Un miedo indescriptible atravesó mi cuerpo —el cual se encontraba más frío que el hielo—. Una horrible sensación de vacío llenó mi estómago.
¿Acaso he cometido el error más grande de mi vida? Me pregunté internamente, mientras observaba el rostro inescrutable de Jimin.
Un largo silencio incómodo llenó la habitación. Jimin no dejaba de mirarme y yo no podía hacer nada más que devolverle la mirada con miedo de apartarla. Sentía una necesidad inconmensurable de que se diera cuenta que estaba muy arrepentido por lo que había hecho, o por lo que casi había hecho.
El odio de Jimin crecía claramente en sus ojos con cada segundo que pasaba, y yo no podía quejarme. Su cuerpo se veía tan tenso, que me perturbaba. No podía dejar de pensar que todo esto era mi culpa, yo lo había provocado y lo merecía. Claro, ocultar la verdad hubiera sido mucho más fácil, pero no podía, yo se lo debía Jimin, él siempre fue honesto conmigo, aunque jamás le creí.
Un suspiro se escapó de entre los labios de Jimin, el abrió la boca para decir algo pero luego la cerró. Una sensación de desesperación atravesó mi pecho. Yo no sabía cómo romper esta estúpida tensión que había creado. Necesitaba que Jimin dijera algo, o hiciera algo. Lo que sea, desde insultarme hasta —con suerte— decirme un te amo.
—Lo siento, Jimin —susurré agachando la mirada, demostrando un total arrepentimiento.
—¿De verdad me amas? —preguntó Jimin, de repente.
Me levanté de la cama y me puse de rodillas delante de él, tomé su mano y volví a levantar la mirada. Una lágrima caía por una de sus mejillas, logrando que mi corazón se partiera.
—¡Sí! —dije lo más firmemente que pude, mientras limpiaba su lágrima—. Te amo a ti y solo a ti.
—Entonces, ¿por qué? —preguntó él apretando mi mano.
—Porque soy un tonto —dije sin pensar—, un tonto que se deja llevar por un calentón, y que luego se arrepiente de ello.
—Pues te exijo que ya no lo seas —dijo Jimin fuertemente.
—No te entiendo —dije, desconcertado por su tono de voz—. Creí que...
—Jungkook —suspiró Jimin—. Para ser honesto quiero que te largues de mi casa en este momento.
Más que dolor provocaron esas palabras en mi corazón.
—Si es lo que quieres —dije poniéndome de pie. Estaba a punto de dirigirme hacia la puerta cuando sentí el agarre fuerte de la mano de Jimin.
—Aún no termino —dijo Jimin, sus ojos no revelaban nada que me diera esperanza—. Es cierto que quiero que te largues de aquí. Pero... —suspiró—. Pero no es lo que realmente desea mi corazón.
—¡Discúlpame Jimin!, solo discúlpame —dije sacudiendo mi cabeza.
—No es tu culpa Jungkook —dijo Jimin—. Aunque quiera culparte, no lo es, aquí la única responsable de todo y cada una de las malas decisiones que hemos tomado es Lalisa.
—Seamos realistas Jimin, Lalisa no me obligo a aceptar la cita con él —dije.
—Mira Jungkook, puede que eso sea verdad, pero... —Jimin suspiró—. En este caso Lalisa y Taemin son los culpables de nuestros errores.
—Tienes razón Jimin —dije—. Pero... aun así, no tengo excusa.
—Mira Jungkook, el amor y los celos nos hacen hacer cosas horribles y más cuando nos manipulan. Lalisa y Taemin nos hicieron esto por capricho, porque nos querían separar y nada de lo que ellos nos obligaron hacer importa —dijo Jimin, mirándome fijamente—. Además Jungkook, para ser sincero yo también casi hago algo de lo que me hubiera arrepentido toda mi vida.
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El hermano de mi mejor amiga ೃ Jikookmin ღ
FanfikceJungkook. El chico más popular y genial de la universidad, con el que todas las chicas sueñan y el novio perfecto de una despampanante belleza, ha regresado a su ciudad natal, para visitar a su hermana. Solo que..., la vida tiene otros planes para...