Capitulo 27

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-todo listo- asiento. 

por fin saldré de la clínica, estoy loca por llegar a casa, bañarme, descansar un poco, comer algo decente. hoy no he visto a los padres de David, les agradezco mucho, han estado conmigo desde que desperté en la camilla de la clínica, se ofrecieron a pagar todo a pesar de que les dije que no era necesario, me han traído ropa y todo lo necesario para las bebes. se que dinero no les falta, pero me siento algo extraña, no estoy acostumbrada a que me regalen las cosas por que si. 

también debo de entender que son los abuelos y quieren darles lo mejor, ojala y mi madre estuviera aquí, se que estaría super emocionada y estaría pendiente a mis cuidados. a veces no termino de comprender las vueltas del destino pero por otro lado me alegro de que este muerta, así se que no esta siendo maltratada o algo peor. 

luego de mi de alta, Renato me ayuda a llegar al auto junto a mis hermosas bebes, que tiene puesto un vestidito blanco con puntos azul marino y un pequeño lazo en frente, trajecito que compro su tía Ana Esther, que por cierto, tengo días que no se sobre ella. pensando en todo y en nada a la vez, veo el camino que recorre Renato y no lo reconozco. 

-me estas secuestrando o que- reímos por mi comentario.

-sabia que dirías eso- ríe de nuevo- no te lo había comentado antes para que no te molestaras. 

-me estoy molestando ahora y no me has dicho. 

-bueno, los padres de tu amorcito, compraron una casa para sus nietas, obviamente, no pueden vivir solas ahí así que la pusieron a tu nombre para que tengas donde vivir ya que el apartamento fue destruido.

-cuando pensabas decirme?

-pues... quería darte la sorpresa vendandote los ojos pero recordé que venimos con las nenas y se me paso- me mira por el retrovisor y solo puedo reír. 

-me imagino que solo viviremos las niñas y yo...

-esa era la idea hasta que tomaste la decisión de que yo estuviera en el parto, ellos entendieron que somos inseparables y que me necesitas... así que también tengo una habitación en tu nueva casa. 

Medito todo lo que me a contado Renato, se que la familia de David lo hace por que son sus nietas y en verdad estoy en necesidades pero todo esto lo ha causado su hijo, sentirá culpa por lo que el ha hecho? En todo caso, es el el que debe disculparse y tratar de arreglarme la vida, aún que luego del vídeo dudo mucho que pueda verlo diferente, pensé que era un niño agravado en el cuerpo de un hombre... pero ya está, lo que está hecho, hecho esta y no podemos darle la vuelta para que todo vuelva a ser como antes. La casa, el nacimientos... esperen...

-me mentiste- le digo a Renato.

-a que te refieres...

-dijiste que Fiorella te había ayudado a comprar una casa... y fueron los padres de David...

-en parte, Fiorella me ayudo a conseguir esta casa, los padres de David sólo pusieron el dinero. Ana me pregunto que donde estaba viviendo, le dije que temporalmente con mi hermana, que luego de que salieras de la clínica saldríamos a ver casas para nosotros, ella se ofreció a prestarnos una que no estaban usando, le comenté que tenía una casa en mente pero que costaba mucho y en menos de una segundo me firmó un cheque en blanco, que le colocará el monto que costará la casa. Que no importaba cuanto costará, que era su regalo para las niñas.

-son asquerosa mente ricos.

-no quieres que te diga cuanto costo?- me mira a través del retrovisor, su mirada me lo dijo todo.

-no, me dará dolor de cabeza después- el se ríe y seguimos con el trayecto. Miro a mis bebés durmiendo plácidamente en una silla para bebés doble que generosamente vino de parte de Fiorella, si esto es de ella porque me mandó fotos por WS.

En medio de la avenida principal, Renato dobla a la izquierda donde hay un enorme portón negro con detalles, saca un control y al presionarlo, el portón se abre mostrando un camino para coches y al final una casa de dos plantas, un enorme jardín nos da la bienvenida.

-bienvenida a tu nuevo hogar- dice Renato- tiene piscina en el patio trasero, y si te fijas, en el jardín hay columpios tanto para niños y adultos- sonríe.

-ya se que te montaste...

- si, los probé de diversas formas- sonríe...

- que asco, profanaste los juegos.

-John no puso mucha resistencia.

-no quiero saber, espero que no lo hayas echo en la cocina...- me mira de reojo con su risa burlona.

-tendremos que poner límites Renato, no puedes andar por la casa. Teniendo sexo como salvaje.

-no te preocupes, John y yo no aremos ruidos en las noches- me pica el ojo y sólo puedo reír. Ay Renato y sus cosas.

Estaciona el coche frente a la puerta principal de la casa, me quedo corta con las palabras. Es hermosa, Renato me ayuda a salir del auto, tomando la silla de las niñas, entramos a la casa, es sencilla, cálida y acogedora. 

-contrataste a alguien para la decoración?

-no, se compro amueblada...

-las nenas tienen una habitación?

-si, Ana Esther la decoro, quieres verla?

-vamos, tenemos que acostarlas- Renato asiente y subimos las escaleras, bueno, yo me tomo mi tiempo, aun estoy adolorida... cuando al fin llegamos, Renato ya me esperaba con su típica sonrisa de comercial, caminamos por el pasillo hasta parar frente a una puerta semi abierta, decorada con pequeños ositos rosa, que tierna se ve. 

al entrar quedo impactada, las paredes son blancas, pero la parte inferior esta pintado de unos tonos verde, simulando un jardín con flores y varias mariposas multi color que le da la vuelta al cuarto, un gran mueble que creo sirve de armario, un gabetero, dos cunas con su mosquitero, un sillón de dos plazas y una mecedora, todo esto de color rosa. 

-esta hermoso- me salen las lagrimas de felicidad. 

-solo lo mejor para ti y mis sobrinas- escucho en la puerta. 

-muchísimas gracias Anet- le sonrío- lamento no estar en la clínica...

-se lo que paso, no te preocupes.

-creo que ya sabes que no vivo con mis padres. 

-también lo se, y se que tienes novio, picarona- ríe. 

-debemos sentarnos para eso, ven te llevare a tu cuarto- asiento y la sigo por el pasillo, entra a una de las habitaciones y me quedo parada en la puerta. es parecida a mi cuarto en el apartamento- Renato dijo que te sentirías mas cómoda en un lugar familiar.

-pensaron en todo.

-esa era la idea- me siento en la cama, es muy cómoda.

-entonces, cuéntame....

Ana y yo hablamos y hablamos hasta que Renato entra diciéndome que es hora de cenar y de alimentar a mis bebes. 
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*5 meses después*

-Todo listo?

- Si, podemos irnos...

Beginning {N.2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora