Viviendo con playboys|| Versión Pilurre

10

Me desperté ya que alguien me balanceaba.

-¿Kendal? ¿Que manía tienes en despertarme así?- digo enfadada ya que me había despertado de mi hermoso sueño con Taylor Lautner.

-Encima que vengo a avisarte que llegamos tarde me vienes con esas- dice girándose sin antes mirarme descaradamente como siempre hacia.

-Siempre llegando tarde- dice Raúl apoyándose en el marco de la puerta.

-Cállate y cierra, que me tengo que cambiar- digo levantándome por fin de la cama.

-¿No me puedo quedar viendo?- dice con cara seductora.

-Cállate o acabaremos mal- digo cerrándole la puerta en la cara y poniéndole el pestillo.

Al cerrar escuché su risa haciendo que yo también volviera a reír.

Me cambié y me puse unos pantalones negros rasgados con una camiseta corta turquesa. Deje mi cabello natural y agarre mis cosas para ir a la escuela.
Bajé las escaleras para irnos andando, pero sin antes agarrar una manzana para el camino.

-¿No hay nada?- pregunto mirando en la nevera.

-Aquilino la gente no hace la compra- dice Matías.

-¿Y quien se supone que la hace?- pregunto levantando las cejas.

-Te toca a ti- dice Kendal.

-¿Y eso donde lo pone?- pregunto indignada.

-Lo digo yo- dice con una sonrisa.

-Pues yo digo que esta tarde irás tú por listo- digo saliendo por la puerta y acelerando el paso para no tener que ir con ellos andando.

Llegué a la escuela rápido, allí estaban ya todos en la puerta esperando a que llegara el profesor.
Saludé a Zac con un beso captando la atención de nuestros amigos.

-¿Estáis juntos?- pregunta Tatiana sorprendida.

-Así es- dice agarrándome de la mano.

-¿Y no nos lo dijiste?- dice Cristina haciéndose la ofendida.

-Salimos desde ayer Cris, no me ha dado tiempo- digo riendo.

-Hacéis buena pareja- dice Christian.

-Gracias- digo sonriendo.

Estuvimos hablando un rato hasta que entró el profesor que justamente me tenía manía, no sé porque me la tiene si soy un amor.

-¡Pero si no he hecho nada!- digo enfadada.

-Si sigue así será una expulsión de todo el día Pascual, le pido que se retire de la clase- dice el profesor.

Yo solo agarre mis cosas y me fui fuera, yo no había hecho nada, solo le estaba contando una cosa a Tatiana.

Al salir me encuentro con Purre en un banco.

-Hey ¿A ti también te han tirado de clase?- le pregunto sentándome a su lado.

-Eso parece- dice frío.

-¿Te pasa algo conmigo?- digo intentando buscar su mirada.

-¿Por que tendría que pasarme algo contigo Pascual?- dice ahora si mirándome a los ojos.

-No lo sé, desde ayer estas raro conmigo. Bueno en realidad siempre lo has estado...- digo intentando pensar el motivo.

-Yo soy así compréndelo- dice yéndose ¿enfadado?

Nunca entenderé a este chico la verdad. Un día está de lo más majo conmigo, y otro día parece que me quiera tirar a un acantilado.

Estuve con el teléfono varios minutos hasta que vi que mis compañeros ya salían de su clase.

-¿Todo bien?- me pregunta Zac pasando su brazo por encima de mis hombros.

-Todo bien- digo dándole un beso en la mejilla.

-Nos han mandado un trabajo muy aburrido- dice poniendo cara triste.

-Si quieres vienes esta tarde a mi casa y hacemos el trabajo- digo con una sonrisa.

-Me encantaría- dice dándome ahora él un beso en la mejilla.

Pasó el día y nos fuimos a mi casa.

-¿Estas segura de que no les molesta que este?- me pregunta Zac antes de entrar a casa.

-Me da igual, igualmente también es mi casa, y tú eres mi novio así que tengo todo el derecho- digo agarrándolo de la gano y entrando por la puerta.

-¿Este es tu novio?- pregunta Carlos analizándolo.

-Zac, encantado- dice extendiéndole la mano.

-Carlos, su hermano- dice señalándole con la mirada y estrechándole la mano.

-Bueno vamos a hacer un trabajo- digo agarrando a Zac y subiendo las escaleras.

-¿Ha sido incómodo?- digo cerrando la puerta.

-No, solo que parece que no le caigo bien- dice rascándose la nuca.

-Lo que pasa es que es tonto y no quiere que tenga novio pero bueno- digo riendo y sentándome en la silla.

-¿No tengo silla?- pregunta Zac riendo.

-Ven siéntate en la mia- digo levantándome.

-¿Y tú dónde?- pregunta sentándose.

-Aquí - digo sentándome encima suyo.

-Vale pero no te muevas mucho o tendremos problemas- dice riendo.

-Vale vale, pero no prometo nada- digo moviéndome un poco para pincharle.

Ya habíamos acabado la tarea pero aún era pronto, así que se me ocurrió hacer un poco el gamberro.

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