🐾Tercer Omega🐾

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Goma de Mascar

- Esto de usar neutralizador no me gusta - comento asqueado e incómodo el pequeño Omega castaño, regando con el spray lleno de la sustancia a su cuerpo, tratando de ocultar su olor calmado y relajante.

Los otros dos Omegas asintieron de acuerdo imitando las mismas cosas que el castaño, desapareciendo por completo los olores en aquel cómodo apartamento en el que vivían, desapareciendo cada comodidad y quedando el dulce hogar como si de tres Betas fueran. Sin olores aparentes.

- Pero no queremos más problemas, así que hay que hacerlo - ánimo el Omega menor de todos, dejando la lata con contenido en un estante de su costado y remover sus rubios cabellos - Sigo sin entender cómo es que nuestros olores sean tan fuertes - cuestionó dudoso el chico con sus mejillas abultadas.

- Aunque es injusto, pero nada podemos hacer - susurro igual de poco convencido el chico mayor tomando sus pertenencias y su celular en mano - La verdad, no le tomo mucha importancia a ese tema, Mochi - susurro restándole importancia al asunto y acomodando un poco su camiseta rosa holgada - ¿Listo, chicos? - preguntó el mayor dando la espalda al sus dos menores yendo directamente hasta la puerta de madera color caoba que decoraban la casa.

- Bueno, pero como dice JiMinie, es extraño - concluyó el castaño.

- Aún no, hyung - respondió el menor de cabellos de oro mientras tomaba entre sus regordetas manos su portafolio, enganchándose en su brazo izquierdo la mochila y poniendo en su pequeña cabeza tapando sus hebras rubias en una gorra oscura, confundiendo a sus dos mayores y dejando poco a la vista de su apariencia.

- ¿Y eso para qué, JiMin? - curioseo el castaño con sus ojos negros mirando a su menor inclinando su cabeza a un lado, dejando ver una imagen un tanto tierna y bonita.

El de labios gorditos se encogió de hombros y paso por el lado de sus dos mayores para tomar entre sus pequeños dedos la perilla de la puerta ya abrirla, para salir de él apartamento y esperarlos afuera con una sonrisa traviesa plasmada entre sus labios.

- Anda, dinos, JiMin-Ah - suplicó curioso el chico de labios gruesos y cutis bonitas mientras revolvía sus hebras oscuras y seguía al menor, saliendo del apartamento esperando a su dongsaeng y cerrar detrás de si, tomando entre sus largas manos los tirantes de su mochila.

- No es gran cosa, Hyungs - contesto despreocupado el chico comenzando a tomar un caminar lento y tranquilo, esperando a sus dos mayores que llegaron a su lado atentos.

- Anda, que me muero por saber - habló de nuevo JungKook metiendo sus manos entre sus bolsillos.

- Pues... - vaciló un poco el menor - Es que no quiero que Dae me vea hoy - termino contando en un suave susurro apenas audible para los chicos, pero por el silencio a su alrededor pudieron escuchar perfectamente lo dicho.

- ¿Por qué no quieres verla? -

- Porque anoche por mensaje me dijo que llevaría muchos cauchos para el cabello y un poco de maquillaje para darme un aspecto nuevo - contó abochornado el de mejillas abultadas y estatura pequeña.

Sus dos mayores no tardaron tanto en soltarse a reír y contagiar a su menor mientras iban en el camino molestado al pequeño chico con su cara envuelta en rubor y escondido entre sus grandes ropas.

(🐺)

- Siento que hoy será un gran día - comentó un muy sonriente y tranquilo chico de piel canela y cabellos oscuros rizados mientras caminaba a pasos lentos junto a sus dos amigos mayores, que mantenían una cara neutra pero aterradora, llamando la atención de uno que otra persona a su alrededor.

¿𝑸𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒏𝒆𝒄𝒆𝒔𝒊𝒕𝒂 𝒖𝒏 𝑨𝒍𝒇𝒂? (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora