"Donde estarás, donde estaré. Si ni siquiera lo sé. Me esperarás, te esperaré. No lo quiero saber...". Resonó el tono personalizado de mi teléfono por sexta ocasión.
Miré el despertador de mi mesita de noche el cual marcaba 8:00 AM. Rayos, ¿a quién se le ocurre llamarme a esta hora? Me dije mientras me levantaba.
Tomé el celular y miré el ID de llamadas: "Número Desconocido".
Qué extraño recibir una llamada desconocida. Pensé. Un escalofrío recorrió mi columna vertebral, como si fuera una advertencia. ¿Qué hago? ¿Contesto o no? Pero, ¿y si es una broma de mal gusto? ¿O si es algo importante?
Un suspiro se escapó de entre mis labios, mientras mi pulgar hacía círculos sobre la tecla CONTESTAR. Cerré mis ojos y la presioné, pero ya era demasiado tarde, la pantalla de mi celular decía LLAMADA PERDIDA.
Me encogí de hombros pensando: Si es importante llamarán de nuevo.
Me dejé caer sobre la cama dispuesto a dormir de nuevo, pero un fuerte dolor de cabeza golpeó mis sentidos. ¡Malditas Cervezas! Me quejé, mientras pasaba mi mano sobre mi cara, la cual estaba pegajosa por las lágrimas que había derramado.
Y como si la frase de "malditas cervezas" fuera el detonante de mis recuerdos, la conversación telefónica entre Jungkook y yo volvió a mí como si fuera un Deja' vu. Los evidentes ruidos que había escuchado resonaron en mi cabeza como si estuvieran sucediendo en ese momento: el nerviosismo, la excitación y el enojo en la voz de Jungkook por lo que sea que estuviera pasando casi podía sentirlo en mi oído. Era más que evidente que Jungkook no estaba platicando con quien sea que estuviera.
Luego de esa llamada, horas de llanto y de haber terminado con cada cerveza del refrigerador, un solo pensamiento se grabó en mi mente, durante toda la noche y ahora volvía para atormentarme: El amor de mi vida estaba con otra persona.
Un dolor agudo empezó a llenar el vacío que se había formado en mi corazón. ¿Por qué todo tiene que ser tan complicado? Pensé. Lo único que yo quiero es recuperarlo, lo amo. Suspiré. No tengo ni puta idea de cómo me enamoré tan rápido de él. Me dije, mientras pasaba mi mano por sobre mi cabeza.
Pero lo que sí sé, es que no puedo perderlo. Como decía mi abuela: "El tren del amor sólo pasa una vez en nuestra vida, y debemos aprovecharlo".
Muy sabía la viejita. Me dije, riendo de mala gana. Solo espero que tenga razón... Me detuve.
¡Rayos! ¡Pero qué estás diciendo Jimin! Me regañé. ¡Ya deja de pensar en Jungkook como si él fuera el amor de tu vida! ¡Es más que evidente que él nunca ha sentido lo mismo por ti! Distintos sentimientos —amor, odio, decepción, culpa, ira— empezaron a llenar mi cuerpo y mi mente. ¡Maldita sea!, ¡me voy a volver loco! ¿Cómo es que se puede amar y odiar a la vez a alguien? Suspiré, tratando calmarme. Y de repente, en ese mismo momento, me di cuenta de algo: Jungkook se había convertido en mi talón de Aquiles.
Él era la única persona a quién yo quería ayudar pero también abandonar, proteger y al mismo tiempo causarle mucho daño.
¡Wow! Suspiré. Contrólate Jimin. Me dije a mí mismo. ¡Autocontrol! ¡Autocontrol!, eso es lo que necesitas. ¡Autocontrol!, si no lo haces vas a enloquecer y ahí sí que no vas a poder recuperar a Jungkook. Porque estarás ocupado en un cuarto lleno de pastillas, observando a tu sexy loquero. Bromeé conmigo mismo, en voz alta. Bueno pensé, primer síntoma de la locura, estoy hablando solo. Reí.
De repente, la pantalla de mi teléfono se iluminó y la voz de Hugo Salazar resonó en toda la habitación, otra vez, interrumpiendo mis pensamientos. "Número Desconocido", decía el ID de llamadas. Pero esta vez presioné la tecla CONTESTAR sin pensar.
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El hermano de mi mejor amiga ೃ Jikookmin ღ
FanfictionJungkook. El chico más popular y genial de la universidad, con el que todas las chicas sueñan y el novio perfecto de una despampanante belleza, ha regresado a su ciudad natal, para visitar a su hermana. Solo que..., la vida tiene otros planes para...