Capítulo 32: Jungkook "Incomodidades"

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Eran las 17:30 PM cuando miré el reloj para confirmar el tiempo que Jimin y yo habíamos estado juntos.

Wow hora y media. Pensé.

—¿Qué dices lo hacemos? —repetí entrecortadamente mi oferta aun mirando el reloj.

Después de todo lo que habíamos hecho realmente era muy difícil pronunciar las palabras. Mi corazón latía a mil por hora y mi respiración aún era agitada. De hecho, yo me sentía como si hubiera corrido una maratón, una que había disfrutado mucho, una en las que se gana un premio —y mi premio era Jimin.

Definitivamente había sido maravilloso entregarme a él, era la persona que más quería en el mundo y me había hecho sentir en las nubes —por tratar de describirlo de alguna manera con palabras.

Jimin era un experto, sus trucos, sus besos y sus maniobras durante el sexo, me habían dejado en éxtasis y con ganas de más y eso me encantaba. Lo único malo de este momento era que no podía durar para siempre.

Eso ya no importa. Me dije a mí mismo. El tiempo que duró fue increíble, además no es como si hubiera tenido muchas cosas increíbles en mi vida, ni que mi mano hiciera milagros.

Jimin se aclaró la garganta, interrumpiendo mis pensamientos. Regresé rápidamente mi mirada hacia él, creyendo no haber oído su respuesta pero él solo estaba sonriendo acostado sobre mí pecho. Realmente me apetecía volver hacerlo con él, pero con esa sonrisa supe que esa no sería la respuesta de Jimin. Si yo lo quería tener entre mis pantalones iba a necesitar más que pedírselo.

Suspiré. —¡No te rías! Yo solo quiero hacerlo contigo.

La sonrisa de Jimin se agrandó más, y me besó la frente. —Yo también estaría gustoso de repetirlo, pero... ¿no te olvidas de algo? —él preguntó.

—Lo sé, lo sé. Hyuna y Hyo-jong nos esperan abajo, pero... —pasé mis manos alrededor de la espalda de Jimin y lo apreté con fuerzas—. ¿En serio no nos podemos quedar un ratito más?

—Todo lo que quieras chico sexy —Jimin me volvió a besar—. Pero ahora mismo no, tenemos que bajar, yo creo que Hyuna ya se ha de estar preguntando el por qué nos estamos demorando. Y tú sabes que es capaz de subir para averiguarlo.

—Tienes razón —suspiré.

Odio a mi hermana. Pensé.

Deshice mi fuerte agarre para dejar que Jimin se levantara. Algo pegajoso había pegado nuestros cuerpos.

—Lo siento Jimin, no recordaba que mi corrida estuviera sobre mi abdomen —dije mientras sentía mi cara enrojecer.

—No te preocupes chico sexy, me encanta tener tu esencia sobre mí —sonrió—. Además yo me corrí dentro de ti. Y como no usamos condón eso significa que pronto seremos padres —bromeó él mientras se levantaba.

—Gracioso —dije, haciéndole un gesto—. Aunque, no me importaría tener un hijo tuyo, eso sería perfecto.

—¿Perfecto? —Jimin levantó una de sus sexis cejas—. Pañales, madrugar, llantos y poco sexo. ¿Dónde está lo perfecto?

—En que es tu hijo —dije riendo—. Aunque la verdad preferiría que tú seas el embarazado.

—¿Y dañar éste cuerpo? —Jimin dio una vuelta completa, mientras se ponía su camisa—. No lo creo.

—Cuanta humildad —dije, tomando mis boxers y colocándomelos—. Aunque la verdad no quisiera dañar algo tan perfecto como tu cuerpo.

—Tranquilo, Don Juan —dijo Jimin, levantando las manos en señal de rendición—. Bueno, acabemos ya con esta escena de Romeo y Julieta y termina ya de vestirte.

El hermano de mi mejor amiga ೃ Jikookmin ღDonde viven las historias. Descúbrelo ahora