☄️ Capitulo 7

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Daniela se sentía totalmente frustrada

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Daniela se sentía totalmente frustrada. El hombre a su lado paseaba despreocupadamente por las aceras como si fueran un par de turistas admirando las peculiaridades de San Francisco. Después de su promesa, la había instado a andar junto a él con un leve movimiento de cabeza.

Desde entonces, no había dicho ni una palabra. Y ya habían pasado diez minutos.

Las personas que venían de frente a ellos se cambiaban de acera ante su proximidad. Jax presentaba una máscara perfectamente tranquila, pero Daniela percibía que por dentro la inquietud le estaba carcomiendo. Ni siquiera se planteó cómo es que lo sabía, pero lo hacía.

Debería sentirse intimidada. 

Contra todo pronóstico, algo le decía que al lado de él estaría segura. Su instinto policial nunca le había fallado, y esperaba que esa no fuera la primera ocasión.

—¿Vamos a pasear durante mucho más tiempo?—preguntó cinco minutos después.

—Ya casi llegamos.

Daniela negó con la cabeza. Una cosa estaba clara, y era que ese hombre no pertenecía a este lugar. Ni con su camiseta de los Red Hot Chili Peppers conseguía apartar ni por un segundo ese aura salvajemente felina que moraba bajo su piel. En cada exhalación de su garganta. Anduvieron otros diez minutos más por Mason St. en completo silencio. Por el rabillo del ojo, estudió el ágil movimiento de sus pies sobre el asfalto, como si todos los músculos de su cuerpo estuvieran de acuerdo para moverse en perfecta sincronía. Su perfil patricio estaba contraído en una imperceptible mueca de incomodidad.

No quería estar allí.

Tan absorta como estaba en su observación, casi se choca contra su amplio pecho cuando se volvió hacia ella. Miró a su alrededor, estaban en frente de la tienda de comestibles del callejón de Newell St. Justo donde se habían visto por primera vez.

Le miró confundida.

—¿Porqué me traes aquí?

—No deberías haber visto lo que viste la otra noche.—Jax se cruzó de brazos frente a ella, las mangas de la camiseta negra protestaron ante la flexión—Me gustaría cambiar lo ocurrido y evitar todo esto, pero no puedo.

Daniela reflexionó un momento sobre ello.

—Soy la Inspectora de homicidios de esta ciudad.¿Tienes idea de lo que eso implica? Me dedico a perseguir a los malos que asesinan a mi gente y no me doy por vencida hasta verlos encerrados entre rejas—se enfrentó a su espejada mirada—. Así que, sí. Debería haber visto lo que vi la otra noche.

Su respuesta fue rotunda.

—Sé lo que eres—respondió Jax.

—Ya me sacas ventaja en la carrera, porque yo no sé lo que eres tú. Y no intentes convencerme de que eres humano, sé lo que vi. La última vez que lo comprobé, no tenía una cola pegada en la espalda.

Tu mundo al anochecer. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora