capitulo especial, minhee & yunseong

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Su madre fue asesinada cuando tenía apenas doce años.

Como una memoria anclada, el recuerdo de ver aquél ataúd ser hundido en tierra seguía tan fresca como el primer día.

Aún con diecisiete años, cada noche soñaba con ese momento. Despertaba con el corazón agitado, sintiendo como las lágrimas recorrían sus mejillas y deseando que su madre no se hubiera entrometido entre aquél hombre y él.

"Si hubiera dejado que me matara, ella seguiría viva", era el pensamiento permanente en su mente y en su corazón.

Incluso su padre lo odiaba. Él también sabía que es culpa suya que su madre ya no esté con ellos.

Su tía, quien durante esos años aún se
dedicaba al servicio público, fue la única persona que le abrió las puertas de su casa y de su corazón, haciéndolo sentir como una persona valiosa.

Con los años, la depresión empezó a ser ocultada con una máscara de felicidad.

Minhee pensaba que tener una sonrisa en el rostro era mejor que ir dando lástima por la vida cada vez que las lágrimas aparecieran.

Cerrando su corazón al mundo, manteniendo bajo candado sus sentimientos y ocultando sus lágrimas en la oscuridad de su habitación, conoció a Hwang Yunseong cuando tenía quince años, en una reunión que había organizado su tía en la conocida Casa Azul de la Presidencia.

En un principio, las familias de ambos los habían obligado a pasar tiempo juntos, abogando a las buenas relaciones entre las familias de los políticos que conformaban el gabinete de la Presidenta, sin embargo, estar con Yunseong se había convertido en la única razón por la que despertaba cada mañana.

Las pesadillas poco a poco se convirtieron en sueños y anhelos de su corazón de tener a su nuevo amigo como pareja.

Pronto, ambos descubrieron que sus sentimientos de amor eran correspondidos.

Todo fue peculiar desde el comienzo, tal vez por ser de familias de políticos, pero incluso su primer beso fue en la oficina de la presidenta Kang.

Se encontraban jugando a las escondidas el alto encontró a su novio escondido en un pequeño espacio que había entre el librero y la enorme cortina que cubría el ventanal en aquella oficina. Sin pensarlo dos veces, junto sus labios y comenzó a moverlos inexpertamente sobre los ajenos, metiéndose también en aquél reducido espacio junto al librero..

- ¿Por qué tardó tanto tiempo? - La voz de su tía los sacó de su pequeña burbuja y los hizo esconderse por inercia.

- Lo lamento, el imbécil sabe esconderse bien. - El padre de Yunseong estaba con ella.

- Dime ya quien es.

- Lee Byung Hun. - Respondió con cautela.

- ¿Byung Hun? ¿No es el terrorista que intentó estallar una bomba en KBS a principios de año?

- El mismo.

- ¿Y por qué quería matar a mi sobrino?

Minhee tomó a su novio por los hombros, intentando no caerse.

- No lo sabemos.

La presidenta Kang suspiró pesadamente y dio por terminado el tema, con la orden de abrir fuego si lograban capturarlo.

La oficina fue abandonada y los dos muchachos salieron de su escondite. Las lágrimas bajaban furiosas por las mejillas del menor.

Yunseong sólo atinó a tomarlo entre sus brazos y acariciar su cabeza.

- ¿Escuchaste? Es el tipo que quería
asesinarme.

- Minnie, tranquilo. - Dijo calmadamente. - Mi padre lo encontrará, estoy seguro.

- Regresará por mí, lo presiento.

- Amor. - dió cortos besos en sus labios. -Yo estaré contigo, nada te pasará.

-¿Lo juras?

- Te protegeré con mi vida.

- No quiero que me protejas con tu vida, quiero que estés conmigo

- Por eso iremos al mismo colegio, para estar juntos.

- Pero también irá ese idiota de Dongpyo.

- Oye oye. Es mi mejor amigo.

- Is mi mijir imigi. -Dijo con una mueca que causó gracia al otro. - No es gracioso.

- Todo en ti es gracioso, cuando estoy contigo me divierto horrores.

- ¿Por eso me amas? - Guiñó coquetamente en su dirección.

- Por eso te amo.

Minhee se sorprendió por dos cosas que notó que habían sucedido. La primera es la facilidad con la que Yunseong pudo hacerlo olvidar aquél asunto que le resultaba tan doloroso..
La segunda fue la naturalidad con la que su novio, con el que llevaba saliendo apenas un par de semanas, había dicho que lo amaba.

Juntaron sus labios una vez más, siendo sorprendidos por la presidenta Kang y el ministro de Justicia Hwang.

Los rostros de ambos eran un poema, incluso las manos de Yunseong no se alejaron ni un segundo de la cintura de Minhee, ni las contrarias de alejaron del pecho de su novio.

- Estamos saliendo.- Dijo el mayor para terminar aquél extraño e incómodo momento.

Como respuesta, los adultos sonrieron con ternura y los felicitaron.

Por primera vez desde el asesinato de su madre, Minhee pensó que podía dormir tranquilo.

S.O.S - Produce X 101Donde viven las historias. Descúbrelo ahora