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-Esto es injusto director- digo acomodándome en el sillón que parecía que tenía como mínimo 40 años.

-Injusto?! Has pintarrajeado todo el instituto con tus dichosos grafitis, y esta es ya la amonestación número 100, tendremos que tomar medidas drásticas- dice mientras revisaba todas las amonestaciones que tenía.

-No es mi culpa que el instituto sea feo, yo solo lo mejoro- digo segura.

De repente veo a mi madre entrar en la sala con cara de enfado.

-Pilar, el director y yo tenemos que hablar- dice sentándose en la otra silla que también parecía que en cualquier momento se iba a romper.

Yo solo salí de allí y me senté en recepción esperando a que mi madre saliera.
Estuve como 20 minutos esperando mientras miraba las redes sociales y pensaba como es que la gente puede ser tan estúpida aveces.
Mi madre salió del despacho con la peor cara que había visto en mi vida, se fue directamente al coche por lo que yo la seguí sin entender nada.

Llegamos a casa y en cuanto cerré la puerta mi madre empezó a hablar.

No tenías suficiente con 99 amonestaciones, tenían que ser 100- dice mi madre histérica.
No es mi culpa que sea feo, yo solo lo adornaba- digo excusándome.
Pues la bromita te ha costado que te expulsaran- dice mi madre marcando un número de teléfono.
Que?! Como que me han expulsado? Se lo toman todo demasiado enserio. A quien llamas?- le pregunto.
A tu hermano, te irás a vivir con él a Los Ángeles- dice mientras se pone el móvil en la oreja.
No por favor- digo como si me molestara- En realidad me gustaba, ya que seríamos mi hermano y yo solos en una casa sin hacer nada.
Pues te irás con él mañana mismo- dice colgando el teléfono después de hablar con él.
Bueno, si no hay otra iré a hacer las maletas- digo subiendo las escaleras.

Hice las maletas rápido y llamé a mi amiga Clara para decirle que me mudaría.
La verdad es que era mi mejor amiga, estuve hablando toda la noche con ella ya que quería pasar el mayor tiempo con ella hasta irme.

Me desperté por el sonido irritante de mi alarma, juro que algún día que esté de mal humor tiraré el móvil por los aires.
Me levanté y me vestí con algo casual como unos jeans rajados por las rodillas y una camiseta corta.
Fui con mi madre hasta el aeropuerto donde ya estaba mi amiga Clara esperándome para despedirse.

Esto ha sido muy rápido- dice con unas pocas lágrimas en sus ojos.
Seguro que nos volveremos a ver- digo abrazándola.

Estuve un rato más hablando con ella hasta que escuché que llamaban a mi vuelo.
Abracé a mi madre porque aunque me haya mandado a Los Ángeles, sabía que no la iba a ver en mucho tiempo.

Me subí al avión y me tocó al lado de un hombre de mediana edad, no me disgustaba porque suponía que no me iba a dar ningún problema, pero fue todo lo contrario. El hombre era obeso y eso fue la primera causa del problema, ocupaba como casi dos asientos y después se durmió y no paraba de roncar. Intenté hacer todo lo posible para que se callara, me estaba poniendo nerviosa ya que con sus ronquidos no escuchaba ni mi música.

Por fin llegamos y le di gracias a los dioses por ello, me bajé del avión y fui a por mis maletas.
Estuve buscando a mi hermano con la mirada hasta que lo encontré, él vino corriendo hasta mi y me abrazó.

Que tal todo?- me pregunta mientras caminábamos hacia la salida.
Bueno, todo lo bien que se puede estar después de que tu propia madre te mande a Los Ángeles por hacer una pequeña broma- digo sin ganas.
Que hiciste?- me dice riendo.
Hacer unos pequeños grafitis- digo riendo también.

Llegamos al coche y nos llevó a una casa enorme y hermosa.

Vives aquí?- le pregunto impresionada.
Vivimos aquí- me dice abriendo la puerta.

La casa no era lo más sorprendente cuando entré, si no los cuatro playboys que me estaban mirando con cara de deseo al entrar.

Hey hey, no habías dicho que hoy se podían traer chicas a casa- dice uno de ellos que tenía el pelo rubio.
Los cuatro se levantaron y se quedaron frente a mí analizándome con sus miradas, yo solo les miraba con cara de asco al saber que eran unos estupidos mujeriegos.

Ella es mi hermana Pili y no quiero que ninguno intentéis hacer nada con ella- dice mi hermano. Siempre ha sido muy protector conmigo, pero este año no voy a dejarle pasar ni una.

Puede que esta vez no te hagamos caso Carlos- dice uno con el pelo castaño y rulos.

Cállate Purre- dice mi hermano dándole una mirada asesina.

Bueno Pili estos son, Raúl, Matías aunque siempre le llamamos Mati, kendal y José que le llamamos Purre- dice mi hermano presentándome a cada uno.

Encantada, pero como os paséis media rosca acabaréis en el contenedor que hay en la vuelta de la esquina entendido?- digo después mirando a mi hermano para que me enseñara mi habitación.

Le seguí y notaba como todos me miraban el trasero mientras subía las escaleras, yo solo me giré y les saqué el dedo a todos.

Llegué a mi habitación después de pasar unas cuantas puertas. Había una cama, un escritorio, y espacio para mis libros y objetos personales.

Tienes un baño propio- dice mi hermano abriendo una puerta.
Ah, genial- digo entrando y viendo que era bastante amplio.
Te dejo que te instales- dice cerrando la puerta.

Dejé todas las cosas donde suponía que mejor quedarían y me organizaría mejor, después de una o dos horas acabé y me tumbé en la cama pensando en cómo sobreviviría con 5 playboys con hormonas en esta casa.

———————————————————————————Holaaa
Me hace mucha ilusión hacer esta novela y espero que os guste mucho!😊
Si os gusta tanto como a mi darle a la 🌟 y comentar.
Besos❤️❤️

Viviendo con playboys|| Versión PilurreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora