¿𝚂𝙴𝙶𝚄𝚁𝙾 𝚀𝚄𝙴 𝙼𝙴 𝙰𝙼𝙰𝚂? ➴ 𝚅𝚔𝚘𝚘𝚔 ➶

CAPÍTULO 37

Antes de que bajen a leer, quiero aclarar algo, YO NO ESTOY INCENTIVANDO EL ODIO HACIA PARK JIMIN, NI HACIA NADIE DE BTS. ACLARAR que esto es un Fic, y así estoy desarrollando a MI PERSONAJE y PERSONAJES por favor.

Gracias.

¡Por la misma mierda!

¡Odio aquí!

Nunca más permitiré que Kim toque mi cuerpo. En la noche de ayer, en realidad no sé de dónde sacó tanta fuerza, que el lado humano se esfumó para dar pase al reflejo animal.

Animal, será su nuevo nombre.

Después de la brutal arrimada que tuvimos en el baño del disco club, prácticamente corrimos a su mansión y de solo recordarlo ¡se me eriza los pocos vellos que poseo!

No dejaba de gruñir y penetrarme tantas veces, que siento que perdí hasta la consciencia de la infinidad de orgasmos que tuve, la cúspide del clímax recibiéndome tan gloriosa y vanidosa en su portal.

Ni qué decir, las tantas veces que me reclamaba como suyo, mientras sus manos y rasguños se esparcía por toda mi piel, como si fuese un puto esclavo.

¡Que sus labios hayan besado y lamido hasta donde no debe... es escándalo!

Cuando el reloj marcó las tres de la madrugada, recién pudimos descansar.

Cuando desperté, siendo más de las siete de la mañana, juro que el laberinto que reflejó mi cuerpo desnudo frente al espejo, casi me desmaya.

Mis nalgas tan amoratadas, mis piernas ejercitadas que ni se podían sostener, mi abdomen bañado por cúmulos de semen seco, mismo donde figuraba rasguños. Mi espalda siendo el sacrilegio de la impunidad, tan roja por las ceñiduras de sus manos y las cinceladas, injuriando a un bosquejo de látigos.

Cuando creí que todo terminaba ahí, la hendidura de unos dientes entre mi clavícula y hombro derecho demostrando tan vilmente posesión.

Y sin añadir los chupetones espesos esparcidos alrededor de mi cuello.

Ah... ¡todo mi cuerpo me duele! Puta paliza que recibí anoche.

Definitivamente no conocía esos fetiches de Kim Taehyung.

Sin embargo, gracias al santo Ramón llegué a tiempo a clases, mas una mirada curiosa me está ahondando hacia la incomodidad.

Seokjin nuevamente intentando colmar mi exasperación.

Diez minutos desde que llegué y él aún sigue escrutando mi rostro, como si fuese un puto divino.

— ¿Y bien?— volteo mi rostro para encarar la suya, mas el aludido gira al mismo tiempo, pero hacia el otro lado.