El Destino unirá a una princesa que vive en soledad obligada a ser quien no es y un guerrero legendario que ha olvidado su pasado ¿Cómo terminará todo?
Renuncia de derechos, los personajes que aparezcan aquí, les pertenecen a sus respectivos dueños y autores.
La estación de otoño cada vez era más presente a medida que transcurrían los días en el reino de DunBroch, ubicado en Escocia.
Las suaves hojas caían al agua como si siguieran una melodía que había llegado a su punto culminante, provocando un delicado rumor al impactar en las dulcificadas aguas de aquel lago.
Cerca del lago, a unos cuantos metros de distancia, estaban asentadas dos tiendas de campaña, una le pertenecía al mismísimo rey de Escocia, el rey Fergus, y la otra le pertenecía a los dos guardias que lo acompañaban en aquel lacónico veraneo, no muy lejos del castillo de DunBroch; una suave brisa ondeaba con sumo sosiego las pequeñas banderas del clan DunBroch izadas en dichas tiendas de campaña.
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-hija mía, ¿en dónde te has metido?-fueron las palabras pronunciadas por la esposa del rey Fergus, y reina de Escocia, Elinor, quien mantenia una pequeña en su refinado rostro-sal te tu escondite antes de que te encuentre, Fergus ¿has visto a la niña?
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-no lo sé, tu dime.-se limitó en decir el mismísimo rey de Escocia y líder del clan DunBroch, elReyFergus, mientras comía una de las delicias que albergaba aquel banquete situado frente a la tienda de la familia Real.
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