Nunca me dejes | Finge ser mi novia #2 [EDITANDO]

Capitulo 53

SERINA

Las chicas se quedaron analizando todo lo que les había contado sobre lo que había pasado estos días con Thiago. Ellas estaban en silencio, sin embargo, se escuchaban los gritos de los chicos en la planta baja, al parecer Dustin había perdido ya que empezó a gritar como loco reclamándole a Thiago sobre porqué le había disparado si era de su mismo equipo, en fin, no era algo relevante.

—Bien, creo que ya entendí todo. —Dijo Gabriela mirando un punto fijo. Después me miró entrecerrando sus ojos.—creo que deberías de creer más en Thiago.-

—En realidad su inseguridad en comprensible—intervino Sam, ella lamió sus labios para proseguir—es decir, cualquiera se sentiría insegura si la ex de su novio que tanto amó aparece de la nada con la intención de regresar con él, además comenzó a meterle estupideces en la cabeza para que ella se sintiera así y terminara con Thiago o salieran mal o no se. — ella se cruzó de brazos exasperada — ¡diablos! es una perra. — escupió con rabia la palabra "perra" yo sonreí asintiendo.

—¿Serina?— le oí hablar a Melanie, regresé a verla, ella estaba a un lado mío.

—¿Si?

—Yo creo que... Thiago te quiere de verdad— miró a las chicas y luego a mi— si está contigo es por algo ¿no crees?, yo quizá no sepa mucho sobre ustedes — hizo una pausa— pero cuando te ve se nota lo mucho que le gustas, creo que él en verdad está enamorado de ti— yo agaché mi cabeza — y sí, tal vez es comprensible que te sientas así, pero... él ya te ha dicho muchas veces que no te dejará por ella— tomó mi mano—deberías creerle— sonrió tiernamente y yo sonreí devuelta.

—Ahí está- señaló Gabriela— debes tomar en cuenta lo que esta chica dijo.—sonrió. —tiene tanta razón.

—Ahora que ella se fue— comenzó Sandra-debes estar en paz, una relación no sólo es besos, cariños.— negó levemente—también incluye confianza, sinceridad, ser tú misma cuando estás junto a él—hizo una pausa—Mira— lamió sus labios y me miró atentamente—quizá somos pequeñas, quizá no sean los mejores consejos o no seamos las indicadas para hablar sobre esto, pero él es tu primer novio Serina, tu primer beso, quizá sea tu primer todo. No todas las relaciones son perfectas, todos lo saben. Habrá peleas, malentendidos, pero si en verdad hay amor se encontrará la manera de solucionarlo. Eso tenlo muy en cuenta.

Yo sonreí agradecida, no podía negar que tenía las mejores amigas, ellas son increíbles.

—Gracias por todo lo que me han aconsejado.—suspiré—tomaré en cuenta todo lo que me dijeron chicas. —Pasé un mechón de cabello detrás de mi oreja— Creo que si... quizá no he estado valorando todo el amor que Thiago me demuestra— agaché mi cabeza sintiéndome la chica más tonta del mundo, él se me declaro frente a toda la escuela, me alaga siempre y me dice cuanto me ama. Estoy siendo una mala novia al no creer en sus palabras, en sus acciones de amor.

—Bueno. Ya que concluimos con este tema... vayamos abajo— Sam comenzó a gatear hasta llegar al borde de la cama, pero su hermana la detuvo inclinándose para tomar el borde de su blusa. Sam la miró alarmada.— ¿no iremos con los chicos?— preguntó inocentemente.

Todas nos miramos y negamos.

—Oh, no, no.— comenzó Gabriela, Sam se miró derrotada y volvió al lugar en donde estaba, nerviosa, comenzó a enredar un mechón de su pelo en su dedo índice, parecía como si ella ya supiera lo que íbamos a preguntarle — tú pequeña niña nos contarás lo que te dijo Mateo aquel día— Sam hizo un mohín.

—¡No!— exclamó.— de sólo pensarlo...— ella se abrazó así misma y cerró sus ojos — me dan escalofríos.

—No es para tanto, anda.— Gabriela se cruzó de brazos —escúpelo.— Sam hizo una mueca— ahora— espetó autoritariamente.

Sam alzó sus brazos en modo de paz— ok, ok,— suspiró, fue un suspiro largo y tentador.—Me dijo que ya tenía ganas de besarme desde hace mucho tiempo.

Yo abrí mis ojos.

—¿Qué?— exclamamos todas, incluyendo Melanie.

—¿¡Y que sentiste cuando te besó?! —Gritó Melanie emocionada. Yo miré a Sam curiosa.

—¡Nada! ¡no sentí nada!—chilló y se tapó el rostro avergonzada— ¿ven porque no quería decirles?

—Eso es...— comenzó Gabriela — ¡eso es estupendo!

Sam se quitó las manos de su rostro y la miró con confusión.

—¿Por qué sería estupendo?

—¡Porque ya no estarás soltera! ¡Y además está muy guapo!

Sam la miró incrédula.

—¡Pero el ni siquiera me gusta! ¡Ni siquiera un poco! — exclamó exasperada.— Además,  no lo conozco del todo, no sé si se baña todos los días, si es inteligente, si le huele la boca o el...

—¿Eso acaso importa?— la interrumpió su hermana.— lo besaste, ¿acaso le olió la boca cuando se acercó a ti y te besó?— Sam negó.— ¿entonces? Además, los conocemos desde pequeñas, convivimos mucho con él y su hermano años atrás...

—Pero la gente cambia con el tiempo.— intervino Sam más calmada.— él se ve como todo un chico malo.— nos miró atentamente.— saben que odio a los chicos así, egocéntricos, odiosos, que se creen como si fueran la ultima coca del desierto— espetó con rabia.

—Bueno, Thiago era así al principio— dije yo. Ella me miró.

—Bueno, pero Thiago es... Thiago— yo fruncí mis labios y asentí comprendiéndola.

—Bueno, pueden conocerse. No sabes si realmente es como tú piensas.— comentó su hermana. — No juzgues un libro por su portada— yo apreté mis labios y asentí dándole la razón.

—No.— negó.— ni siquiera sé si siente algo por mi.

—Pero te dijo que quería besarte desde hace mucho tiempo.— dijo Gabriela— si lo dijo es porque le gustas o le atraes. Una de las dos.

Sam suspiró.

—No lo sé chicas— hizo una mueca— ¿podemos irnos? — nos miró atentamente— ¿porfis? —Suplicó juntando sus manos haciendo un puchero.

Yo suspiré cansada levantándome de la cama, mientras las chicas se levantaban caí en cuenta de que ya no se escuchaban los gritos de los chicos.

—Los chicos están muy callados, ¿no creen? — pregunté. Ellas me miraron poniendo atención al silencio que había.

—Es verdad— asintió Sam dándome la razón. — es raro. — ella hizo una mueca pero de pronto sonrió moviendo sus cejas —¿Los espantamos? —Preguntó. Todas asintieron con una sonrisa, yo me dirigí hacia mi puerta, la abrí con cuidado evitando que esta emitiera un sonido, cuando logré abrirla por completo y sin problemas, seguimos caminando de puntitas, bajamos las escaleras lenta y cuidadosamente, yo tenía una sonrisa traviesa en mi rostro, mi mente ya estaba imaginando la reacción de los chicos. Pero cuando llegamos a los últimos escalones, mi sonrisa se borró e inmediatamente sentí como la sangre recorrió por todo mi rostro.

—¿Me pueden explicar qué es todo esto?

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