Nunca me dejes | Finge ser mi novia #2 [EDITANDO]

Capitulo 22

SERINA

-¿Ya no eres novia de Thiago?.- cerré mis ojos frustrada, respiré profundo y cerré mi casillero con una sonrisa falsa.

Ya ha pasado una semana desde que Charlie y yo somos novios, una semana en la que Thiago se ha comportado raro conmigo, una semana en la que mi pecho duele cada vez que lo veo y no me mira con los mismos ojos de antes.

-¿Me das permiso?.- dije cansada.

La chica rubia me tenía acorralada.

-No.- sonrió falsamente y alzó una ceja.- solo quiero saber si tú y él siguen.- se encogió de hombros.

Me crucé de brazos harta de la situación, he perdido la cuenta del número de chicas que me han preguntado lo mismo.- no, no hemos terminado.

El semblante de la chica cambió.

-¿Pero por qué no se hablan? Ya no comen juntos ¿que ha pasado?

¿QUE TE IMPORTA?, ¡METICHE!

Suspiré.- Mira, tú.- hice una pausa.- como sea que te llames, no tengo que darte explicaciones ni a ti, ni a nadie - alcé una ceja.- ¿de acuerdo?-Lo qué pasa entre Thiago y yo es solo eso, de Thiago y yo, no de ti ni de tus fanáticas amigas locas por Thiago.

Ella no dijo más, rodé los ojos y caminé hacia mi salón de clases. Mis primas habían faltado el día de hoy, pues se sentían mal, así que andaba sola por los pasillos.

Miré de reojo aquel cuarto del conserje, me detuve, miré a los lados para ver si alguien me veía, saqué de mi bolsillo mi llavero en donde ahí tenía la llave que Thiago me dio la otra vez. Sonreí cuando la puerta se abrió, caminé hacia la otra puerta y volví a sonreí cuando la otra se abrió, me estremecí cuando sentí el aire chocar contra mi rostro, me acerqué a la puerta de piso, la abrí y entré en ella.

El cuerpo de Thiago estaba encima del sillón, tenía un libro en su pecho, este subía y bajaba por causa de su respiración, me acerqué a él, estaba dormido, se veía tan vulnerable.

Mi corazón latía tan rápido, mis ojos picaban, mi piel se erizaba, ¿que es esta sensación? ¿Por qué siento que me quemo por dentro?

Me puse en cunclillas lentamente mientras lo observaba, pasé mi mano por su lindo cabello, era suave y brilloso.

Él se removió, abrió sus ojos y se vió sorprendido, parpadeó varias veces, se acomodó en el sillón haciendo que la mano que tenía en su cabello la quitara de inmediato, una lágrima cayó por mi mejilla, no sabía que pasaba pero me dolía, pasó una mano por su cara y luego me vió.

-Perdón por entrar así de la nada.- solté.

-No tienes que pedir perdón Serina.- sonrió.- este es nuestro lugar especial.- sonreí melancólica.

Agaché mi cabeza y miré al suelo.- No me gusta que estemos distanciados.- mis ojos volvían a picar.- no quiero estar lejos de ti Thiago.- lo miré y una lágrima cayó.

Dios...

Él no dijo nada. Solo se quedó mirándome.

Me levanté y luego limpié mis lágrimas, no dejó de mirarme ni un segundo.

-Me voy.- dije.- lo siento por interrumpir tu sueño.- sonreí a medias.

Me giré pero su mano tomando la mía me detuvo.

-Quédate.- dijo, me giré, él se levantó del asiento, tomó mi rostro con sus dos manos, mi corazón se derretía pues me miraba a los ojos con tanta dulzura.