C a p í t u l o [NUEVE]

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Abrí los ojos lentamente, había dormido extrañamente bien. Podía escuchar el sonido del agua de la ducha chocar con el suelo, caminé dispuesta a lavar mi cara y mis dientes. ¿No había escuchado la alarma?

—Ole, Arpía ¿Vienes a darte un bañito conmigo?— me sobresalté.

Mis ojos recorrieron todo el cuarto de baño, recordando lo de ayer.
La llave de la ducha se cerró y David salió risueño con solo una toalla atada a su cintura. Me quedé ligeramente embobada con las gotas que recorrían su cuerpo, el impulso de besarlo me atacó otra vez.

—Joder, lo siento. Creí que estaba en mí habitación.— pronuncié aquello y huí de su lado.

—Jo, y yo pensando que querías que te frotace la espalda.—comentó chistoso.

Revisé mis mensajes y cuando me aseguré que mí amiga estaba sola, corrí hacia donde esta se debía encontrar.

•••

Y si, no he querido hablar con nadie después de la vergüenza que viví por culpa de ser tan despistada.
Lamentablemente el lunes llegó y después de que nos felicitaron, repetidas veces, por ganar, decidí ausentarme a mí última clase.
Tomé mí skate, dinero, un abrigo y me marché.

—Pero bueno, capitana, su majestad.— soltó alguien detrás de mi.

Me encontraba en el viejo desguace que utilizábamos para juntarnos a patinar y beber. Giré sobre mí cuerpo para encontrarme con mí ex y sus amigos.

—¿Qué tal, Marco?— hice un gesto con la cabeza saludando a sus acompañantes.

—Hacía tiempo que no te veía por aquí. Me dijeron que ganaste el primer partido, felicidades.— comentó mientras apoyaba su skate, dispuesto a patinar.

—Si, nada nuevo. Escuché que ya no vas de capi en el Valenk, una pena que ya no puedas ayudarme, ya sabés.— comenté coqueta y él se acercó a mí sonriendo.

—Aún podemos renovar contrato.— yo negué risueña.—gradezco que me avisaras que iban a muerte, pero este año creo que voy a arriesgarme.— él asintió trás susurrar "una pena".

Para mí sorpresa, pudimos patinar y beber juntos como solíamos hacer.
La tarde cayó temprano, anunciando la cercanía al invierno. Antes de que oscureciera del todo, me apresuré y llegué a la habitación.

Abrí la puerta y Cristina me recibió con evidente cara de pocos amigos. No sabría decir si eso me preocupaba más que el hecho de que Samuel y su estúpido amigo se encontraran observándome con decepción.

—Me puedes decir dónde estabas y porqué no llevaste el móvil.— chilló alterada.

—Con mí ex, divirtiéndome. No lo llevé porque no quería, fin.— la desafíe.

—¿Con ese idiota?— se acercó y me susurró— ¿Estuviste negociando con él?— negué risueña.—Un día de estos voy a cambiar la cerradura y te irás a vivir a la calle.— soltó más relajada.

—¿Estuviste bebiendo?— me olfateó David y yo alcé una ceja. Si, el alcohol corría por mis venas con furia. Quizá tomé un poco demás, pero el Vodka con jugo era engañoso. Caminé lentamente hacia él.

—Deberías ahorrarte los comentarios cuando nadie te los pide.— mis palabras eran rápidas y cortantes, mientras una de mis piernas acorralaba su cadera. Lo observé tragar nervioso y sonreí satisfecha.

R I V A L I D A D E S. [xFaRgAnx]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora