🐣Extra: Registraduría🐣

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Registraduria

Kim SeokJin se encontraba mirando con leve determinación aquel despacho, miraba con tasquero aquellas paredes blancas con grises que en vez de causar alguna reacción satisfactoria en él, le causaba más sueño del que tenía. Sus dos menores que antes estaban con los sentados mirando los cuadros de diferentes doctorados, se fueron a buscar más emociones en aquel edificio, todo para no terminar dormidos.

Eran máximo la ocho con treinta minutos de la mañana, y el cuerpo del pelinegro se hallaba recostado en uno de los sofás que daba el lugar en espera, sin poder evitarlo empezó a suspirar y tararear una canción mientras esperaba su turno, que para su mala suerte, habían más personas allí esperando al igual que él.

Un Alfa, que ya tenía bastante tiempo parado hay mirándolo, por fin dejo de ser el guardia de la entrada y se acercó al bonito pelinegro omega que expulsaba un olor rico y delicioso para sus fosas.

- ¿Esperas a alguien boni –

- No quiero hablar con un Alfa en estos momentos, gracias – dijo en un tono poco amigable el omega mientras rodaba sus ojos y le daba la espalda al chico alto con uniforme gris y cabellos rizados en chocolate. El recién ignorado no pudo evitar fruncir su rostro en asco y gruñir para volver a su puesto.

Unos segundos después las siluetas de sus dos menores se hicieron presente en su visión y no pudo evitar sonreír de costado al ver como estos venían con unas sonrisas en sus caras y corrían en su dirección.

- ¡Mira, Hyung, Mira! – dijo un muy feliz rubio de estatura media y mejillas abultadas mientras frenaba enfrente de su mayor y le mostraba su mano cerrada, que no tardo en abrir y mostrarle su contenido, una bonita caracola.

Las demás personas no pudieron evitar mirar las escenas conmovidos, ese chico era tan tierno.

- Yo también traje una caracola para su cara, Hyung – bromeo el castaño sonriendo mientras mostraba entre sus manos una bonita caracola igual o más grande que la del rubio. SeokJin no pudo evitar sonreír aún más al ver lo tierno que eran sus dongsaengs.

Pero para su mal rato, el Alfa que antes estaba adulando al mayor de cabellos negros, soltó un suspiro seguido de un silbido hacia los chicos.

- Preciosos – dijo con una sonrisa cínica en sus labios.

Los tres omegas no tardaron en gruñir como respuesta e ignorar las insinuaciones de aquel grosero y pervertido alfa.

De un momento a otro, la puerta color caoba de la oficina que tenía como chapa grabado "Registraduria", se asomó un cuerpo y miro entre los presentes.

- Kim SeokJin – dijo antes de entrarse de nuevo al interior de la oficina después de haber llamado.

- Ya regreso, chicos – dijo el pelinegro mientras se levantaba de su lugar y le cedía el asiento a sus menores, dejando un beso en cada mejilla de ellos y caminar con dirección a la oficina.

- Bienvenido, joven Kim, puede sentarse mientras mi secretario le toma la foto para su carnet – susurro un hombre robusto de apariencia intimidante y cabellos canosos, con su rostro arrugado debido a los años y un traje completo, este se encontraba sentado en su escritorio mientras un chico de no más de su edad estaba junto él, con una libreta en mano y un traje igual de pulcro que el mayor. El mismo chico que lo había llamado. El Omega de hebras negras no tardo en aceptar las indicaciones dadas.

Este no tardo en seguir las ordenes de su jefe y guiar al pelinegro a un pequeño cubículo, mientras el hombre canosos hacia su labor y llenaba los datos que le había dejado el joven omega.

¿𝑸𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒏𝒆𝒄𝒆𝒔𝒊𝒕𝒂 𝒖𝒏 𝑨𝒍𝒇𝒂? (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora