Viviendo con playboys|| Versión Pilurre

32

Y justamente el chico que tenía enfrente se llamaba Lucas.

-¿Quieres algo?- dice levantando una ceja y empezando una guerra de miradas entre ambos.

-Deja a Pilar en paz- digo mientras sigo con la mirada clavada en él.

-Pues no te está saliendo muy bien- dice con una sonrisa que no me daba buena señal.

Me giré corriendo para ver si Pilar seguía en el sitio donde la había visto la última vez. Y mis sospechas eran realidad. Pilar ya no estaba.

-¿Dónde coño está Pilar?- digo mirándolo con rabia.

-No sé de que me hablas- dice con una sonrisa.

Hasta que mi paciencia se acabó y mi puñetazo acabó en su cara.

-¡Me dijiste que no le pasaría nada! ¡Eres un hijo de puta!- digo agarrándolo por la camisa y volviéndolo a golpear.

-Si me matas, nunca sabrás donde está- dice con la cara ensangrentada por mis recientes puñetazos.

-Véte a tomar por culo- digo dándole el último golpe.

Estuve por llevármelo para torturarlo y que me dijera donde estaba Pilar, pero unos cómplices silos me empujaron y me estamparon contra una pared del pub para llevarse a Lucas rápido.

Salí de allí y salí con mi moto hacia la casa, tengo que tramar un plan para encontrarla.

Llegué y lo primero que hice fue decirle a los chicos lo que pasó.

-Pero espera ¿Y Tatiana?- pregunta Raúl.

-Se fue a su casa, no la querían a ella- digo poniéndome las manos en la cara por la desesperación que tenía.

-¿Y que vamos a hacer?- pregunta Kendal.

-¡No lo sé joder! Estoy perdido, no sé por donde empezar- digo desatándome.

-Podríamos llamar a la policía, ellos siempre saben lo que hacer- dice Matías.

-Yo también lo creo- dice Raúl.

-Venga hermano, llamémoslos- dice Carlos.

-Vale, voy a ducharme. Llamarlos mientras- digo ya sin saber que hacer.

Subí y me duché quitándome todo el olor a alcohol y poniéndome ropa limpia, cuando bajé al salón ya estaba allí la policía.

-¿Eres José no?- me pregunta un chico que iba con una pequeña libreta en sus manos.

-Si soy yo- digo respondiendo a su pregunta.

- Ven, queremos hablar contigo- dice yendo a la gran mesa del salón donde tenían todos los papeles del secuestro de Pilar.

-¿Esta es la chica no?- dice enseñándome una foto de Pilar.

-Si, digo mientras se me formaba un gran nudo en la garganta.

-La encontraremos - dice el policía el ver mi cara entre frustración y tristeza.

-Quiero justicia para el que le hizo esto- digo con rabia.

-¿Tienes alguna idea de quien pude ser?- pregunta curiosos.

-Hay un chico que se llama Lucas, vive a unas manzanas de aquí. Él podría ser un gran sospechoso- digo acordándome de lo sucedido en el pub.

-Vale gracias. Lo tendremos en cuenta- dice apuntando la dirección y el nombre del chico.

Subí hacia mi habitación tumbándome en la cama pensando en todo esto. No entiendo porque a mi, solo somos unos chicos de instituto que lo único que quieren es divertirse y acabar los estudios.

¿Por que todo tiene que ser tan difícil? ¿No podemos ser chicos normales que viven la vida intentando no suspender? ¿O intentando ligar con la chica que te gusta? Y no tener que estar buscando a una chica desaparecida que supuestamente ha secuestrado un ex amigo.

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