Capitulo 28

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SERINA

Bajé las escaleras con mi mochila en mano, mamá, papá y Oliver regresaron a verme sorprendidos.

Mi mamá se acercó a mi casi corriendo y me tomó de los hombros.

-Hey hey hey cariño ¿qué haces? - frunció el ceño.

-Iré a la escuela.- dije obvia.

-Cariño...- dijo papá en modo de reproche, caminó hacia donde estábamos y se colocó detrás de mamá tomando sus hombros.

-Pa...- lo miré.- ma...- la tomé de los brazos.- no tienen que preocuparse por nada.- sonreí.- ya llevo dos semanas en casa, me siento mucho mejor.- hice un pausa, mamá frunció los labios.- además, no puedo estar todo el tiempo encerrada, estoy harta de no hacer algo productivo.- hice un puchero y sonrieron.

-Bien...- dijo papá, regresó a ver a Oliver.- Y tú.- Oliver lo miró.- no la dejes sola.- Oliver negó.

-No lo haré.

***

-¡Serina!.- gritó Gabriela al verme dentro del carro.- ¡por fin saliste de tu cueva!

Yo reí y suspiré, ella entró al carro.- Ya necesitaba un respiro.- dije.

Mi papá tocó el claxon varías veces, los demás salieron corriendo, y al verme todos me miraron sorprendidos.

-¡Salí!.- dije emocionada, los demás rieron y entraron al carro para ir hacia nuestro destino.

***

Caminamos hacia nuestros casilleros, la gente me miraba, estaba segura que el rumor ya había sido esparcido por toda la escuela.

Abrí mi casillero para sacar mis cosas y meterlas a la mochila, al cerrarlo regresé a ver a la salida, grave error.

Pequeños mechones rubios caían en su rostro, llevaba su mochila en uno de sus hombros, despeinó su cabello para luego mirarme, él se detuvo sin despegar su vista de mi y entonces...

-¡Thiago!.- la chica de la otra vez se colgó en él y besó sus labios sorprendiéndolo.

Yo desvié la mirada mientras me sentía la chica más tonta del planeta.

Caminé dejándolos atrás sin despegar la vista del piso, abrí la puerta del salón y caminé hacia mi asiento para sentarme.

-¿Estás bien?.- regresé a ver a Sam y sandra, las dos me miraban angustiadas, al ver que no respondía San frunció el ceño.- ¿Serina?

-Amm... si... estoy bien, muy bien.- asentí, ellas no se vieron del todo convencidas, pero aún así asintieron. Fruncí mis labios y regresé a ver hacia la entrada en donde Thiago ingresaba al salón de clases, conectamos miradas y al sentirme completamente incómoda regresé a ver hacia el frente, no quería distraerme por nada del mundo.

Por suerte, solo por hoy teníamos tres clases, el aviso lo dieron el día en que yo no había venido, el profesor entró al salón de clases sacándome de mis casillas, todos se callaron y el profesor sonrió al verme.

-Me alegra que estés aquí Clayton.- dijo dejando su maletín en el escritorio.

-También me alegra estar aquí profesor.- sonreí.

Él sonrió más de lo normal y sacó sus libros para dar su clase.

***

Las clases terminaron, me recargué en el respaldo del asiento, de reojo pude ver como Thiago movía su pierna de arriba abajo y hacía malabares con el lápiz de su mano, sus brazos estaban descubiertos, se veían bastante bien, dejé de mirarlo sintiéndome incómoda, mi cuerpo comenzó a picar.

Después de darme cuenta de que él me gusta no dejé de pensar en él en ningún momento. 

Sentí mis mejillas arder al recordar aquello, tapé mi rostro con mis dos manos, comenzaba a sudar, el aire me faltaba, tenía que salir de aquí así que me levanté del asiento para salir corriendo del salón de clases.

Corrí hasta la cancha, el sol me molestaba un poco pero necesitaba aire fresco, caminé hacia los escalones y me senté suspirando pesadamente.

Cuando pude lograr calmarme bajé las escaleras y me dirigí al salón de clases para recoger mi mochila, en los pasillos ya no había casi nadie, me detuve cuando mi celular comenzó a vibrar.

Era Gabriela.

-¿Hola? ¡Serina! ¡Dios, gracias!.- dijo ella emocionada.- pensé que te había dado un ataque o algo porque no contestabas y según Sam y Sandra saliste corriendo del salón- hizo una pausa y se escuchó otra voz detrás de la línea.-oh cierto la mochila quedó en el salón dice Sam, si, ya le dije.- decía ella, al parecer no hablaba conmigo.- Como sea te llamaba para decirte que estamos afuera esperándote, si estás con Charlie dile que mueva su trasero.- habló tan rápido que no pude responderle, al instante colgó y yo reí negando.

Al llegar al salón tomé mi mochila y salí de ahí, caminé por los pasillos que debemos tomar para llegar a la salida.

-¡Basta!.- decía alguien entre risas, me detuve y fruncí el ceño al escuchar aquella voz que se me hacía conocida.

Caminé lentamente hacia aquel salón, había una pequeña ventana que dejaba ver adentro.

Grave error.

No... tú no...

La mochila cayó de mi hombro, un sollozo salió de mi boca, él la besaba, ella reía, me sentía tan estupida y traicionada.

Él dejaba besos en su cuello llenos de placer, ella se veía tan relajada que tenía sus ojos cerrados y cuando los abrió, me miró, sus ojos se abrieron mas de lo normal y lo empujó, él la miró confundió y él, al ver que ella no despegaba su vista de la puerta regresó a ver y fue ahí cuando me vió, él se vió sorprendido y yo negué con la cabeza.

Acomodé mi mochila en mi hombro y salí corriendo del lugar.

-Oliver.- Balbucee al llegar hacia la camioneta.- ¿donde está Oliver?.- Sam me miró confundida y salió del carro.

-¿Serina qué pasó?

-¡Quiero a mi hermano!- grité sorprendiéndola.

-¡Aquí estoy!.- gritó Oliver, salió del carro y me vio confundido.- ¿que te pasó?

-Por favor...- supliqué mientras en mis ojos salían lágrimas.- vámonos.

Él tomó mi brazo y me guió hacia el auto yo me zafé de su agarre.

-¡No!.- él me vió confundido.

-¿Serina qué pasa?.- regresó a ver detrás de mi, yo lo imité y ahí estaba él, Luna venía detrás de Charlie, los dos se veían agitados.

Regresé a ver a mi hermano suplicante.- por favor.

Él asintió comprendiendo y me tomó del brazo para correr hacia la central de taxis.

***

Al llegar a casa, entré a mi habitación y me lancé a la cama para seguir llorando y quedarme completamente dormida.

Nunca me dejes | Finge ser mi novia #2 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora