※ Para Jeon JungKook no es difícil conseguir novio.
Solo que el quiere un novio rico, no importa si es excesivamente mayor que él.
Pero... en el barrio donde vive, solo hay pobres como él. ※
✧ Pareja principal Vkook
✧ Alto contenido sexual
✧ No...
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Kim Taehyung
— ¡Venga a la cama hermano mío!
— ¡No! Dé-... déjame chupar ot-
— Demasiado ron ya tomaste coca cola. — jalo a rastras el pesado cuerpo de mi hermano hacia el cuarto de invitados.
¡Qué se comió una vaca este cabronazo!
Mi sonrisa se extiende enormemente, hasta sentir que no cabe en mis pequeñas mejillas, cuando estudio el rostro colorado de Namjoon y su ronquido escandaloso.
Mis padres consienten demasiado a su pequeño hijo. Vil mitómano.
Me pregunto si de esa pequeña y tentadora boca alguna vez saldrá algo sincero. Porque desde que le conocí no ha dejado de lanzar patrañas sin descaro alguno.
Sabía perfectamente que Jungkook iba a acudir a donde él, por eso es que planeé una "reunión" de negocios en casa. El celular de Namjoon timbró miles de veces y juro, lo juro, que no sé cómo aguanté tanto la risa.
¿Jungkook orgulloso? náh... por dinero se restriega a cualquiera.
Ahora ya no tienes escapatoria pequeño.
¿Creíste que ibas a conseguirlo? No. Conmigo no se juega muñeco.
Yo soy el que juega.
***
— ¿Puedo pasar?— levanto una ceja cuando la pequeña cabellera azabache y brillosa de Jungkook se asoma en la puerta de mi oficina.
— Claro— su exuberante cuerpo camina entre el sofá blanco hasta llegar al asiento. Cuerina negra es la que dibuja extravagantemente sus piernas gruesas y contorneadas y aquella camisa transparente, que le obsequié mediante Nam, dibuja perfectamente su diminuta cintura, embelleciéndome y sulfurando ante mis ojos, tan extasiados por él.
Oh mi...
— Taehyung~ he estado pensando... la verdad he esta-... no. Lo he pensado mejor y... pues he decidido quedarme. Porque mis padres... como sabrás, nuestros padres, no toda la vida nos mantienen, y en parte también deseo independización, porque no viviré todo el tiempo con ellos. ¿Tú me entiendes no?— una sonrisa tímida dibuja su rostro.
— Ajá.
— ¿Taehyung~?— sus finas manos rebuscan las mías que reposaban juntas en la mesa. Sus pequeños ojos, impregnados con un débil brillo, que no puedo descifrar, hacen que me pierda en ellas. Brillantes como luciérnagas y elocuentes para perderse en la demencia.