Seúl, año 2073
"Todos merecemos saber cuándo vamos a morir. Un día antes.
Porque no es nuestra vida lo que pasa ante nosotros
en esos dos segundos que transcurren justo antes de partir,
cuando sabemos que ha llegado la hora,
que ya no hay más, que se acabó. Time over.
Son las cosas que no hicimos y sobre todo que no dijimos
las que llegan para atormentarnos ahora que ya no queda tiempo.
Todos deberíamos tener un crédito de 24 horas
para saldar cuentas pendientes, para irnos en paz
y para que ese nudo de la garganta no nos acompañe
el resto de nuestra eternidad. Para no arrepentirnos.
Todos estamos de acuerdo con esto
y afortunadamente, todos tenemos tiempo aún.
Entonces, ¿por qué no lo hacemos ahora?"
***
Hoy hace un día precioso. Lo sé porque los rayos del sol se filtran desde la ventana del hospital. Acabo de abrir los ojos tras una siesta a deshora y veo a mi preciosa hija Sooyoung mirando con gesto preocupado al exterior. Apoya sus hombros sobre la pared, dejando descansar su cuerpo unos instantes. Sé que no lo están pasando bien con esta situación y me mata más pensar que ellos no son felices, que el efecto del maldito cáncer está ganándole la batalla a mi cuerpo. No siento pena por mí misma, no me compadezco de esta situación. A mis ochenta y siete años podría morir de mil maneras: ahora ya sé que será un tumor lo que acabara con mi vida, pero podría haber sido cualquier otra cosa. Una caída tonta, un paro cardíaco o simplemente la edad. Nada es eterno, ni siquiera nosotros, aunque en demasiadas ocasiones creamos que sí. Si supiéramos lo rápido que pasa la vida, si realmente fuéramos conscientes de que este momento en el que yo estoy ahora va a llegar antes de lo que pensamos, sin duda nuestras existencias tomarían otro rumbo.
¿Habría hecho yo algo diferente? Probablemente no, o quizás sí, quién sabe, ahora ya es tarde. He sido muy feliz, mucho. He sido muy afortunada. Lo he tenido todo. Miro con los ojos entreabiertos la escena de mi habitación y no cambiaría por nada del mundo a aquellas personas que están aquí conmigo, sufriendo más que yo misma. No querría ver a nadie más, ni siquiera a ELLA. El día que me muera, quién sabe si será hoy, lo haré completamente satisfecha de la vida que he tenido y de todas y cada una de mis decisiones. Estoy segura que volveré a verla, en otro cuerpo, en otro siglo, en otro mundo. Y espero que esta vez la vida sí nos deje ser felices juntas, que podamos encontrarnos a tiempo, que sepamos reconocernos. Pero esta vez no era nuestro momento. En esta vida, no.
Siempre he pensado que hay una serie de personas con las que vamos encontrándonos vida tras vida. Y si miramos atentamente, sabremos reconocerlas. Son esas con las que nos sentimos extrañamente cómodos, con las que podemos ser nosotros mismos en todo nuestro esplendor, a pesar de lo que esto puede significar. Son esas personas a las que no querríamos perder por nada del mundo y con las que, a pesar de que la vida nos lleve por diferentes caminos, siempre nos une un hilo imperceptible e inquebrantable. La leyenda del hilo rojo.

ESTÁS LEYENDO
Lo que nunca fue - MICHAENG
Ficção AdolescenteAl borde de su muerte, Chaeyoung no puede evitar recordar a Mina y el breve instante de vida que compartieron en Berlín. No era su momento ni su lugar. Descubre una bonita historia de amor de dos almas unidas por siempre por un invisible hilo rojo. ...