Gestos [JinNam]

Vigesimocuarto Gesto

           -¿Qué estás haciendo, Joonie...? –Seokjin detuvo su caminar repentinamente y su expresión aburrida cambió rápidamente a una sorprendida-... ¿De dónde sacaste eso? ¡Te ves adorable!

           -¿Eh?

           El aludido tomó las orejas de conejo de juguete que tenía puestas en su cabeza al escuchar al mayor. Estaba acomodando su habitación cuando de pronto encontró esas lindas orejas de animal en su armario. Si mal no recordaba, las había recibido hace un tiempo atrás de una fan en un fansign. Automáticamente al verlas se enterneció y decidió probárselas unos cuantos segundos.

           Al terminar de explicarle aquello a Seokjin, el castaño se mostró encantado por cómo se veía él con aquel adorno.

           -¡No te las quites! –le gritó Jin al ver las intenciones de Namjoon al llevar sus manos a su cabeza- Te ves muy lindo así.

           -Pero es algo vergonzoso, ¿no crees?

           -No, te ves rudo –asintió-. Tu altura y cuerpo te hacen ver intimidante, como un conejo tierno, sexy y malo.

           -¿Qué estás diciendo? –rió apenado- Es la primera vez que escucho algo así.

           -¡Es la verdad! Incluso... dame un segundo.

           Jin salió rápidamente de la habitación de Namjoon, dejando a este último desconcertado y con una sonrisa temblorosa en sus labios.

           Se miró en el espejo de su cuarto, viendo su reflejo e intentando encontrar todo aquello que había dicho Seokjin. No tenía idea de cómo a su hyung se le ocurrían cosas como esas, pero sin lugar a dudas era capaz de aumentar su seguridad y autoestima en un instante.

           Minutos después llegó nuevamente Seokjin, impactando a Namjoon al verlo con unas orejas de conejo puestas en su cabeza muy parecidas a las de él.

           -¡Mira! Las encontré en mi habitación –exclamó señalando arriba de su cabeza-. Sabía que las tenía en algún lado y después de un rato logré dar con ellas.

           -Wow, te ves... muy bonito, hyung.

           -Gracias, lo sé –Jin le guiñó un ojo y Namjoon sintió su corazón latir con rapidez por ese acto-, tú también te ves lindo.

           El menor no supo qué contestar, pero no tuvo que pensar mucho en ello al ver a Taehyung entrar seguido de Hoseok en la habitación con sonrisas brillantes y un par de orejas de conejo adornando la cabeza de cada uno.

           -Hola, hyung –saludó Taehyung acercándosele-. ¿Qué tal nos vemos?

           -Jin-hyung dijo que estabas apenado por cómo te veías, así que vinimos como una manada a alegrarte –dijo Hoseok sin borrar su sonrisa en ningún momento-. ¡Podemos ir a fastidiar a Yoongi-hyung viéndonos así!

           Taehyung se entusiasmó por la propuesta de Hoseok, empujándole con emoción hacia la habitación de Yoongi una vez que acabó de decir su idea, dejando a Namjoon riendo con Seokjin dentro de la habitación por lo bizarra de la situación.

           -¿Vamos?

           -Por supuesto –rió Namjoon-. Ni siquiera sé cómo empezó todo esto.

           -Venía a preguntarte si querías jugar videojuegos conmigo cuando te encontré luciendo adorable con tus orejas de conejo –se acercó al contrario y acomodó las susodichas orejas en la cabeza del pelirrosa, emocionando y colocando a Namjoon más tímido de lo que ya estaba-, aunque podemos jugar después. ¿Te gustaría?

           Namjoon sopesó sus posibilidades, considerando que antes de que ese escenario se le presentase iba a ir a la empresa a trabajar en unas nuevas pistas que tenía pendientes. En cambio, la sonrisa de Seokjin y la esperanza de un sí brillando en sus ojos fueron suficientes para que asintiera y olvidara todo lo demás.

           -Claro, ¿por qué no?

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