El hermano de mi mejor amiga ೃ Jikookmin ღ

Capítulo 18: Jungkook "Calenturas"

Cada bello de mi cuerpo se erizó cuando Yugyeom acarició mi cabeza mientras me besaba con fuerza.

¿Qué estás haciendo? Resonó una voz dentro de mi cabeza. Tienes que detenerte.

Pero por más que mi mente me diera órdenes, mi cuerpo se movía en piloto automático. Mis manos rodearon el cuerpo de Yugyeom, atrayéndolo más cerca de mí.

Sus manos me despeinaron, mientras intensificaba su beso. De pronto, sentí la necesidad de estar sobre Yugyeom y arrancarle la camisa. Cada parte de mi cuerpo hervía en pasión. Necesitaba desesperadamente acortar nuestras distancias.

Puse mis manos sobre su camisa y desabroché el primer botón. Entonces Yugyeom se apartó de mí, respirando aceleradamente.

— ¿Qué pasa? —pregunté—. ¿Acaso beso mal?

— ¡N-no! ¡No es eso! —suspiró Yugyeom muy agitado—. ¿Estás seguro de esto?

—Acaso ¿no quieres hacerlo? —pregunté ofendido.

—No, no es eso —dijo Yugyeom, acercándose y tomando mi mano—. Pero, no quiero que mañana te sientas extraño.

— ¿Extraño? —dije soltando su mano y caminando hacia el ventanal que conducía al patio oscuro—. Tal vez... un poco —confesé avergonzado.

—Comprendo —dijo, caminando hasta estar detrás de mí—. No quiero que te sientas así mañana y luego me odies —dijo él, colocando sus brazos alrededor de mi pecho.

— ¿Odiarte? —pregunté confundido, girando mi cabeza para verlo.

Yugyeom me estaba mirando fijamente. —Jungkook, es normal sentirse así después de una ruptura, yo ya he pasado por eso, muchas veces.

—Si tú lo dices, eres el experto en esto —suspiré—. Esta es la primera vez que termino con un chico.

— ¿Es en serio? —Dijo él sonriendo entre dientes—. Si no me lo dices, no me entero.

—Gracioso —dije, besando sus labios.

— ¿Sabes?, olvidarlo tomará su tiempo —Yugyeom me miraba con ternura—. Pero yo siempre estaré allí para apoyarte en todo lo que necesites.

— ¡Gracias, necesitaba oír eso!

— ¿Quieres que te lleve a tu habitación?

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Treinta minutos después me encontraba solo en una cama tamaño Queen, rodeado de una enorme habitación, llena de pinturas, una mesita de noche, un enorme armario y un ventanal por donde se reflejaba la luz de la luna.

Yugyeom. Suspiré.

Desde que conocí a Yugyeom aquella noche en el taxi, lo único que él había hecho era darme consejos y apoyarme en todo. Era una de esas pocas personas especiales que inspira confianza y que sabes que no volverás a encontrar en tu vida. Además era muy guapo, él tenía unos hermosos ojos grises y un trabajado sexy cuerpo. Si a eso le sumamos el hecho de que me acaba de confesar su amor por mí.

Era el chico perfecto.

Y si es tan perfecto. Me dije. ¿Qué hago en esta cama lejos de él?

Me levanté de golpe, atravesé la enorme habitación directo hacia la puerta. Cinco minutos después me encontraba de pie frente a la puerta del cuarto de Yugyeom. La luz estaba apagada y no salía ruido de la habitación.