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Una soleada mañana, una campesina salía a disfrutar del día entre los girasoles.
En aquella isla donde YongSun vivía no había más que girasoles y uno que otro animalillo con el que la chica se entretenía.
Bailaba entre las amarillas flores, las olía y acariciaba sus pétalos como si fuera la mejor cosa del mundo.
También cantaba y hacía volteretas, sintiéndose plena en aquel lugar.
Pero, siempre hay un pero.
Mientras cantaba y esperaba a los pajarillos, mirando a sus alrededores y no al suelo por donde pasaba, tropezó con una piedra y calló de cara al suelo.
¡Auch!
Le dolió, claro que sí, pero aún si se quejaba, sus gimoteos serían opacados por unas estrepitosas risas.
Frotó su frente y se levantó poco a poco, previendo un mareo, y luego, algo aturdida por aquellas carcajadas ajenas, puesto que era ella la única que vivía allí, paseó su vista por el lugar.
¿Qué se encontró?
Un espejo.
Así es. Un espejo medianamente grande de forma circular flotaba a unos cuantos metros suyos.
Loco ¿no?
Esto es un sueño ¿Qué más quieren?
-Tan torpe como siempre, hermanita-YongHee negó con la cabeza.
-¿YongHee?-con un aire melancólico y confuso, se acercó al espejo, posando sus manos en él, pretendiendo tocar a su melliza-¿Estás...viva?
¡Oh! Evidentemente YongSun, con anterioridad, no vivía sola en aquellas tierras.
-¡Auch!-se burló SeokJin
-¿Estabas muerta?-estúpidamente, JiMin preguntó.
Sí, hay que aceptarlo, la pregunta fue estúpida.
-¡Que no estoy muerta!-exclamó YongHee-¡Despierta ya, YongSun!-se dirigió a la aludida-¡Esto es un puto sueño!
Y antes que algo más sucediera, la anciana, que veía y escuchaba todo de lejos, chasqueó sus dedos, dando paso así a la jodida luz y el próximo sueño.
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෴ᴡʜɪʟᴇ ᴡᴇ ᴡᴇʀᴇ sʟᴇᴇᴘɪɴɢ෴ ʙᴛs ✓
Fanfiction-No se preocupen, niños. Ya verán cómo mañana será un mejor día; un diferente día. Pero recuerden, todo puede suceder ᴍɪᴇɴᴛʀᴀs ᴅᴜᴇʀᴍᴇɴ.