19-Hurry, I'm Worried.

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Las semanas pasaban tan rápido que no lo notaba. Sentía que el tiempo se había detenido desde que mi relación comenzó a empeorar. Últimamente no dejaba de pensar demasiado y de darme cuenta de bastantes cosas; una de ellas fue que en verdad me dolía el estar tan distanciada de Julian e imaginar que otra chica podría ocupar mi lugar en cualquier momento. Como fuese, quería concentrarme solo en el que aún era mi novio. No había hablado con él y él no parecía querer tampoco. Solo le había dejado un mensaje de voz dos días atrás, el cual no había contestado aún.

"Hey, Julian, ¿cómo estás? No hemos hablado en mucho tiempo, supongo que se nos olvida que estamos en una relación. Como sea, mi graduación será este viernes. ¿Puedes creerlo? Estoy muy emocionada y me gustaría verte allí... tú sabes, eres alguien importante y sin tu ayuda no sé que hubiese sido de mí. De paso, dile a los chicos que también están invitados, incluso Ryan y Juliet. Espero con ansias su confirmación. Llámame en cuanto puedas. Te... te quiero. Adiós."

Me causaba ansiedad el no haber recibido ninguna respuesta aún, pero no quería hablar con los chicos o con Juliet, pues ya estaba harta de comunicarme con él por medio de otras personas. No me importaba cuánto tuviese que esperar para hablar con él, yo solo quería escuchar su voz.

A pesar de que aquellos pensamientos de querer separarme de él no se disipaban, no significaba que había dejado de importarme. ¿Era posible dejar de amar a alguien tan rápido?
Aaron estaba ganándose un lugar muy especial en mi vida e incluso en mi corazón, pero él no era Julian. Jamás lo sería.

Tocaron el timbre de mi apartamento en ese instante. Dejé de mirar el teléfono como venía estado haciendo desde hace casi 30 minutos para levantarme a ver quién era. No esperaba a nadie, y Aaron solía avisar que estaría de visita.

Al abrir la puerta me puse tan nerviosa que me quedé parada sin saber que hacer o decir. Julian estaba frente a mí luciendo igual de genial y despreocupado de siempre con una sonrisa que no le había visto en mucho tiempo. Al ver que no dije nada, se acercó para besarme y abrazarme. Siendo completamente sincera, eso me había dejado confundida.

—Hola, linda. ¿Cómo has estado? Escuché tu mensaje; lamento no haber respondido. Es solo que he estado algo ocupado estos días —dejó de hablar para que yo dijera algo, pero aún no sabía que decirle. Él frunció el ceño y me miró con detenimiento—. ¿Qué pasa?

—Pasan muchas cosas —por fin hablé, después de dudar bastante lo que diría.

—¿Y quieres contármelas? —me dirigí a la mesa y tomé mis llaves. Estaba dispuesta a salir con él y por fin hablar. Necesitaba saber qué ocurría entre ambos, y también necesitaba estar a su lado de la forma que fuese.

—Acompáñame por un vestido y hablamos en el camino. ¿Te parece? —pregunté con temor, pues esperaba que me dijera que no podía o no quería.

—Claro que sí —sonrió y tomó mi mano. Cerré la puerta de mi apartamento con la mano que tenía libre y salimos de ahí. Juntos, tomados de la mano, por primera vez en mucho tiempo. Ese era un espectáculo digno de admirar.

Durante el camino nos pusimos al corriente sobre todo lo que había pasado en nuestras vidas, sin contarnos que últimamente estábamos disfrutando la compañía de otras personas. Él excusó todas sus ausencias y descuidos en el trabajo, yo en la escuela. Y aunque quizás ambos tenían gran parte de verdad, estábamos ocultandonos cosas, pero ese no parecía ser un gran problema.

Reímos, jugamos y no dejamos de hablar. Parecíamos los mismos de siempre y eso no pudo haberme hecho más feliz. Por un momento creí que ya no había nada de que hablar pues todo estaba bien, pero sabía que tenía que hacerlo. No podía pasar por alto que para que ese lindo reencuentro sucediera habíamos tenido que pasar por semanas de ausencia.

ilomilo [b.g #2] • julian casablancas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora