→Five

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Secretos en la mirada

●ψ●

Maureen sonrió tímidamente; estaba en la mesa de los Cullen con su hermano a un lado aunque él estaba más interesado en Alice. En cambio ella miraba los apuntes del cuaderno de Jasper, el rubio de adorables rizos había tomado apuntes para ella, se había saltado tres clases algo preocupante por el simple hecho de que su queridísimo padre era profesor. En agradecimiento Maureen había besado repetidas veces la mejilla del rubio aunque eso significara un sonrojo y la mirada de envidia de la población femenina y la mirada determinante de la población masculina a que esa relación no avanzara a más.

Maureen suspiro sonoramente antes de subir su mirada y sonrojarse aún más; el rubio tenía una manera tan intensa de mirarla, como si ella fuera...una hermosa flor que en vez de querer arrancarla él quería conservar y cuidar.

—Otro incidente en Port ángeles — Informo Rosalie mirando su celular — Esos malditos deberías estar muertos...

Morgan aparto su mirada de la hermosa hada y observo a la rubio con curiosidad; había una especie de rabia vieja arraigada en su voz. Algo que simplemente Morgan no podía entender. Había un tipo de rencor viejo en su voz.

— ¿Quiénes...?

Rosalie suspiro tratando de calmar su rencor; tratando de parecer humana aunque su enojo lo hacía imposible —En Port ángeles hay un grupo de hombres que acosan y abusan a menores de edad; la policía no ha dado con ellos porque las víctimas no quieren declarar, los pobladores señalan con el dedo a las víctimas que son inocentes. ¡Odio los tabús!

Maureen perdió el aire; su corazón se aceleró y su rostro perdió color. Con el miedo estancado en la garganta Maureen volteo a ver a su hermano; quien solamente tenía en la mirada muerte y venganza. Morgan era excesivamente protector con los suyos, lo sucedido con Thomas era el ejemplo perfecto.

—Inocentes a quienes declaran culpables algo totalmente injusto ¿no lo creen? — Morgan jamás aparto la mirada de su hermana — Las mujeres deberían ser mimadas y consentidas; no acosadas y maltratadas.

Maureen respiraba dificultosamente; Jasper Hale no entendía el porqué de la acalorada batalla de miradas entre los mellizos. El rubio de rizos sintió el miedo de la dueña de su eternidad y la sed de venganza del mayor de los mellizos. ¿Pero porque? ¿Qué había pasado en la vida de aquellos dos hermanos?

—Tal vez tengamos algo de culpa nosotras las mujeres — Un juicio que se había clavado en el corazón de la menor; siendo el puñal que creaba una cicatriz a diario — Sabiendo el riesgo nos aventuramos al exterior con la esperanza de encontrar personas formidables y amables siendo víctimas de un cuento sin final feliz.

Jasper frunció el ceño junto a todo los demás Cullen; Pero al parecer fue Rosalie la que tuvo el valor de hablar — No tenemos la culpa Maureen; no es nuestra responsabilidad el hecho de que cerdos sin cerebros se crean con el derecho a regir sobre nosotras, nadie tiene el derecho a decidir por nosotras

Morgan no aparto la mirada de su hermana; porque el sentimiento de culpa era un contrincante con el que su hermana luchaba a diario y siendo una flor de invernadero de repente expuesta al viento y lluvia Maureeen creía cada vez más lo que la gente ignorante de Hawái decían.

>> ¡Ella...ella es la culpable! ¡Ella lo sedujo! ¡Ella vestía provocativamente! <<

—Tengo que irme — Anuncio Maureen recogió sus cosas y se marchó sin mirar a nadie más; la vergüenza un sentimiento impropio en ella, Maureen jamás debería bajar la cabeza pero ella lo hacía bajo la fuerza destructora de los juicios supuestamente morales de quienes se supone eran buenas personas

Maureen | Jasper HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora