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-Aquí tenemos a Kim SeokJin-señaló YongSun, el gran cuadro de óleo que mostraba la figura del héroe nombrado-. Como sabrán, SeokJin fue la mano derecha de Vladimir Lenin durante la Gran Revolución Socialista de Octubre, y participó en todos los acontecimientos que le precedieron a este hecho, hasta la muerte de Lenin en 1924, ya que después de aquello, desapareció sin dejar rastro. Algunos dicen que está muerto, otros dicen que lo han visto en islas caribeñas...-se encogió de hombros-. Pero la verdad es que nadie sabe con exactitud dónde está.
-¿Y porque haya hecho todo lo que hubo hecho, tengo que rendirme a sus pies?-preguntó JungKook, cruzándose de brazos.
-No-responde YongSun-. Pero sí debes reconocer que hizo grandes cosas, y por ello debes tenerle respeto, así como con al resto de las personas, muchachito-soltó una risilla ante la sonrisa tímida que brotó de los labios de su alumno.
YongSun había organizado una excursión a uno de los múltiples museos que en su país, actual Rusia, existían.
Pero lastimosamente los únicos interesados fueron JungKook y SeonMi.
Hablando de SeonMi...
Ella se mantenía muy callada ante todo. No comentaba nada. Sólo se dedicaba a atender a su profesora ya que más tarde debía realizar un informe con todo lo aprendido en la excursión.
-¿Estás bien, SeonMi?-JungKook pasó uno de sus brazos sobre los hombros de su mejor amiga.
Recién se habían despedido de su maestra y salido de la escuela, y se dirigían a sus respectivas casas.
Eran vecinos, y vivían a sólo tres casas de distancias.
¡Oh! Pero por mucho que fueran mejores amigos, JungKook no sabía el secreto de SeonMi, y esta no tenía pensado contarle.
-Claro que estoy bien-sonrió SeonMi-¿Por qué no habría de estarlo?
-No sé. Es que has estado muy callada hoy-comenta y su amiga se encoge de hombros.
-Tal vez me caiga la menstruación en estos días-soltó una risilla, seguida de JungKook.
El azabache dejó a la de cabellos color miel en la puerta de su casa.
Se despidieron, y cada cual fue por su lado.
SeonMi entró a su casa y su padre y abuelo estaban peleándose por el control remoto del televisor...otra vez.
La chica rodó los ojos y gritó.
-¡Kim NamHyun y Kim SeokJin!-los llamó y dejaron de pelear-¿¡Qué es esto!?-su padre y abuelo se encogieron en su lugar-¡Tú!-señaló a su padre-¡Tienes cincuenta y cuatro años! ¡Y tú, noventa y tres!¡Son unos viejos y se siguen portando como niños!-reclamó.
-¡Ay! Ya no seas tan amargada-bufó su abuelo, haciendo puchero.
¡Oh! Sí. Su abuelo.
Kim SeokJin. Ese héroe que era tan apreciado en aquel país, era nada más y nada menos que su abuelo.
El hombre, a pesar de tener noventa y tres años, lucía tan joven y fresco como a sus cuarenta y dos. Incluso lucía mejor que su hijo.
Si se preguntan qué pasó, pues ahora les explico.
Cuando Lenin enfermó, se hicieron múltiples inventos científicos y médicos para extirpar el veneno de su cuerpo, mas nada funcionaba, ni funcionó tampoco.
SeokJin fue voluntario en uno de los experimentos de medicamentos para verificar si la extraña sustancia creada en los laboratorios no producía ningún daño al cuerpo humano.
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෴ᴡʜɪʟᴇ ᴡᴇ ᴡᴇʀᴇ sʟᴇᴇᴘɪɴɢ෴ ʙᴛs ✓
Fanfiction-No se preocupen, niños. Ya verán cómo mañana será un mejor día; un diferente día. Pero recuerden, todo puede suceder ᴍɪᴇɴᴛʀᴀs ᴅᴜᴇʀᴍᴇɴ.
