[PELEAS]
Estaba en el último año, a solo 9 meses de graduarme.
Capitana del equipo de básquet femenino del internado "Alberto Cáceres", uno muy respetado en la localidad de Andorra. Este se dividía en dos enormes edificios orientados a la educación y unos, aún más grandes, para la vivienda de los alumnos.Cómo cualquier establecimiento educativo, tenía sus pros y contras.
A decir verdad, yo siempre había creído que el edificio de mujeres era el más problemático. Cuando los vigilantes no nos acechaban, organizábamos escapes dignos de unas mentes maestras. Si bien, los chicos escapaban también, estos no tenían ni idea de cómo cuidarse sobre cualquier movimiento de la seguridad del lugar.Entre el edificio H y el edificio M, había mucha rivalidad. Quisiera decir que yo me abstenía de aquello, pero la verdad es que, siendo capitana del equipo más importante del colegio, la competencia contra los hombres era contante. Así que, como lo habitual, me encontraba discutiendo con David, capitán del equipo de básquet masculino.
Ambos habíamos saltado las normas de seguridad y estábamos en la cancha, con parte de nuestros equipos, por la noche. ¿Era irresponsable e inmaduro? Si. Pero nosotras teníamos algo que ellos no; Pruebas.
Cristina, mí escolta y mejor amiga, se encontraba grabando a los chicos, dejándolos evidentemente mal.—Mira, David...— comencé a hablar, ya con cansancio. El chico me observó con su típico aire de superioridad.— nosotras, a diferencia de vosotros, ya estamos confirmadas para el campeonato anual. Así que hazte un favor a ti mismo. Toma tus cosas y lárgate, así podemos practicar en paz.— finalicé y ellos inmediatamente comenzaron a reír.
Bufé y decidí que, sin importar lo que dijeran aquellos, comenzaría la práctica.Indiqué a las chicas que se pusieran en posición y tomé la pelota, dando inicio al juego. Escuchaba los reclamos constantes de David, sin embargo Samuel, quien en secreto, era un gran amigo mío, lo convenció para simplemente esperar a que nos vayamos.
El juego iba bien. Practicabamos unas contra las otras, rotando de vez en cuando. Lamentablemente tropecé con Camila en uno de estos cambios y caí al suelo, lastimando mí rodilla. Podía escuchar las fervientes risas de los chicos. Me levanté, exponiendo mí culo hacia las gradas dónde se encontraban, no tenía vergüenza alguna y supe que fue una buena idea al oír como se callaban. Gracioso como un buen culo puede hacer callar a cualquier mocoso hormonal.—¿Te encuentras bien?— preguntó Camila, luciendo nerviosa.
—Claro, es solo un raspón. Sigan chicas, aquí no hay pausas, solo progresos constantes.— solté cómica, haciendo gestos exagerados con mis manos. Ellas rieron y regresaron al juego.
Caminé hacia las gradas, realmente no dolía, puesto qué ya estaba acostumbrada, pero debía limpiarlo. Tomé el botiquín que se encontraba dentro de un enorme bolso, el cual usábamos para guardar las cosas del equipo. Quité mí camiseta ante las disimuladas miradas de los pertenecientes al edificio H, la hice un rollo y la mordí mientras aplicaba alcohol a mí reciente herida. Como no mordiese algo, iba a chillar y no tenía en plan humillarme de esa manera. La cubrí y volví a la cancha.
Continuamos jugando un rato más y decidí que era momento de volver.—Chicas, 3'21.— grité llamando su atención. Ellas rápidamente fueron hasta las gradas, tomaron sus cosas y corrieron sigilosamente por el pasillo hacia el edificio M. —Toda suya.— solté aguantando la risa, mientras me retiraba.
Agradecía mentalmente que Samuel se hubiese ido hacía un rato, porque no era mí plan que lo descubrieran ahí.
¿Qué significa 3:21? Siete minutos para que lleguen los vigilantes.•••
Estaba caminando junto a Cristina, ambas nos quejabamos y con razón. Lamentablemente era jueves, hoy teníamos "educación familiar" con los del H. No solo me disgustaba la asignatura, el hecho de tener que aguantar los estúpidos comentarios de Edwin, la hacía una pesadilla.
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R I V A L I D A D E S. [xFaRgAnx]
FanfictionEn un prestigioso internado en Andorra, mujeres y hombres se ven divididos en dos edificios. Con adolescencias marcadas por la rivalidad entre el H y el M, hasta los jóvenes del último año, pelan por minorías. Aquel establecimiento es reconocido po...