En los siguientes días, todo parecía haber vuelto a la normalidad. Él iba a verme a casa después del trabajo, me ayudaba con mis trabajos finales de la escuela y salía con él y toda la banda hasta que tuvieron que volver a salir del país para continuar con la gira. Ocasionalmente recibía noticias de Ryan, quien me informaba cómo transcurría la vida de los chicos pero principalmente la de Julian. No recibí ninguna "mala" noticia durante casi 2 meses.
Salir con él durante casi 1 año significaba que yo ya estaba acostumbrada a lo que era ser novia de un famoso, pero me preguntaba si sería sí durante los próximos 20 años y si seguiría estando a su lado. ¿Eso podría pasar? Yo lo quería y demasiado, y ya habíamos podido superar ciertos problemas, aunque por supuesto que no debía emocionarme pues a veces no todo duraba para siempre. Como fuese, no quería pensar en esas cosas, solo quería concentrarme en la escuela ya que faltaba poco para terminarla y así podría acompañar a la banda durante el resto de la gira.
Pero luego llegaron los problemas.
Cuando Ryan me llamó una noche a las tres de la mañana solo pude pensar en dos cosas:
1. Estaban muy borrachos y no sabían lo que hacían.
2. Algo les había pasado.
Fuese cual fuese, decidí contestar. Hubiera preferido no hacerlo.–¿Qué pasó? ¿Todo bien? –pregunté de inmediato, mi corazón temía la respuesta, por supuesto, pero traté de controlarme un poco.
–¿Lily? –se escuchó la voz de Fabrizio. De fondo se escuchaba música a volumen muy alto y bastante bullicio.
–Fab, ¿están bien? –por obvios motivos mi preocupación aumentó.
–No realmente. Bueno, yo sí y estoy seguro de que los demás también, pero no creo que Julian ni Ryan lo estén –lo sabía. ¿Por qué seguía sorprendiéndome si ya se estaba convirtiendo en costumbre el saber que él se metía en problemas? Antes de que yo pudiese responder escuché un par de voces al otro lado–. ¡Fabrizio, la llamaste! ¡Te dijimos que no lo hicieras! ¡Dame eso!
–¿Qué está pasando ahí, dónde están Ryan y Julian?
–Ah, Lily, hola, lamento que Fabrizio te haya molestado –habló Nikolai–. No creo que este sea el mejor momento para hablar, pero podemos ir a verte en la mañana.
–Pero están en Europa...
–Volvimos a la ciudad hoy en la mañana. ¿Ryan no te avisó?
–No, hablé con él en la tarde y no me mencionó nada.
–Uh... Esto será un poco más difícil de lo que creía –soltó una risa nerviosa–. Como sea, estaremos mañana en tu casa.
–¿No puedes decirme en este momento que rayos está pasando?
–No son cosas que deben hablarse por teléfono a las tres de la mañana, sobre todo porque ya no estamos tan cuerdos. Descuida, iré tan pronto como pueda.
–De acuerdo... –colgué y dejé el celular a un lado de mí. Pasé mis manos por mi cabello y dejé salir un largo suspiro.
Sin pronto aviso, las lágrimas comenzaron a salir una tras otra. ¿De nuevo comenzaba a repetirse la misma historia? Y ahora Ryan se sumaba a esto. ¿Por qué no me dijo que ya habían llegado? ¿Qué estaban haciendo que Fabrizio sintió la necesidad de llamarme?
Tantas dudas que no iban a tener respuesta al menos hasta dentro de un par de horas, haciendo que mi cansancio por la escuela se esfumara en cuestión de segundos. Yo no entendía por qué me pasaba eso a mí ni por qué seguía soportándolo. Pero ahí estaba, aferrándome a algo que poco a poco comenzaba a perder sentido.
¿A dónde se había ido? No en el sentido literal de la palabra, sino ¿en dónde estaba el chico al que conocí y que logró enamorarme? Tal vez se había perdido entre las falsas promesas, su libertad -que comenzaba a convertirse en libertinaje-, la fama, sus cientos de fans que se lanzaban hacia sus brazos como si del último hombre sobre la faz de la Tierra se tratase y que él aceptaba gustoso. Tal vez se perdió en el momento en que le dije que no podía salir con él y prefirió salir solo, sin saber con quién pudo haber estado, o cuando empezó a dejar de controlarse. O quizás jamás se perdió porque él siempre había sido así, solo que a mi me tocó una faceta diferente de él que se esfumó igual de rápido que todas las promesas que hizo al conocerme.
¿A dónde te fuiste, amor mío? ¿O es que siempre habías sido así, y a mi me tocó la mala suerte de ser herida por tus mentiras?
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ilomilo [b.g #2] • julian casablancas.
Fanfiction"¿A dónde has ido? Debería saberlo, pero hace frío y no quiero estar sola, así que dime que volverás a casa. No me importa si es mentira"