–Ryan, ¿está todo bien? –preguntó ella con algo de preocupación en su rostro, pero al verme sonrió–. Lillian –dijo como saludo.
–Juliet –respondí de la misma manera.
–Respondiendo a tu pregunta –dijo Ryan mirando a Juliet–, nada está bien. ¿Sabes dónde está Julian? Ayer discutió con Lily y desde entonces no sabemos nada de él.
–Hablé con él, pero no me dijo en donde está –respondió ella, y ahora sí yo ya quería llorar.
–¿Podrías ayudarnos a buscarlo? –pedí en un susurro, si hablaba fuerte mi voz se hubiese quebrado. Juliet me miró con tristeza y se acercó a mí.
–Claro que lo haré, pero no tienes que estar así Lillian. ¿Sabes por qué? –tomó mi hombro y me sonrió con –. Porque eres muy bonita para llorar por él.
–¿Por qué lo dices?
–Supongo que Ryan no te ha dicho que esta no es la primera vez que hace esto de desaparecer de la nada, y tú no eres la primera chica a la que ayudamos a buscarlo –golpe bajo. ¿Por qué lo estaba haciendo? ¿Por qué huía no solo de mí, sino de tantas chicas?
–Ya no me quiere, ¿cierto? –pregunté, temiendo la peor de las respuestas.
–No, no, no digas eso –Ryan se acercó a mí–. Juliet, no tenías que decirle eso –regañó y yo negué con la cabeza un par de veces–. Sabes, Lily, no es como que hayan sido 10 chicas, eres la tercera… –me obligué a no llorar y me puse mas seria que de costumbre.
–Está bien, Ryan. ¿De qué sirve que viva en una mentira? Vayamos a buscarlo ya, necesito que hable conmigo y que esto termine lo más pronto posible. No tengo tiempo para juegos –me dirigí al auto de Ryan y ellos no dijeron nada, solo me siguieron.
Durante el camino nadie habló, supongo que era difícil hablar del tema tomando en cuenta la posición que había decidido tomar. Aunque estaba haciéndome la fuerte y que parecía que yo ya no quería nada, era todo lo contrario.
Mirar por la ventana mientras pensaba en los buenos y malos momentos que había pasado con él parecía escena de video musical y si Julian estuviese ahí conmigo me lo diría mientras reiría para luego darme un beso en la mejilla. En ese momento lo estaba extrañando bastante, y lo peor era que también me estaba sintiendo tan mal por causa suya.
No sé por cuánto tiempo había conducido Ryan porque todo el rato me la pasé pensando. ¿Que pasaría con mi relación? ¿Realmente Julian ya no me quería? ¿Por qué me hizo eso? ¿No se daba cuenta de cuánto lo quería? Tantas preguntas a las que no podía tener respuesta al menos en ese momento, lo cual me estaba desesperando bastante.
Cuando me di cuenta, ya habíamos llegado a las afueras de Nueva York. Sí conocía el lugar porque Julian ya me había llevado antes ahí, cuando aún eramos amigos; aquella vez me dijo que iba cuando necesitaba "encontrarse a si mismo" o para relajarse.
Aquella casa que se encontraba en medio de la nada era bastante acogedora, y entendía por qué le gustaba tanto. Aunque algo que no entendí en ese momento era por qué no estaba ahí. Juliet tocó la puerta un par de veces y nadie respondió. Al asomarnos por las grandes ventanas el lugar se veía vacío y sin rastro de que él hubiese estado ahí recientemente. A pesar de las pocas posibilidades, tanto Ryan como Juliet intentaron animarme.
–Tal vez salió un rato –Ryan se encogió de hombros y se acercó a mí mientras me mostraba un intento de sonrisa alentadora.
–Podemos esperarlo si quieres –dijo Juliet algo temerosa esperando mi respuesta. Tal vez creía que iba a mandar todo al carajo e irme, pero por supuesto que no iba a hacer eso.
–Espero que no tarde –me limité a responder y me senté en las pequeñas escaleras enfrente de la puerta. Hacía frío, bastante, y en esos instantes quería que Julian estuviese conmigo abrazándome o, al menos, dándome su suéter. Juliet le dio bastantes vueltas a la pequeña casa y Ryan se alejó un poco, por lo que cuando ya estuve sola solté un largo suspiro y me permití llorar aunque fuese un poco–. Vuelve, estoy preocupada –dije a la nada, esperando que me escuchara aunque, claramente, eso no iba a pasar.
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ilomilo [b.g #2] • julian casablancas.
Fanfiction"¿A dónde has ido? Debería saberlo, pero hace frío y no quiero estar sola, así que dime que volverás a casa. No me importa si es mentira"