Gestos [JinNam]

Vigesimoquinto Detalle

           Normalmente, las personas cuando estaban enamoradas tenían sus momentos de privacidad en casa o en diferentes lugares, para pensar más calmadamente en sus sentimientos y relajarse o distraerse con distintas entretenciones, que desvíen el pensamiento de la persona amada por cierta cantidad de tiempo.

           Para Namjoon, esos escenarios le eran muy escasos, teniendo en cuenta que pasaba gran parte de sus días al lado de Jin y que además trabajaba con él, por lo que de una u otra forma se lo encontraba mínimo un par de veces al día en su rutina diaria.

          Todo ello lo hacía sentir mareado en emociones, y al mismo tiempo reforzaba sus sentimientos hacia al mayor que solo parecían seguir aumentando con el pasar de los días al estar en su compañía.

           Incluso así, existían momentos en los cuales estaban separados, ya fuera por estar ocupados en distintas cosas o por simplemente estarse relajando en diferentes lugares. Esos momentos, por más raro que sonase, lo hacían añorarlo y desear estar con él, causando que su mente se mantuviese ocupada con más frecuencia de la que querría en recordar momentos vividos en compañía de Seokjin y en fantasías de cosas que tenían muy pocas posibilidades de ocurrir.

           Especialmente en ese día, ya que justamente en esa fecha ansiaba verlo más que en ninguna otra, debido a que era su cumpleaños y uno de sus más grandes deseos en esos momentos era pasar algo de tiempo de calidad con su lindo hyung.

           No se sentía molesto por la inexistente presencia de Jin en el restaurante al que los chicos lo habían llevado para festejar su cumpleaños, lo comprendía. Solamente estaba algo ansioso y triste, deseando que su anhelo se cumpliera al ver llegar a Seokjin en cualquier momento para que así su rostro se cubriera de completa felicidad.

           Seokjin no había estado en su rango de visión desde que empezó el día; algo raro considerando que por lo general lo veía siempre todos los días. Eso era debido a que estaba lleno de trabajo y actividades desde temprano en la mañana, el mismo Jin se lo había dicho el día anterior en una charla casual que tuvieron durante la cena. A pesar de eso, no podía evitar desilusionarse cada vez que veía a alguien entrar al restaurante sin que esta fuera el hombre que ocupaba un lugar dentro de su mente y corazón.

           -Jin-hyung me acaba de escribir –anunció Jungkook, llamando la atención de los demás en la mesa-: dice que acaba de terminar por hoy, pero que llegará tarde, que no lo esperemos.

           Namjoon se encogió en su asiento por la noticia y sintió a Yoongi acariciar su espalda a modo de consuelo ante su obvia decepción. Esperaba verlo por lo menos unos minutos para que cantaran la canción de cumpleaños juntos, pero aparentemente eso no se iba a poder.

           El que las luces se apagaran de un momento a otro lo sorprendió momentáneamente, relajándose cuando dedujo que alguno de sus amigos era el causante de ello. Mas cuando escuchó una voz que conocía perfectamente comenzar a cantar la característica canción de cumpleaños mientras una tenue luz se acercaba cada vez más hacia él, se paralizó.

           Sus compañeros y las personas junto con empleados cercanos también empezaron a cantar, aunque para él todo se detuvo de un segundo a otro cuando en su campo de visión se atravesó Seokjin sosteniendo un pastel de cumpleaños con una sonrisa.

           -¿Te sorprendí? –dijo carismático una vez que la canción terminó y los demás comenzaron a aplaudir-. Anda, pide un deseo.

           Namjoon salió de su estupefacción al escuchar la dulce voz del mayor, y al darse cuenta de que Taehyung se encontraba grabando todo con su teléfono, decidió actuar y pidió con rapidez su deseo para luego soplar las velas enfrente de él y así escuchar los aplausos y felicitaciones de todos a su alrededor.

           -¿Creíste que me perdería tu fiesta de cumpleaños? –rió Seokjin, sentándose a su lado luego de que encendieran nuevamente las luces- Por favor, solo tuve que confabular con los demás y terminar todo muy rápido para poder llegar a tiempo aquí. Y con este rostro y este talento, no fue un gran reto que digamos.

           El moreno se carcajeó fuerte al escucharlo, agradeciéndole posteriormente a Hoseok luego de que este le tendiera su plato para que pudiera comer del pastel que Seokjin había traído con él y que ahora se encontraba en el centro de la mesa.

           -Te compré este pastel de helado mientras venía hacia acá –relató-. Pensaba en comprar uno normal, pero cuando vi que este tenía la cara de Ryan el oso, no pude evitar pensar en ti –sonrió-. ¿Te gusta?

           -Me encanta. Es simplemente perfecto, hyung.

           -Nosotros ya teníamos un pastel guardado para Namjoon-hyung –comentó Taehyung.

           -¿Crees que me importa?

           El cumpleañero saltó en su asiento al sentir la mano de Seokjin en su brazo, consiguiendo con ello que fijara su atención en la cara sonriente y brillante del castaño que lo veía con total cariño y alegría.

           -¡Feliz cumpleaños, Namjoonie! Creo que hoy no te lo había dicho.

           Namjoon sonrió, conmovido- No te preocupes –le restó importancia-... Muchas gracias, Jin-hyung.

           Jin sonrió, satisfecho con esa respuesta para después intentar alimentar a Namjoon con el pastel, lo cual logró al ser recibido con euforia por los labios del susodicho aquel trozo sostenido entre dos palillos.

           De repente, al estar degustando aquel dulce sabor acompañado de sus amigos y con Seokjin viéndolo con total adoración, sus preocupaciones y tristezas anteriores se desvanecieron, siendo ocupadas por renovada energía y amor.

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