Escuchen la música por favor.
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Epílogo
Cerré mis ojos mientras mis fosas nasales se impregnaban con el olor de su chamarra.
Había pasado un mes desde que no sabía nada de Thiago. Cada día que pasaba era un infierno, no hubo un segundo en qué dejé de llamarlo, en qué dejé de cuestionarme, en qué estuve horas sentada en la acera de su casa mientras la lluvia caía sobre mi o mientras el sol quemaba mi piel por estar esperando su regreso. No hubo un sólo maldito día en el que yo estuviera tranquila.
Llorar era lo único bueno que sabía hacer. Ahora que él se había ido, mi rutina se había vuelto aburrida y simplemente ya no sabía que hacer porque mi alma, mi cuerpo, mi corazón y mi cabeza se sentían cansados de tanto dolor, de tanto sufrimiento.
No sabía si yo sería capaz de soportar tanto, nunca me preparé para este momento en que él se fuera de mi vida, ni siquiera lo veía venir.
La puerta de la entrada de mi casa se abrió haciendo que yo levantara mi vista y dejara toda mi atención en papá que estaba empapado por la lluvia.
Papá soltó un suspiro y volvió a negar con la cabeza como todos los días que llegaba a casa mientras yo lo esperaba sentada en el sillón con la esperanza de qué él sonriera y dijera que Thiago había regresado.
Mi quijada comenzó a temblar y todas mis esperanzas volvieron a desvanecerse.
Papá se acercó a mi lentamente y yo cerré mis ojos enterrando mi rostro en la chamarra de Thiago.
— Cariño... hemos hecho de todo— él soltó un suspiro — mi equipo y yo hemos buscado por todos lados, volvimos a preguntarles a los vecinos si recuerdan haber visto algo raro con la familia Jones pero... — hizo una pausa y yo regresé a verlo, él negó levemente con la cabeza y fue ahí cuando una lágrima escurrió por mi mejilla — no, todos dicen que nunca escucharon nada ni se dieron cuenta cuando ellos se fueron.
Ahogué un suspiro y tapé mi rostro con mis manos.
No, no, no...
— Tú tienes la decisión final Serina. ¿Quieres que dejemos de buscar? —
Mi cuerpo se congeló al instante en el que aquellas palabras fueron escuchadas por mis oídos. El pánico me invadió y de un momento a otro sentí que todo me dio vueltas, papá me hablaba pero yo simplemente no entendía y ni siquiera escuchaba lo que decía porque ahora lo único que oía eran los latidos de mi corazón mientras pequeñas imágenes de todos, absolutamente todos aquellos momentos que vivimos juntos pasaban ante mis ojos.
Me sentía tan aturdida que no podía moverme, sabía que tenía que decir algo porque papá me había hecho una pregunta pero simplemente las palabras no salían por más que yo quería, mi vista se había vuelto borrosa por las lágrimas que amenazaban con salir, así que cerré mis ojos y apreté mis puños con fuerza.
— ¡Serina!— gritó papá zarandeando mi cuerpo haciendo que abriera mis ojos y lo viera conmocionada. — Serina... mi vida... me duele verte así, debes ser fuerte y dejar de mortificarte cariño. — yo desvié la mirada y negué levemente con la cabeza. — Ya buscamos mucho y no encontramos nada, creo que si sigo buscando será en vano. Piensa en que mañana es tu ceremonia de graduación y que verás por última vez a tus compañeros — él soltó un suspiro largo y cansado — cariño... yo sé que te prometí que buscaría hasta por debajo de las piedras pero ya no hay nada que hacer, debes aceptar que él se fue...
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Nunca me dejes | Finge ser mi novia #2 [EDITANDO]
Teen Fiction*ACTUALMENTE EN EDICIÓN* "No prometas algo que nunca vas a cumplir" Secuela de finge ser mi novia. Fecha de publicación: 07/01/2020