Un Destino ☑

Capitulo 12

Renuncia de derechos: los personajes que aparezcan aquí, les pertenecen a sus respectivos dueños y autores.

Mérida seguía llorando a pesar de recibir los consuelos del pelinegro, aquel suceso le había devastado.

Ver a aquel muchacho desfigurado y cojo sin duda era la peor imagen que había visto en su vida.

Ahora sabía que había gente que sufría cosas peores que ella, si ella se quejaba de estar sola qué haría alguien que apenas tiene un techo donde vivir y algo que comer al día.

Nunca pensó que vería aquello, pero agradecía que Goku estuviera con ella ahí y abrazándola, porque no sabría que habría hecho en caso de estar sola.

-Mérida por favor, tranquilízate -rogó Goku acariciando el cabello rojizo de su única amiga.

Mérida se separó de él estando todavía con los ojos llorosos y el pelinegro le dedicó una suave sonrisa.

Goku tomó un pañuelo y limpió las lágrimas de su amiga lentamente, y ella agradeció con una pequeña sonrisa.

-Por favor, no quiero verte llorar, no lo soportaría -dijo Goku tomando la suave mano de la princesa.

-Goku yo... odio ver a la gente sufriendo, odio ver imágenes que me hacen llorar, odio llorar -inquirió Mérida soltando un sollozo.

-También odio eso, pero ya has hecho mucho ayudando a aquel muchacho, ¿viste su sonrisa cuando le diste aquellas monedas? es una sonrisa de felicidad, ahora el niño podrá comprar medicamentos y curar a su madre -dijo Goku sonriendo.

-Tienes razón, pero no puedo evitar sentirme culpable -reveló la muchacha pelirroja.

Goku arqueó una ceja.

-¿Culpable? ¿pero por qué?-preguntó el ojinegro sin entender muy bien a su amiga.

-Soy la princesa del reino, pero apenas conozco el reino -respondió Mérida mirando la ventana por unos instantes.

-¿Qué quieres decir?-interpeló el pelinegra todavía sin comprenderlo completamente.

-Debería ayudar a todas esas personas que sufren ahí afuera, si lo hiciera la vida sería mucho mejor -añadió Mérida sonriendo.

-Sí, sería mucho mejor Mérida -repitió Goku correspondiendo la sonrisa.

-Prometo que cuando sea una reina, ayudaré a mi reino ¿me apoyas?-preguntó la pelirroja con una sonrisa mientras estiraba su puño.

-Sólo si me preparas un pastel y unas galletas, tengo mucha hambre jiji -contestó el ojinegro chocando su puño con el de la princesa.

-Trato hecho, ¿las hacemos ahora?-preguntó ella levantándose de su cama.

-Será mejor porque mi estómago destruirá el palacio si no jejeje -profirió Goku rascándose la nuca.

Ambos soltaron una carcajada y salieron del cuarto con sigilo, para no ser vistos por nadie.

-¿Qué tal si lo hacemos divertido?-propuso la princesa en medio del camino.

-No hay nadie a la vista -dijo Goku mirando a la izquierda y a la derecha alternativamente, como si se tratase de un espía.-¿qué propones?-preguntó el pelinegro.