Capítulo 23: Jimin "Consejos"

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— ¿Podrías acelerar, por favor? —le dije al conductor.

—Hago todo lo que puedo —dijo el taxista, mirando por el retrovisor. Sus ojos color gris se vieron hermosos con el reflejo del sol.

—En realidad, necesito llegar lo más pronto posible —dije, sintiéndome desesperado—. ¿Puedes acelerar?

—Tranquilo, es mejor llegar tarde, que no llegar nunca —dijo el sexy taxista mostrándome su deslumbrante sonrisa por el retrovisor—. Creo que la persona que te está esperando lo entenderá.

—Esa arpía, no creo que lo entienda.

— ¿Arpía? —dijo él, arrugando su frente—. Perdona si me meto donde no me llaman, pero no pareces muy feliz de ir donde ésta mujer. ¿Te hizo algo malo?

—No tienes ni idea... —dije, apretando mis manos fuertemente—. Es la persona más detestable que puedes conocer. Aparte de eso, está loca.

Una dulce carcajada se escapó de sus labios. —Créeme, he conocido a gente muy detestable a lo largo de mi vida y la mayoría de las veces ha sido abordo de este taxi.

—Tu trabajo debe ser muy cansado si así es tu clientela.

—Es como todo —dijo suspirando—. Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, a veces conozco gente linda y agradable, como tú —él me miró por el retrovisor.

Las palabras del taxista me hicieron sonrojar. ¿Acaso está coqueteando conmigo?, ¿será gay? Suspiré. No puede ser. Me dije a mí mismo. Yo estoy viendo cosas donde no las hay. Sacudí mi cabeza. De seguro lo que intenta es ganarse un extra con todos sus pasajeros.

—Calla, no soy tan lindo —dije sonriendo.

—Claro que sí, solo mírate. Linda cara, lindos ojos, buen cuerpo y por si eso fuera poco tienes una hermosa sonrisa —dijo guiñándome un ojo—. Todo un buen prospecto de chico lindo.

Ok. Me dije. Esas palabras acaban de aclarar mi duda, me está tirando onda a toda regla. Lo único que se me ocurrió hacer, fue sonreír mientras miraba el retrovisor y el reloj.

— ¿En serio no puedes ir más rápido? —finalmente pregunté impaciente.

—No, lo siento. Voy a límite de velocidad permitido, si acelero podrían multarme. Además no entiendo tu prisa —él volvió a mirarme por el retrovisor—. Si yo estuviera en tu caso y fuera a ver a una mujer detestable no estaría tan ansioso de llegar.

Un fuerte suspiro se escapó de entre mis labios. —No lo entenderías, es muy complicado. Esa mujer despreciable puede ser la única que me puede ayudar a conservar a alguien importante —dije esas palabras sintiéndome vacío por dentro—. Lo siento, no quiero abrumarte con mis cosas.

—No te preocupes por eso —dijo el taxista poniendo sus ojos en blanco—. Al fin y al cabo yo fui el que preguntó. Además yo suelo entender muchas cosas complicadas. Si quieres, y ojo, sólo si quieres, me puedes contar qué te pasa, y así yo puedo darte un consejo. A veces y solo a veces es mejor escuchar un consejo de un desconocido que de los amigos.

La verdad, era que necesitaba contarle a alguien todo lo que me estaba pasando, necesitaba urgentemente sacarlo de mi interior y desahogarme. Obviamente Hyuna no era una opción para mí, y este taxista se estaba ofreciendo a escucharme de la forma más desinteresada. Además su lógica era cierta, una persona desconocida podría darme un punto de vista objetivo y sincero, pero lo mejor era que no conocería nunca a las personas de las que le estaba hablando. Aun así, hablar con extraños no era lo mío.

—Bueno, si no quieres contarme no hay ningún problema —dijo el taxista después de un breve silencio—. Pero te diré algo, si esa persona de la que me hablaste hace rato quiere realmente estar a tú lado, lo hará y listo, no creo que debas forzar a nadie a estar donde no se quiere. Recuerda esto —dijo suspirando, y con su mirada llena de melancolía—. Al corazón no se le puede mandar, solo se le puede escuchar y ya. Cuando alguien quiere a una persona y quiere verla feliz, no piensa solo en uno mismo, sino también piensa en la otra persona y si esa persona está feliz lejos de uno, pues aunque duela, uno tiene que dejarla ir, aunque eso implique que deje de estar a tu lado.

El hermano de mi mejor amiga ೃ Jikookmin ღDonde viven las historias. Descúbrelo ahora