El hermano de mi mejor amiga ೃ Jikookmin ღ

Capítulo 27: Jimin "El gran ayudante"

Treinta segundos más tarde, Hyo-jong, Hyuna, Jungkook y yo, nos encontrábamos dentro de mi casa.

Hyo-jong, quién por alguna razón estaba mirando fijamente a Hyuna, se encontraba sentado sobre una silla de madera —la cual yo había traído del comedor—. Hyuna, quien tenía la mirada fija en el suelo y sus mejillas coloradas, estaba sentada sobre un sofá para dos personas junto a Jungkook —quien no paraba de mirarme a mí y luego a Hyo-jong, como si aún estuviera decidiendo si creernos o no.

Caminé un par de pasos, sintiéndome incómodo por las miradas de Jungkook, y coloqué la silla de madera que traía, junto a la de Hyo-jong y así poder mirar de frente a Jungkook con Hyuna.

Cuando por fin me senté, mi corazón empezó a latir con fuerza. Estaba sumamente nervioso, no entendía el por qué Jungkook había pensado que Hyo-jong y yo estábamos juntos. ¿Cómo rayos pudo pensar eso? Me pregunté internamente confundido. Salir con un amigo no quiere decir que tengamos algo. ¿Acaso de verdad Jungkook cree que yo lo olvidaría tan fácil?

Aunque la verdad yo no podía culparlo por pensar así, después de todo, Jungkook y yo no teníamos mucho tiempo de conocernos y era fácil para los dos olvidarnos. Sin embargo el hecho de que él estuviera celoso, había llenado mi cuerpo tembloroso de un poco de alivio. Jungkook aun sentía algo por mí, y eso era innegable.

Otra cosa que me daba esperanza, era el hecho de que Hyo-jong estuviera en mi sala, dispuesto a ayudarme. Él y sólo él, podía aclarar las cosas y permitirme arreglar todo con Jungkook y con Hyuna. Lo único que me preocupaba, en este preciso momento, era el hecho de que Jungkook , o tal vez Hyuna, no nos creyeran.

Una tensión evidente se sentía en el aire, mientras un par de silenciosos segundos eternos pasaron. Solo el ruido de los automóviles circulando sobre la carretera terminó con el nada deseado silencio.

Observé a mí alrededor tratando de disimular mi incomodidad y evitar las miradas de Jungkook, pero fue inútil. Un escalofrío recorrió mi columna vertebral cuando nuestras miradas chocaron.

¡Rayos!, ¿cómo rompo este iceberg? Pensé, pero nada se me ocurrió.

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Luego de un minuto completo de silencio, mientras yo, aún decidía cómo romper el hielo, un gruñido procedente de la garganta de Jungkook lo rompió.

—Bueno, ¿vamos a hacer algo más que vernos las caras? —preguntó él.

Hyo-jong apartó su mirada de Hyuna y suspiró. —Tienes razón, no tenemos mucho tiempo.

—Ok —dijo Hyuna, recuperando su color natural—. ¿Qué eso que tienen que decirnos sobre Lalisa?

—Si es que lo que dicen, es verdad —murmuró Jungkook .

—¿En serio, Jungkook ? — Hyo-jong soltó una risita sarcástica, mientras levantaba una de sus cejas—. ¿Acaso sigues creyendo que yo tengo algo con Jimin?

—No tengo pruebas que demuestren lo contrario —dijo Jungkook encogiéndose de hombros y con un tono de seguridad.

Estuve a punto de refutar, pero Hyuna me interrumpió.

—Jungkook —dijo Hyuna, colocando su mano izquierda sobre su rodilla—. Tienes que darles una oportunidad, tanto a Hyo-jong como a Jimin. Ese era el propósito de esta visita, hacer las paces. ¿Recuerdas?

—Lo sé Hyuna, pero yo no me fio de esto, y menos de él —Jungkook señaló a Hyo-jong —. La gente, no ayuda a nadie nomás porque sí, y si lo hacen es por puro interés —Jungkook suspiró y cruzó sus brazos sobre su pecho como si fuera un niño malcriado—. Además yo vine a hablar con Jimin, no con Hyo-jong.