Nunca me dejes | Finge ser mi novia #2 [EDITANDO]

Capitulo 36

NOTA: Cuando terminen de leer no olviden leer lo que escribí abajito...

Comencemos...

SERINA

-¿Hola?

-Hola mi amor, buen día.

Sonreí soñolienta, di un bostezo y me senté en la cama.

-Buenos días guapo.

-¿Como amaneciste?

-Bien.- volví a bostezar.- ¿tu?

-Con ganas de besarte.

Mordí mi labio y sonreí.

-¿Mueres por besarme?- pregunté tímida.

-Mmju. Muero por besarte, abrazarte, y despertar junto a ti.

De pronto la puerta se abrió, Oliver me miró asombrado.

-¿Y ahora tu?

-Shhh estoy hablando con mi novio.

-Uyyy si, a ver.- estiró su mano.- pásamelo.- Oliver se aventó a mi cama y me arrebató el celular.

-Hola amor.- dijo con voz de niña.

Yo abrí mi boca ofendida, ¿estaba burlándose?

-¡Oli!.- grité, agarré una de mis almohadas y lo golpeé.- ¡sal de mi cuarto!

-Hey.- frunció el ceño.- tranquila, estoy hablando con mi amor.

Rodé los ojos y me crucé de brazos.

-Si amor, ahorita te paso a la tipa con la que me engañas.

Oliver me tendió el celular y comenzó a reír.

-Ya quisieras que Thiago sea tu novio.- dije fingiendo enojo.

Oliver me sacó la lengua y salió de mi habitación, volví a ponerme el celular en la oreja, pude notar que Thiago no paraba de reír.

-Celosa.- dijo Thiago.

-Pues claro, ya te dije, tú eres mío.

***

Después de aquella llamada de tres horas con Thiago me dispuse a arreglar mi cuarto, bajé a desayunar, me bañé y me cambié, pues en unas horas mis padres se irían a casa del Tío Jack y los demás se vendrían a mi casa pues quedamos en que veríamos algunas películas, Thiago también dijo que vendría entonces tenía que verme bonita.

La puerta de mi habitación se abrió, Oliver se puso a lado de mi enfrente del espejo de mi tocador, tomó mi peine y comenzó a peinar su cabello, yo fruncí mi ceño.

-Nunca voy a entender porqué siempre vienes a  arreglarte en mi cuarto.

-Yo tampoco lo sé.- me miró y rió.- es la costumbre.- me guiñó un ojo y yo rodé los ojos para seguir enchinandome las pestañas.- Hey.

-¿mmmm?- pregunté mirándolo desde el espejo.

-¿Como me veo?

Lo miré de arriba abajo, no se miraba mal.

-Mmm pues a decir verdad...- dije pensativa, me gustaba molestarlo.- el bañarte si te cambia. -Él rodó los ojos y yo reí.- ¿por que te arreglaste?

-Por Gabi.

Sonreí.

-Ahhhh.- me recargué en el tocador.- ya admitiste que te gusta.