↬ᴘʀᴏʟᴏɢᴜᴇ↫

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-¡Agh! Qué aburrimiento-bufa JungKook.

-Concuerdo contigo, mi querido amigo-asintió HaeYoung.

Siete chicos y siete chicas recién salían de su Instituto.

Eran alrededor de las cuatro de la tarde. Los rayos del Sol comenzaban a caer de un color casi anaranjado, y todos aquellos jóvenes de entre dieciocho y diecisiete años se dirigían hacia el único lugar donde pasaban las tardes antes de irse a la casa de SeokJin, cuyos padres la habían dejado en su poder con el fin de que estuviera allí junto a sus amigos.

-Jamás pensé que nos aburriéramos-opinó NamJoon, acercando a MoonByul, su novia, rodeando su cuello con el brazo.

Cada uno de los chicos y sus correspondientes novias estaban sentados en el césped; unos abrazados, otros cogidos de las manos, y los que no, estaban simplemente sentados uno al lado del otro.

-¿Y si nos vamos ya para mi casa?-sugiere SeokJin.

-¡Te sigo!-apoyó ChaeYoung, su novia.

Todos asintieron y se levantaron del suelo, sacudiendo sus pantalones, shorts y sayas.

Caminaban en parejas: NamJoon y MoonByul, SeokJin y ChaeYoung, YoonGi y SeonMi, HoSeok y HaeYoung, JiMin y YongSun, TaeHyung y EunJi, y JungKook y YongHee.

Estaban a mediados del parque cuando, de la nada, una señora de avanzada edad les interrumpe, posicionándose en medio de la acera.

-¿Aburridos, muchachos?-sonríe la anciana.

Los chicos se miran entre sí, pero deciden no ser groseros.

-La verdad es que sí-le confiesa TaeHyung, con su característica sonrisa cuadrada y un ligero rubor en sus mejillas.

-No se preocupen, niños-niega lentamente con la cabeza-. Ya verán como mañana será un mejor día; un diferente día. Pero recuerden, todo puede suceder mientras duermen.

Y tan rápido como terminó su comentario, se abrió paso entre los jóvenes para seguir con su camino en dirección contraria a la que el grupo iba.

-¿Qué fue eso?-pregunta EunJi.

-Ni idea-murmura YoonGi.

-Bueno, cambiemos de tema...¿Y si hacemos una pijamada?-habla YongHee.

-¡Oh! Esa es buena idea, hermanita-celebra YongSun, chocando "los cinco" con su melliza.

-¿Qué esperamos, entonces?-sonríe JiMin.

-Bien...nos vemos en mi casa en una hora-dijo SeokJin-. Lleven almohadas, snacks, juegos...¡Ay! No sé-se encogió de hombros y sus amigos y pareja rieron ante su actitud desesperada-. Traigan lo que se les antoje. Pero es importante que lleven sus almohadas porque la casa es grande, pero no hay suficiente almohadas para todos-aclara.

-¡A la orden, mi capitán!-JungKook imita un saludo militar haciendo al grupo reír nuevamente.

┈━═☆

-Jamás pensé que un día sería tan aburrido-menciona HoSeok.

-Y que lo digas-concordó SeonMi.

Eran las cuatro de la mañana. Al día siguiente no tenían que asistir al Instituto, así que no había problema en que se mantuvieran despiertos hasta esa hora.

Sin embargo, aquel aburrimiento del que tanto se lamentaban no se había ido del todo.

Estuvieron entretenidos por un rato, viendo películas, jugando monopoly, haciendo karaoke, bailando...pero nada. Seguían aburridos.

-Chicos, tengo sueño. Voy a dormir-habló YongHee, rascando su ojo derecho con su puño.

-Te acompaño-su novio, JungKook, se posó a su lado, besando su mejilla de forma tierna.

-Creo que eso debemos hacer todos-sugirió JiMin-. Si no, mañana nos levantaremos a las mil y quinientas.

Y así fue como acomodaron la sala, llenándola de colchonetas, sábanas y almohadas.

Sus cuerpos yacían no muy lejos los umos de los otros.

Las hermanas, YongSun y YongHee estaban abrazadas, sin embargo, una de las manos de YongHee estaba enlazada a la de JungKook, quien estaba a escasos centímetros de ella.

HoSeok y JiMin compartían sábanas, pues no era la primera vez que dormían juntos.

NamJoon y MoonByul también estaban juntos, seguidos de SeokJin y ChaeYoung.

YoonGi y SeonMi se encontraban bastante separados, ya que sabían que les gustaba moverse mucho en las noches, y así era casi imposible dormir juntos.

HaeYoung estaba a un lado de HoSeok, pasando una de sus piernas sobre el torso de su chico, mientras que TaeHyung dormía a los pies de EunJi, y viceversa.

Los bombillos estaban apagados, y sólo la luz de la Luna entraba por las ventanas de cristal.

La brisa era suficiente para mantener el ambiente agradable y cómodo para dormir, cosa que hizo que cada uno de los chicos cayera rendido en sus sueños.

Pero no recordaron las palabras de aquella sabia ancianita.

Y por eso no sabían, mucho menos se imaginaban, caer dentro del mismo sueño.

෴ᴡʜɪʟᴇ ᴡᴇ ᴡᴇʀᴇ sʟᴇᴇᴘɪɴɢ෴ ʙᴛs ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora