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CAPÍTULO 4

Por una mentira me ilusioné en cosas

banales, como la máscara de tu

sonrisa disfrazada de amor.

Por una mentira he llorado a tal

punto de sangrar púrpura, porque el

guinda se terminó cuando recibí tu

puñal directo a mi sinceridad.

Por una mentira he deseado hasta lo

ajeno con tal de llegar hasta la cima

de tu lejanía.

Por una mentira acepté la

monstruosidad de persona que te

convertiste, donde formaste un

injerto conmigo y la maquillaste en

"lazos de amor".

Por una mentira disfruté hasta de lo

desabrido y me cohibí del éxtasis de

la vida.

Pero gracias a todas esas mentiras,

desperté de la ceguera que sellaste

en mis ojos y el capullo floreció para

dar paso a una libertad plena, donde

no existen ataduras y ahora vivo en

un mundo forjado por mí. 

Aquello que

siempre temías y odiaste.

Poema, Liberación de la mentira de Viviaxx25** 

— Bienvenido a mi hogar Jungkookie.

Una casa de dos pisos con baldosas de cerámica pulida en el piso y paredes adornadas con pinturas renacentistas se dibuja ante mis pupilas dilatas por la algarabía prendida en fulgor creciente ante la dicha de admirar semejante ambiente.

— Bonita casa hyung— nunca había visto el interior de una casa de ricos. Comparada a la mía... es una burla.

— Espérame en el sillón Jungkook, voy a cambiarme.

— ¿Cambiarte?

— Sí hermosura.

— ¿Qué?

— Kookie me descambio y salimos. Si tienes en mente que si alguien aparecerá y te sentirás  "intimidado", despreocúpate, mis padres llegan del trabajo aún en la noche.

— Okey— Bueno, cambiarse de ropa cada que se puede y se desea, parece que son cosas de niños ricos. Prueba de ello, Kim SeokJin.

Mis ojos estudian detalladamente la decoración del interior y las diferencias con la mía no tardan en presenciarse.

La casa completa de SeokJin debe medir por lo menos 1500 metros cuadrados, la mía... ¡qué hablo! no tiene ni un solo punto de comparación. Mi casa apenas bordea los 20 metros cuadrados y eso que las paredes externas están cubiertas por un cobertor oscuro trinchado en fragmentos para cubrir  los desgarres que tiene la madera. Ni qué decir de las divisiones, porque no las hay. Manteles de dos colores simulan el apartado, celeste y verde claro; una para mi "cuarto" y otra para el de mis padres. La cocina está ahí junto al baño y ¡cómo no mencionar la enana mesa de "estudio"! aquella, carcomida por la polilla de la humedad que inunda mi hogar.

Ahora que lo recuerdo ¡Qué horror!

— Hermoso Jungkookie, a emprender camino— Un SeokJin vestido en una franela blanca fina junto a una playera oscura con sandalias blancas que grita a viva voz la marca Fila se deja ver en lo profundo de la sala.