9

883 111 25
                                    

HyunJin de verdad la estaba pasando mal, hacía una semana que había dejado de hablar con el pequeño pelinegro y no había parado de recibir mensajes de ese mismo en busca de alguna respuesta por parte del mayor, aquello le dolía infernalmente pero se negaba a responder los mensajes de aquel por su propio bien y el del anterior mencionado.

Todos en la casa y principalmente su hermano, habían notado como la actitud del menor poco a poco volvía a ser la misma desanimada e indiferente que hacía un mes atrás, como si al chico animado y de stickers adorables jamás le hubiese enviado un mensaje en busca de una amistad.

El pálido de chico ahora pasaba horas de aburrimiento que antes ocupaba hablando con su querido JeongIn, tenía que resignarse a estudiar o hacer cualquier otra actividad que no fuera con su celular, ya que cuando lo tomaba el sentimiento de culpa comenzaba a llenar su cuerpo y los mensajes del menor no dejaban de aparecer.

Mensajes que eran como; "Hyung, sigue sin contestar pero espero que esté bien, cuídese mucho", aquello torturaba aún más la mente de HyunJin y sentía unas ganas gigantes de poder responderle, sin embargo, terminaba tirando el celular lo más lejos de su alcance para evitar contactar al más bajo.

Aquel séptimo día que llevaba sin hablar con su pequeño, su primo había decidido por su cuenta que era momento de pasar tiempo de calidad de primos, sinceramente no era una idea que le emocionaba al más alto, pero tampoco podría negarse al aegyo infernal del más bajo.

Así que ahí estaba en la sala junto a su hyung, buscando algunos juegos de mesa en una de las tantas repisas del hogar.

—HyunJin-ah, hoy jugaremos al Monopoly —El más bajo decía aquello con una brillante sonrisa en sus rostro pero para el menor aquello sonaba como una tortura, jugar al Monopoly significaba estar más de 5 horas lidiando con su primo que pasaría la mitad del juego quejándose porque HyunJin era demasiado bueno en ello.

—¿Seguro que quiere jugar a eso? —Cuestionó el más alto.

—¿Por qué no querría?

—Porque eres muy malo en ese juego, hyung.

—¡No seas irrespetuoso! Mis habilidades en el Monopoly son muy buenas.

—No soy irrespetuoso, soy realista.

El más bajo fulminó con la mirada a su primo, aunque aquel tuviese razón jugar al Monopoly siempre le recordaba a un pequeño HyunJin corriendo hacia él, al menor que ahora se encontraba deprimido cuando era más joven amaba jugar aquel juego que era tan largo y en el cual pasaban horas pegados, peleando por quien era mejor, al menor siempre le había animado jugar al Monopoly, pero parecía que aquel no era el caso ahora.

—¿Que sugieres que hagamos entonces? —El chico delgado hecho un vistazo rápido a la ventana tirándole una muy clara indirecta a su primo —Oh, Hwang HyunJin espero que eso no esté pasando por tu cabeza.

—¿Qué? —Fingió inocencia que el más bajo podía distinguir a kilómetros.

—Ya sabes...

—Sigo sin saber de qué habla, hyung —Bateo sus pestañas con inocencia ante el contrario, Hwang la mayoría de las veces hacia aquello.

—Salir fuera.

—¡Oh, hyung! Que magnífica idea, si quiero.

—¡No, no, no! No pienso llevarte fuera de la casa, aprecio mi vida.

—Vamos~, ¿que podría pasar? JinYoung salió por ahí con quien sabe quien, papá y mamá trabajan, no hay mejor momento que este para una tarde de primos —Sonrió y ChangBin maldijo en su interior porque no podría resistirse a eso, no podría resistirse a la hermosa sonrisa de Hwang HyunJin.

How to feel? [HyunIn] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora