Ya era lunes.
Con pesadez, me quité las sábanas y como por un minuto me le quedé viendo a una sandalia.
-¡Serina levántate ya es ta...- la puerta se abrió, brinqué del susto, era mi hermano, al verme despierta sonrió y se cruzó de brazos.- vaya vaya.-dijo con un tono divertido.- ¡milagro! hasta que te levantas tu solita.
Rodé los ojos y lo miré con enojo.
Y era verdad, a mi ni un despertador me levanta, solo mi hermano con sus gritos.
Me senté en la orilla de la cama, y como mis pies no llegaban al suelo, empecé a balancearlos mientras abría bien mis ojitos.
-¡Que flojera!.- bufé con mis ojos cerrados.
-Ya, ya, basta de lloriquear y date prisa.- dijo mi hermano cerrando la puerta de mi habitación.
Como pude me levanté de la cama y como hoy no hacía tanto frío como otras veces, tomé todo lo necesario para meterme a bañar.
Me sequé el cabello con una secadora, me puse corrector en las ojeras, me enchiné las pestañas y me puse rimel, también me puse un poco de rubor y un poco de brillo en los labios.
Me miré mil veces en el espejo, tomé mi mochila, mi celular, salí de mi cuarto.
Apenas iba a bajar las escaleras cuando escuché mucho escándalo.
-¡Cariño! ¡Para!.- decía mi madre entre risas.
De seguro mis papás andaban besuqueándose.
Terminé de bajar las escaleras y sonreí.
-¡Oigan no hagan eso enfrente de mi! ¡¡Da asco!!.- gritó Oliver con disgusto.
-Buenos días.- dije tomando asiento en el comedor.
-Buenos días cariño.- dijo mi papá separándose de mi mamá para darme un beso en la frente.
-Buenos días cielo.- dijo mi madre entregándome mi desayuno. Eran chilaquiles, Uff.
Mi papá carraspeó su garganta y se sentó.
-Adams se casará en un mes.- soltó tomando un tenedor.- y nos ha invitado.
Me atraganté.
-¿Adams? ¿El policía gruñón?.- pregunté sorprendida.- mi papá soltó una risa nasal y asintió.
-Sí ese.
Abrí mis ojos.
-Wow... que ¿bien?.- hice una pausa y lo miré.- ¿iremos?.- pregunté tomando un poco de chilaquiles para echarme la tortilla a la boca.
-Supongo que sí.- miró su reloj.- Chicos, ya es tarde, iré a cambiarme.
Asentimos.
No demoramos mucho en terminar, Thiago y yo nos despedimos de mamá y salimos de casa.
Gabriel y Gabriela ya se encontraban a fuera esperándonos.
-Hola guapos.- saludé.
-Hola, ¿lista para ver a tu novio?.- preguntó Gabriela pegando sus caderas con las mías.
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Nunca me dejes | Finge ser mi novia #2 [EDITANDO]
Jugendliteratur*ACTUALMENTE EN EDICIÓN* "No prometas algo que nunca vas a cumplir" Secuela de finge ser mi novia. Fecha de publicación: 07/01/2020