Las flores tienen ese lindo color de tus mejillas.
Apenas y en un suave murmullo, se pudo escuchar los suaves hipidos de desesperación del rubio moreno que se encontraba recostado sobre las acolchadas telas de aquel sofá café que se encontraba su casi dormido cuerpo.
A pesar de no sentirla por completo, el insoportable dolor en su entrepierna ya congelada y libre de sentir, arrugó sus labios mientras bebía un poco más de aquella cara bebida en su copa que no distinguía si nombre pero si el delicioso olor a cerezas.
¿Qué le había hecho el al mundo para que lo dejara sin descendencia?
Mirando el techo blanco de aquel apartamento, pudo escuchar en el silencio retumbar insistentemente el timbre de llamada que anunciaba visitas.
Gruño por lo bajo y cerró sus ojos con fuerza mientras dejaba reposar la copa de cristal pulido en la mesa más cercana de su cuerpo.
- ¡Ya voy! - escucho el fuerte y claro grito de TaeHyung desde la segunda planta y como los pesados pasamos del mismo se volvían más cercanos en las escaleras de madera rechinando de la misma ante su peso.
El fuerte olor del alfa menor hizo sus sentidos aborrecer todo y solo como calmante pudo pensar en unos ojos oscuros que veian con adoración la carne de un supermercado mientras sus cabellos color fantasía estaban levemente peinados.
El potente e intenso olor de otro alfa había entrado como invasor a aquellas paredes poniéndolo en alerta.
¿Acaso YoonGi había venido?
Casi por inercia, su cuerpo reaccionó ante lo pensado y trato de removerse inquieto entre la tersas telas buscando comodidad en una postura menos incómoda y más seria.
Llevo sus ojos a la entrada y vio como sus otros dos amigos alfas se acercaban hacia su adormecido y alcoholizado cuerpo.
Casi se le fue el color de la cara al ver el semblante serio y de pocos amigos ceñido en las facciones delicadas pero duras de su Hyung.
- Y-YoonGi-Hyung - apenas hablo arrastrando las palabras y dejando que el fuerte olor a alcohol que había consumido saliera de su boca como un perfume.
El recién nombrado frunció su nariz y decidió estar nada más a unos metros lejos del su menor junto al cobrizo a su lado.
- Solo miremos, Hyung - hablo esta vez con preocupación el menor de los tres señalando apenas con su mano al moribundo rubio en el sofá que apenas podía mantenerse despierto con su fuerte olor a chocolate volver más puro e intenso. El de piel lechosa solo soltó un suave bufido.
- ¿Cuánto tiempo lleva así? - pregunto con un tono serio pero simulando la preocupación.
- El ha estado así desde que llegamos de comprar las cosas - dijo el de estatura alta mientras tomaba lad botellas vacías de vino que se encontraban en el suelo con cuidado.
Namjoon balbuceo algunas cosas poco entendibles para los contrarios mientras cerraba sus ojos cansino y dejándose llevar ante la pesadez de su cuerpo buscando descansar.
El mayor rodo sus esferas negras para después cruzar sus brazos por encima de su pecho.
Esto era tan agobiante.
- No se que hacer en estos momentos - hablo el pelinegro llevando sus largos dedos huesudos hasta el puente de sus nariz y masajear levemente la zona en busca de calma para si - Nunca he lidiado con un borracho -
TaeHyung tomo todas las botellas entre sus manos y las coloco cada una en una mesa de cristal lo más lejos posible de un ya dormido Namjoon.
- Ni yo, por eso lo llame - concordó el otro y tomo la copa de cristal aún llena del contenido y la botella que estaban justo a lado de su amigo alfa.
ESTÁS LEYENDO
¿𝑸𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒏𝒆𝒄𝒆𝒔𝒊𝒕𝒂 𝒖𝒏 𝑨𝒍𝒇𝒂? (Pausada)
FanfictionKim SeokJin, Park JiMin y Jeon JungKook. Tres estudiantes universitarios muy reconocidos en su sede ante sus talentosos movimientos en la danzas y su apariencia física adorables y sexis. Unos hermosos y talentosos omegas. Porque si, ellos eran omega...