THIAGO
—¿¡THIAGO QUE DEMONIOS TE SUCEDE?!— yo di un salto ante el grito de Gabriel.
—¡¡¡Shhhh, no grites hombre!!!— exclamó Oliver con enfado mientras sus manos apretaban con fuerzas los botones de la consola.
—¿COMO NO QUIERES QUE GRITE ME DISPARÓ Y SOY DE SU EQUIPO! — gritó— ¡DE SU EQUIPO!— repitió, yo lo miré con los ojos bien abiertos y no pude evitar una sonora carcajada ante la expresión que había hecho.
—Lo siento... Gab, lo siento— decía entre risas. Gabriel suspiró pesadamente.
—De acuerdo, de acuerdo— me miró— pero para la próxima te juro que— se detuvo al hablar ya que la puerta de la entrada se había abierto. Yo giré todo mi cuerpo para ver hacia esa dirección, Mateo, Elias y Jacob venían entrando.
—Uuuuooolaaaa — saludó Mateo, yo sonreí y saludé alzando mi mano, pero de pronto, esa sonrisa se borró debido a que 5 chicas venían entrando detrás de ellos.
Ellos se quedaron de pie mirándonos con una expresión divertida.
—¿Que?— preguntó Elias dejando unas bolsas del súper en el centro de mesa.— ¿por que esas caras? — yo miré a los demás, todos estaban igual o más sorprendidos que yo.
Serina me va a matar.
Fue lo primero que se me vino a la mente, suspiré pesadamente frotando mi sien.
— Ammm ¿ok?—comenzó Oliver poniéndose de rodillas en el sillón — ¿que se supone que es esto? — preguntó señalando a aquellas chicas que miraban la casa de mi novia como si fuera un tesoro.
—Bueno— comenzó Elias—una de las chicas se acercó en donde él estaba, Elias lamió sus labios mientras miraba el trasero de la chica, yo hice una mueca y luego él nos miró —estábamos dando una vuelta por el centro y nos encontramos con estas lindas chicas— le rodeó el brazo en la cintura a aquella chica que estaban junto a él, la chica se sorprendió pero después nos dedicó una sonrisa tímida mientras escaneaba a cada uno de los que estábamos en el sillón, cuando sus ojos se encontraron con los míos ella inmediatamente se deshizo del agarre de Elias y caminó un poco hasta llegar hacia mi.
—¿Quien es este chico?— preguntó señalándome con el dedo mientras le preguntaba a Elias. Elias me miró y rascó su cabeza.
—Emm, su nombre es Thiago— añadió Mateo—pero tiene novia—
—Eres muy lindo— intervino ella mientras se inclinaba un poco hacia mi para verme más de cerca, yo abrí mis ojos como plato y me levanté del sillón asustado ya que se había acercado mucho a mi. De pronto vi cómo las demás chicas se acercaron a cada uno de los que estábamos en el sillón. Entre ellos y yo intercambiábamos miradas, sólo se escuchaba muy levemente las risitas de las chicas, los chicos se miraban incómodos, trataban de sacarlas de su acorralada pero ellas no lo permitían, la chica que hace un momento estaba mirándome apareció de nuevo frente mío, yo juro que intenté hacerme a un lado pero ella se colgó, ¡se colgó en mi como un mono!
Mi pecho comenzó a subir y abajar, yo intenté despegarla de su agarre pero ella estaba tan aferrada a mí que no podía sacarla, si hacía algún movimiento violento para zafarla, estaba seguro que la lastimaría. Esta situación estaba comenzando a molestarme, regresé a ver a Mateo y a Elias que estaban en frente de nosotros mirando sin decir nada. Suspiré.
—Ok, tú, chica, no sé cómo te llamas, ni tampoco me interesa— la chica se dejó caer al piso, sentí un alivio, ella me miró frunciendo el ceño— y no sé si escuchaste, igual, si no lo hiciste, lo repito de nuevo— lamí mis labios — tengo novia— dije deliberadamente lento. Esta chica sonrió.
—Ok— se cruzó de brazos y comenzó a deslizar su mano en mi pecho lentamente — para empezar, número 1, mi nombre es Adebi— me miró directamente a los ojos — número 2, escuché perfectamente bien— me miró con intensidad de arriba abajo — y número 3 — se acercó a mi oído para susurrar— no me importa— ella se alejó para mirarme y sonrió inocentemente mostrando sus dientes, yo la miré incrédula.— ahora si me permites...
—¿Me pueden explicar que está pasando aquí?
Santa madre de Dios.
Todos nos giramos a la dirección en la que se escuchó la bella voz de mi novia. Yo no hice otra cosa más que empujar a la chica que tenía enfrente de mi, no me importó si la había lastimado ya que mi novia estaba mirándome con el ceño fruncido, mi piel se erizó, juro que su rostro daba miedo, demasiado miedo. Yo regresé a ver a los chicos, estos me miraban con una cara de "estás muerto".
De la nada, como por arte de magia Serina ya estaba enfrente de aquella chica desgreñándola, Sam, Sandra, Gabriela y la otra chica Melanie no dudaron en hacerles lo mismo a las amigas de la tal Adebi.
Yo abrí mis ojos como plato y tomé a Serina de la cintura para intentar separarla de la chica, los otros chicos hicieron lo mismo tratando de despegarlas de las otras, pero era inútil, ya no sabía si yo era un debilucho o definitivamente las mujeres tenían más fuerza que nosotros.
—¡¡MALDITA, ESTOY HARTA DE LAS CHICAS COMO TÚ ENCIMOSAS, ZORRAS QUE LES GUSTAN LOS NOVIOS DE OTRAS!!—Gritaba Serina mientras yo luchaba por separarlas y mientras Serina trataba de subírsele encima para jalarle el pelo.
—¡¡ERA UN BROMA SUÉLTAME MALDITA LOCA!! — gritó la tal Adebi, Serina y las demás se detuvieron, yo inmediatamente la sostuve entre mi brazos, aquella chica suspiró pesadamente mientras recobraba la postura.
—¿Que dijiste?— preguntó Serina con confusión.
—Sí.— contestó la chica mientras se acomodaba el cabello— estos idiotas de acá— señaló a Mateo, Elias y Jacob— son nuestros amigos, nos pidieron que hiciéramos todo un show para molestarlas.— se cruzó de brazos, mientras yo la miraba atentamente, al parecer sí, todo había sido actuado ya que ella en este momento estaba teniendo una actitud completamente diferente a la de hace un rato — tu novio no me siguió el juego, no tienes que preocuparte, ni tampoco te enojes con él ya que me apartó muchas veces.— el cuerpo de Serina se relajó, yo me sentí más aliviado ya que hace dos días nos habíamos arreglado y yo creo que ya sería demasiado si de nuevo pasa algo que haga que Serina desconfíe de mí.
—Entonces... ¿todo fue actuado? — preguntó Serina esperanzada.
—¡Si chica!— exclamó Adebi— tu novio es guapo pero a mi no me gustan los hombres.— yo alcé mis cejas, ok, era algo bueno ¿creo?
—Bueno.... Ya que esto acabó... — habló una chica pelirroja captando la atención de sus amigas, al parecer esa era la chica que estaba encima de Oliver— Vámonos— continuó, las chicas asintieron y caminaron hacia donde los otros chicos. Ellas se pusieron enfrente de ellos cruzándose de brazos.
—Dijeron que nos darían una recompensa— ellas tendieron sus manos, no podía ver el rostro que aquellas chicas tenían ya que estaban de espaldas, pero al escuchar sus voces tan irritadas sabía que no los miraban con dulzura.— ¿que esperan tontos?
Elias regresó a ver a su hermano con una ceja arqueada, Mateo rodó los ojos y metió una mano a su bolsillo sacando dinero de su cartera, cuando ellas tuvieron el dinero en sus manos, una de ellas se dirigió a la puerta y la abrió para que cada una saliera, Adebi era la última así que se dio media vuelta tomando el pomo de la puerta mientras les dedicaba una mirada asesina, los chicos sonrieron inocentemente.
—¡Nos llaman luego!— cantó Mateo, aquella chica les mostró el dedo de en medio, puso los ojos en blanco y después azotó la puerta haciendo que todos diéramos un brinco. La sala de estar se volvió silenciosa. Cada uno de nosotros miraba a los chicos con el ceño fruncido, al parecer todos necesitábamos una explicación.
—¿Nos perdonan?
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Nunca me dejes | Finge ser mi novia #2 [EDITANDO]
Teen Fiction*ACTUALMENTE EN EDICIÓN* "No prometas algo que nunca vas a cumplir" Secuela de finge ser mi novia. Fecha de publicación: 07/01/2020