Un Destino ☑

Capitulo 11

Renuncia de derechos: los personajes que aparezcan aquí, les pertenecen a sus respectivos dueños y autores.

Llegaron a un campo de violáceas flores que parecía extenderse hasta el infinito sobre el horizonte, aquellas flores desprendían un agradable aroma que enamoraría a todo aquel que osara olisquearlas.

Ambos se bajaron del caballo y empezaron a surcar aquel campo, sin pisar ninguna de las flores que poblaban el vasto lugar, caminaron, viendo como una gran capa de blancas nubes eclipsaba la cálida luz solar, produciendo una sombra oportuna que iba acompañada de una suave brisa que ondeaba sus cabello.

Ellos dos se recostaron en el mullido suelo y contemplaron las nubes que comenzaban a surgir en el azulado cielo; la princesa exhaló ligeramente, realmente disfrutaba de esos pequeños momentos que iba coleccionando junto a Goku día tras día.

Ella miró el cielo y una sonrisa estrecha se impregnó sobre sus facciones, volteó la mirada y vio al saiyajin durmiendo plácidamente, con las dos manos en la nuca.

Suspiró con resignación, pero luego volvió a sonreír al contemplar la ternura que emanaba Goku, se acercó a él lentamente, recostó su cabeza en el pecho del azabache y le acarició la mejilla con extrema suavidad.

El pelinegro se despertó al sentir aquel roce y miró a todos lados ocasionando una carcjada en la princesa pelirroja.

-¿Que pacho?-preguntó Goku frotándose los ojos mientras observaba a Mérida.

-Te quedaste dormido -respondió la princesa tranquilamente conteniéndose las ganas de reír.

-Ya veo -contestó el ojinegro sin más.-oye, esa nube se parece a una piña con forma de plátano.-enunció Goku señalando una nube en lo alto.-¿no crees?-se volteó hacia Mérida quien asintió con una sonrisa, por unos instantes se miraron hasta que estallaron en carcajadas.

Realmente cualquier cosa les provocaba la más mínima diversión, su amistad crecía día tras día por ese motivo.

-Esa nube tiene la forma de tu cabello -dijo la princesa burlescamente y el pelinegro hizo un sonido de ofensa.

-¡Oye! Mi cabello es diez veces mejor que el tuyo -aseveró Goku enseñando la lengua mientras tocaba la cabeza.

-¿Ah, si? ¡pues mi cabello es cien veces mejor que el tuyo!-exclamó Mérida devolviéndole el gesto al azabache de manera burlona.

-Pues... -dijo Goku contando con sus dedos mientras tenía una gota de sudor en la cabeza.-"rayos, qué sigue después de cien" -pensó mientras le salía humo por las orejas y la pelirroja soltó una carcajada divertida.

-Te he ganado esta vez, listillo -Goku rodó sus ojos ante las palabras de la princesa y se cruzó de brazos manteniendo una mueca de desagrado.

-Sí, sí, lo que tú digas princesa -dijo Goku burlescamente y ella le fulminó con una mirada completamente amenazante.

-Te dije que no me llamases así -farfulló Mérida bufando con molestia.

-LALALALA NO TE ESCUCHO -gritó Goku mientras se tapaba los oídos, se giró hacía Mérida y vio que tenía un aura siniestra envolviéndola.-"Upss... qué hice" -indagó sabiendo que su hora había llegado