El hermano de mi mejor amiga ೃ Jikookmin ღ

Capítulo 29: Jimin "Dificil comienzo"

¿De verdad Jungkook hizo lo que hizo? Fue la primera pregunta que golpeó mi mente, cuando por fin pude reaccionar. ¿O acaso estoy soñando? Cerré un par de veces mis ojos tratando de comprobar si aún me encontraba en la realidad o si estaba en alguna dimensión desconocida a la que había sido arrastrado sin darme cuenta.

Pero no, esta era la realidad.

Un escalofrío invadió todo mi cuerpo al ver como Jungkook le devolvía el teléfono a Hyo-jong y le estrechaba la mano en señal de agradecimiento.

¿Es realmente esto posible? Me pregunté una vez más, mientras las palabras de Jungkook resonaban en mi cabeza. "Te descubrí Lalisa, aléjate de Jimin".

Toda la desesperanza que se había acumulado en mi cuerpo, minutos antes, murió al instante. Oír esas palabras había hecho que la felicidad y el alivio, llenaran todo mi cuerpo. Al fin todo estaba solucionado, o por lo menos eso parecía.

Jungkook giró sobre sus talones y me miró. Una hermosa sonrisa, llena de inseguridad y tal vez de vergüenza, se dibujó en su rostro.

Una sensación inexplicable de excitación, me hizo devolverle la sonrisa. Yo sabía que debía estar molesto con Jungkook, por demorarse tanto en creerme lo de Lalisa, y por acusarme de tramposo. Yo sabía que tenía todo el derecho del mundo, pero... yo no podía, o mejor dicho... no quería estar ni un solo minuto más sin él.

Hoy, por fin volvería a estar con el chico que amaba, el chico que me volvía loco y lograba introducir magia en mi vida y no pensaba perderlo por nada, ni siquiera por mi estúpido orgullo.

—Gracias Hyo-jong —murmuré por lo bajo—. Y gracias Lalisa —sonreí.

Ironías. Pensé.

Y si, era toda una ironía el que gracias a Lalisa, yo hubiera perdido al chico de mis sueños, y hoy gracias a la misma Lalisa y a su llamada, lo hubiera recuperado. Claro Hyo-jong y Hyuna también tenían toda mi gratitud y tarde o temprano se los agradecería, pero en este momento yo tenía otra prioridad.

Suspiré un par de veces tratando de relajar mi cuerpo, mientras caminaba hacia donde estaba Jungkook de pie. No sabía si lo que estaba haciendo era una locura, pero, si lo era, ésta era una locura que yo debía cometer. Sin pensarlo dos veces tomé a Jungkook de la cabeza y presioné mis labios contra los de él. El momento fue tan inesperado como el impulso que había sentido, pero aun así el momento fue tan mágico, puro y renovador que todo mi cuerpo vibró.

Sus labios aún se encontraban dulces y húmedos por el beso que nos habíamos dado hace unos momentos antes de ser interrumpidos por Hyo-jong y Hyuna. La sensación de esos deliciosos labios en los míos aceleraron mis latidos, los brazos de Jungkook volvieron a rodearme fuertemente, hasta dejarme sin aliento.

—¡Gracias Jungkook ! —Dije, cuando me separé de sus labios por unos segundos para tomar aire—. ¡Gracias... por esto!

Jungkook puso su dedo índice sobre mis labios, mientras nuestras frentes se tocaban y nuestra respiración era entrecortada.

—No me des las gracias Jimin —la garganta de Jungkook se movió—. Yo... fui un tonto, me deje llevar por las apariencias y no te di oportunidad de explicarte —Jungkook bajó su mirada al suelo mientras jadeaba—. Soy un completo idiota, y aunque no tengo excusa ni derecho, me permites besarte. Yo soy el que debe agradecerte.

Una sonrisa se dibujó en mi boca y en la de Jungkook. —Te amo —susurré—. No tengo nada que perdonarte.

Jungkook abrió la boca, pero antes de decirme cualquier cosa, fue interrumpido por Hyuna.