesta. Tal vez era por la emoción que sintió en un principio cuando Sejin les dijo para que cenaran ellos tres juntos debido a su falta de actividades, al pensar que estaría con Jin. Pero el que Taehyung fuera a estar ahí había arruinado esa mínima intimidad que quería con el castaño por razones que no comprendía del todo.

           Al ver a Tae tan feliz por verse incluido, se sintió mal por pensar de esa manera, notándosele el sentimiento en el rostro.

           -¿Qué pasa, Namjoonie? –preguntó Jin acercándose mucho a su rostro- ¿Estás triste porque no vas a poder estar solo conmigo?

          Namjoon se sorprendió por la cercanía de su hyung. Sintió su rostro caliente por las palabras astutas de Seokjin, pronunciadas con una sonrisa burlona que sin querer habían acertado en el clavo.

          -U-Un po-

          -Ya me voy –avisó Yoongi salvándolo de esa situación penosa-. Acaba de llegar un auto para mí –explicó señalando a lo lejos una van blanca con vidrios polarizados- Hasta luego.

          -¡Hasta luego, hyung! –se despidió Taehyung eufóricamente olvidando lo enfurruñado que estaba hace tan solo unos segundos.

          Seokjin también le hizo un gesto con su mano despidiéndose, sacando a Namjoon de su letargo y logrando que se despidiera de forma torpe pocos segundos después.

          -Ahora solo hay que esperar a Sejin –dijo el mayor al ver al auto con Yoongi alejándose-. Ojalá me deje conducir. El que siempre tengamos choferes que nos lleven a todas partes hace que pierda la práctica.

          -Si se lo pides, probablemente te deje hacerlo.

          -Yo no tengo problema con ello –acotó Namjoon-, ya que aún no tengo mi licencia creo que lo mejor es que alguien conduzca por mí.

          -Deberías aprender a manejar y ser más independiente, Namjoonie –acotó Seokjin-. Estoy seguro de que en los exámenes de una autoescuela te iría muy bien.

          -No es eso... Es que me da miedo imaginarme conduciendo un auto –respondió casi en un susurro-. Me pongo nervioso y siento que podría tener un accidente.

          -Nunca lo sabrás hasta que lo intentes –alentó-. Yo creo que serías un gran conductor y te apoyaría en todas tus clases e iría contigo para ayudarte en lo que quieras cuando tengas tu licencia.

          El peligris no supo qué responder a eso. Creía que Taehyung y Jin podían escuchar su corazón de lo rápido que estaba latiendo y eso solo causaba que se pusiera más nervioso. Se sentía conmovido y avergonzado gracias a Jin, aunque no le sorprendía al ser el mayor el único capaz de hacerlo sentir mil cosas en un solo segundo.

          -¡Eso es una gran idea, hyung! –felicitó el menor de los tres- ¡Todos podemos apoyar e ir a visitar a Namjoon-hyung cuando esté aprendiendo y enseñarle lo que necesite!

          Su burbuja azul en la que existían Seokjin y él nada más fue rota por la grave y animada voz de Taehyung.

          -¿Te parece bien? –preguntó el castaño. No sabía si estaba viendo mal, pero Namjoon creyó ver los ojos de Jin más brillantes y hermosos que de costumbre en ese instante- Si aceptas, puedo llevarte y recogerte en la semana cuando tengas clases.

          -Acepto.

          Las palabras habían salido con una velocidad asombrosa que lo confundió gracias a la propuesta de su lindo hyung. Sin embargo, cuando vio a Seokjin riendo por su exagerada reacción para que luego le diera ánimos diciéndole que hablaría con Bang PD sobre eso, sintió que las mariposas se formaban en su estomago empezando a danzar de un lado a otro con felicidad.

          Ciertamente Seokjin era el único capaz de sacarlo de su zona de confort y hacerlo experimentar cosas nuevas ahuyentando lejos sus inseguridades y miedos, dando lugar a una paz y alegría continua estando a su lado.

          Y otra vez en su burbuja de amor, Jin y él eran los únicos allí.

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