SERINA
Thiago me tomó de la mano mientras entrábamos a la cafetería, ya había pasado una semana desde la vez en la que papá le dijo a Thiago "bienvenido a la familia" , desde ese día,Thiago, saliendo de clases va a casa y se queda hasta la hora en la que llega mi papá para hablar de cosas de hombres, se han estado llevando bastante bien que aveces siento que mi papá ya no me pone tanta atención por estar hablando con Thiago.
-Iré a comprarte el almuerzo.- Dijo Thiago soltando mi mano y dándome un beso en la cíen, yo asentí con una sonrisa, y caminé un poco más para llegar hasta donde estaban mis amigos que ya se encontraban mirándome.
Fruncí el ceño. -¿que? ¿Por qué me ven así?.- dije tomando asiento.
-Comentábamos que eso de fingir ser novios les está haciendo bien a los dos.- dijo Gabriela.- tú ya no piensas tanto en Charlie y él sonríe más de lo normal.
Hice una mueca.- sólo es actuación chicos. No se emocionen. Además no debemos hablar de esto aquí, Charlie puede llegar en cualquier momento.
Ellos no dijeron nada y siguieron comiendo.
Thiago se acercó a nosotros con dos bolsas de papel estraza.
-Toma.- se sentó a un lado mío y me tendió la bolsa.- te compré una hamburguesa.
-Gracias.- le sonreí. Abrí la bolsa y me encontré con una deliciosa hamburguesa.
-Hey.- la voz de Charlie hizo presencia. Se sentó enfrente mío.- no tienen idea de cuánto odio a la profesora de filosofía.- recargó sus codos en la mesa y se pasó las manos por toda su cara.
-Todos la odian.- dije.- ¿pero que te hizo?.- pregunté dándole una mordida a mi hamburguesa.
-Estaba haciendo su examen y una chica a lado mío me pidió las respuestas.- suspiró.- le dije que no las tenía. Estuvo insiste e insiste e insiste que se las pasara y fue ahí cuando la profesora se acercó a mi y me anuló el examen.- volvió a pasar sus manos sobre su cara.- intenté explicarle la razón y ella no me escuchó.- hice una mueca.- ¿ saben lo mucho que eso perjudicará mi calificación? He estado estudiando bastante para poder tener buenas calificaciones y poder entrar a la universidad.- suspiró. - esto bajará mi promedio.
Me sentía mal ver a Charlie así, él siempre ha sido muy dedicado con todo, y verlo tan enojado y triste hace que quiera abrazarlo.
Tomé su mano y acaricié sus nudillos. Él al percatarse de mi tacto, colocó su otra mano y la puso encima de la mía y comenzó a acariciarla. Me sonrió y yo hice lo mismo.
***
El descanso terminó, estaba apunto de levantarme cuando una mano me detuvo.
-¿Podemos hablar después de clases?.- me preguntó Charlie, luego regresó a ver con odio a Thiago.- a solas.
-Sí, obvio.- dije. Él me sonrió.
Tomé la mano de Thiago y caminamos hacia el salón para entrar a la clase de emociones.
-Muy bien queridos alumnos.- dijo la profesora Isabelina. Sonrió y nos miró a cada uno.- ¿Alguno de ustedes se ha enamorado?.- caminó hacia el escritorio y se sentó en él. Nadie contestó, todos nos regresamos a ver, luego regresé a ver a Thiago, él tenía su cabeza gacha.
Fruncí el ceño al verlo así.
-¿No? ¿Ninguno?.- preguntó la profesora.- Vamos chicos, estamos en confianza, ¿no me digan que ninguno se ha enamorado?
-Bueno... estamos muy chicos para eso ¿no?. - preguntó una chica de cabellera rubia.
La profesora miró al techo e hizo una mueca. -No hay edad para poder enamorarse.
Yo debatía en si alzar la mano o no.
-Bueno...- se levantó de la mesa y caminó lento. -Quiero que se levanten.- nadie hizo nada, ella alzó una ceja y comenzó a reír.- vamos chicos levántense no sean flojos.- todos nos levantamos. - ¡bien!, ahora.- hizo una pausa.- ahora quiero que con el compañero que tienen a lado se tomen de las manos y se vean directamente a los ojos.
Thiago tomó mis manos y comenzó a acariciar mis nudillos, yo traté, juro que traté mirarlo a los ojos, pero no podía.
Él soltó una risita de nariz.- Mírame.- ordenó. Cerré mis ojos y suspiré y luego lo miré.
-Muy bien... lo están haciendo perfecto. No dejen de mirarse hasta que yo les diga ¿de acuerdo?
Todos dijimos "sí". Sus tacones retumbaban por toda el aula.- Han escuchado la frase "una mirada dice más que mil palabras?- volvimos a decir sí, yo no dejaba de ver a Thiago. - Bueno... quiero retarlos a que con su mirada le digan lo que ustedes quieran decirle a esa persona que están viendo.
Me concentré en ver los ojos de Thiago, ojos tristes, con dolor, era lo que yo veía, sus ojos pedían ayuda.
Yo te ayudaré. Pídeme ayuda.- eso fue lo que quise que mis ojos transmitieran.-Thiago desvió la mirada.
-Pueden parar.- dijo la profesora.- ahora escríbanme lo que sintieron al ver los ojos de su compañero.
El timbre retumbó por toda el aula. Fruncí el ceño ¿tan rápido pasó el tiempo?
La profesora rió.
-Bueno alumnos, la próxima clase pueden entregarme su hojas, nos vemos.- ella salió y todos nos sentamos, yo lo único que hice fue girar el rostro de Thiago, sus ojos estaban brillosos. Me levanté del asiento, tomé a Thiago del brazo, él me vió confundido y lo jalé para salir del aula y llevarlo a su escondite.
- Dime que quieres que te ayude.- le dije mirándolo a los ojos, tomé su rostro con mis dos manos y con mis pulgares comencé a acariciar su rostro.- dímelo Thiago.
El cerró sus ojos y unas lágrimas cayeron por sus mejillas.
-Ayúdame.- y lo abracé, su cuerpo temblaba, él me abrazaba con tanta fuerza, no me importaba para nada.
Éramos sólo nosotros dos en ese pequeño cuarto oscuro, mi corazón latía con tanta fuerza, ¿por qué no había visto lo mucho que Thiago sufría?
Él se separó de mi, carraspeó su garganta.- Pensé que nadie se daría cuenta.
Sonreí.- pensaste mal.- él rió y se limpió las lágrimas.-cuéntame.- él asintió y me guió hacia el sillón.
-Cuando.- él se aclaró la garganta.- cuando estaba en primero de secundaria conocí a una chica, se llamaba...- hizo una pausa y me miró.- bueno.- sonrió.- se llama Sabrina.- sonreí, desvió la mirada hacia la pared, parecía como si estuviera recordando.- me enamoré de ella. Era una chica increíble, guapísima.-sonrió melancólicamente.- la hice mi novia, hicimos muchas cosas juntos, mi vida era perfecta en ese entonces.- sorbo su nariz.- hasta que al terminar la secundaria mis padres murieron, mis padres y yo éramos tan unidos que su muerte hizo mi corazón añicos.- suspiró.- Estuve deprimido un tiempo, y ella...- me miró.- ella me dejó.- regresó a ver sus manos.- nunca me dijo la razón, pero se fue cuando más la necesitaba, ¿imagínate como me sentí?.- me miró.- La chica que amé me dejó cuando mis padres murieron, fue... fue muy doloroso todo eso. Mi vida se volvió completamente gris. Yo no quise que nadie más me lastimase, así que fingí ser otro, fingí que odiaba todo lo que me rodeaba, fingí que odiaba a mi hermano, fingí que la muerte de mis padres ya no me dolía, fingí que ella ya no me importaba. Pero estoy cansado de esto - se acercó a mi y tomó mis manos.- pensé que ya todo estaba perdido, hasta que te conocí.- lo miré sorprendida.- Tú estás volviendo mi vida de colores, Serina. -sonreí, una lágrima cayó en mi mejilla.- acercó mis manos a sus labios y les dió un beso.- Gracias... gracias por estar aquí.
No me contuve y lo abracé, lo abracé con tanta fuerza, mi corazón se sentía apachurrado.
- No te dejaré Thiago.- me aferré más a él.
-No permitiré que lo hagas.- susurró. Y yo reí.
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Nunca me dejes | Finge ser mi novia #2 [EDITANDO]
Roman pour Adolescents*ACTUALMENTE EN EDICIÓN* "No prometas algo que nunca vas a cumplir" Secuela de finge ser mi novia. Fecha de publicación: 07/01/2020